La visita de Alexis Tsipras y de sus ministros a EEUU y el encuentro con el presidente Trump hace 2 semanas tenían como único objetivo y resultado una vinculación todavía más estrecha de nuestro país con los peligrosos juegos y rivalidades imperialistas de la región. Directo es el peligro de implicación bélica, mientras continúa el insoportable saqueo económico a través de la compra de nuevos equipos de armamento a EEUU.

Allí han llevado la extensión a largo plazo de la presencia criminal de la base de Suda, la profundización del eje Grecia-Chipre-Egipto-Israel, los mil millones de armas americanas. Al mismo tiempo, Grecia es el único país de la OTAN, aparte de EEUU, que sigue pagando más del 2% de su presupuesto para gasto militar justo en un periodo de desastre económico para las y los trabajadores. Paralelamente hay una alineación absoluta con los proyectos geopolíticos de los EEUU en la región.

El gobierno griego se mostró dispuesto a participar como “compañero estratégico” en los crímenes del imperialismo americano, aspirando a intercambios que actualicen la posición del capitalismo griego en la región en relación con el capitalismo turco. En el marco de la conocida rivalidad greco-turca, Alexis Tsipras promete vincular a Grecia al imperialismo de EEUU, con lo que esto supone para el pueblo trabajador griego y l@s trabajador@s de la región.

Sin duda vergonzosas fueron las referencias de Alexis Tsipras a “los muchos valores comunes que compartimos con Estados Unidos” y a la “alianza estratégica” conjunta. Parece que después de la “apropiación” del programa de memorándum, el gobierno Syriza-ANEL se da mucha prisa en apropiarse del peor “atlantismo”, al cual pretende embellecer, dando incluso un golpe a la memoria histórica y a las bibliotecas y archivos de nuestro pueblo.

Todo esto ocurre justamente en el tiempo en que EEUU tiene como presidente al más abiertamente entregado a la industria militar, racista, sexista y belicista, quien no deja de intensificar un discurso de amenazas belicistas contra Corea del Norte e Irán. Constituyen las de Tsipras unas declaraciones de sumisión sin precedentes, pero también un monumento a la vergüenza las palabras de Trump: “Esperamos teneros muchos años en el poder”, que revelan claramente cuánto desea el gobierno actual el apoyo de los imperialistas.

Las conversaciones sobre la deuda y al salida del programa del 3º memorándum son todavía una lista de buenos deseos, que es acompañada de un riguroso “cumplimiento de los acuerdos del programa de memorándum” sin desvíos. Lo que exactamente ya ha acordado el gobierno con el FMI y la UE: cerrar la 3ª evaluación con el gobierno para avanzar en la adopción de las nuevas medidas, desde nuevos recortes salariales y a las pensiones hasta un nuevo golpe contra el sindicalismo.

El gobierno recibió el apoyo comunicativo y político de Trump a cambio de la venta de bases, nuevo armamento y nuevos riesgos geopolíticos para la región. El aluvión de sumisión no toca fondo. Es urgente la necesidad de un movimiento unitario anti-guerra y antiimperialista para derribar los planes del imperialismo de la Casa Blanca y del gobierno peligroso y sumiso de nuestro país. De forma paralela es urgente la necesidad de luchar contra el racismo, la islamofobia y el estímulo de la ultraderecha que traen consigo los “obsequios” de Trump.