Airbus quiere cerrar la planta de Puerto Real

El pasado mes de febrero, el responsable de operaciones de la división civil de Airbus, Michael Scholhorn, reconocía durante una visita a la Bahía de Cádiz la inviabilidad de la factoría de Puerto Real. En una posterior reunión celebrada el 7 de abril con el director de recursos humanos de España, éste insistía de nuevo en la inviabilidad de la planta afirmando incluso que la decisión de cierre ya estaba tomada y que sólo faltaba su ejecución.
Las causas según la empresa: las consecuencias de la crisis sanitaria y el anuncio de la multinacional el pasado verano del fin de su programa de fabricación del A380, un avión superjumbo, cuyos estabilizadores de cola eran realizados en Puerto Real. Este anuncio vino en un momento en el que l@s 400 trabajador@s llevaban meses inmersos en un ERTE al 50% y con una planta con un 60% de su suelo productivo cerrado. Frente a todo esto, la plantilla se ha echado a la calle estas últimas semanas, con cortes de carretera incluidos, por la defensa de los puestos de trabajo, de la factoría y de la carga de trabajo.
Airbus tiene en el Estado Español 8 centros de los cuales 4 se encuentran en Andalucía. 2 en Sevilla de rama militar (San Pablo y Tablada) con 4600 trabajador@s (2600 puestos directos y 2000 subcontratados) y otros 2 en la provincia de Cádiz: uno en el Puerto de Santa María, también militar, y otro, en Puerto Real (aviones civiles) con unos 800 trabajador@s (la mitad subcontratados) y de los cuales dependen otros 1000 emplead@s. Al parecer, la hoja de ruta de la empresa pasaría por desviar sus líneas de producción a las factorías de Getafe y del Puerto de Santa María trasladando, en el mejor de los casos, a los y las trabajadoras de Puerto Real.
El pasado 21 de abril, se celebró en Toulouse, Francia, una reunión de representantes de la compañía en Europa para abordar el futuro de la factoría de Puerto Real. En dicha reunión se esperaba que se hiciera público el cierre de la planta. Sin embargo no fue así, al menos por ahora. Según un comunicado de la empresa se volvió a insistir en “la situación crítica de la planta” aunque “no se ha hecho ninguna mención al cierre o al no cierre de Puerto Real”. El anuncio del cierre se ha, de momento, paralizado. Se espera que éste pueda hacerse durante el mes de mayo…después de las elecciones autonómicas de Madrid.
Cinismo por parte de la compañía y del gobierno central
Hace unas semanas, mientras los y las trabajadoras de Puerto Real se movilizaban por el mantenimiento de su factoría, Pedro Sánchez y el Rey Felipe VI inauguraban una ampliación de la planta de Getafe. En un comunicado, la Moncloa aseguraba que “la inversión” de Airbus en Getafe (400 millones de euros) “muestra el compromiso de Airbus con el empleo y la producción en España” mientras que el Consejero delegado de Airbus, Guillaume Faury, insistía en que “España sabe que puede seguir contando con Airbus como un aliado imprescindible (…)Que este nuevo campus sea un reflejo de nuestra ambición por ser la mejor compañía posible, para la sociedad y para nuestra gente”. Cinismo en estado puro, cuando entre unos y otros están a punto de oficializar el cierre de toda la planta de Puerto Real.
Detrás de este nuevo cierre, una nueva excusa. La crisis del covid. Sin embargo, es importante analizar algunos datos para ver hasta qué punto Airbus puede llegar a ser cínico. La empresa alude pérdidas para justificar la necesidad del cierre de la factoría de Puerto Real. En concreto, a las pérdidas registradas en 2019 que ascienden a 1362 millones de euros. Hay que señalar que son las primeras pérdidas desde 1990, que éstas son debidas auna provisión de 3.600 millones de euros para afrontar litigios judiciales por corrupción ante las autoridades de EEUU, Francia y Reino Unido y que ya se prevé, a fecha de octubre de 2020, un beneficio neto de 561 millones de euros.
Incluso en plena pandemia, la empresa sigue haciendo millones de beneficios al igual que los ha seguido haciendo durante años y años. Si nos fijamos en los beneficios netos alcanzados entre los años 2013 y 2018: 13 513 millones de euros, es simplemente repugnante que una empresa pueda jugar con la vida de 400 familias decidiendo cuándo despide, deslocaliza o cierra una planta.
El gobierno central del PSOE-UP tiene una gran responsabilidad en lo que pueda pasar. En julio de 2020 firmó un plan de apoyo a Airbus (185 millones de euros hasta 2024 ligados a los fondos de recuperación de la UE) sin que éste obligase, ni tan siquiera, a mantener todas sus fábricas abiertas. A esta cifra se suman otros 150 millones ligados a ayudas parcialmente reembolsables. Un negocio redondo para Airbus. Ayudas públicas por doquier y cierre de plantas a su antojo para engrosar aún más sus ingentes beneficios. Mientras tanto, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, sigue hablando sólo “del mantenimiento de los puestos de trabajo” para evitar tratar la cuestión del cierre de la fábrica y de, en el mejor de los casos, los posteriores traslados de la plantilla a otras factorías.
En Puerto Real aún está en el imaginario colectivo lo que sucedió con Delphi, una fábrica de piezas automovilísticas, al cerrar en 2007 dejando en la calle a más de 1900 trabajador@s sa pesar de las promesas del gobierno andaluz y central (liderados por Chaves y Zapatero) de recolocaciones. 14 años después, se está a punto de dar un nuevo paso en la desindustrialización de la Bahía de Cádiz y de volver a romper la vida de centenares de familias.
Lo que está sucediendo en Airbus es una muestra más de una sociedad enferma y criminal que se rige por la búsqueda del máximo beneficio para unos pocos aunque esto le destroce la vida a la mayoría. Los beneficios realizados por la multinacional así como las ayudas públicas astronómicas recibidas por el Estado muestran que la patronal siempre quiere más y que la forma de detener los despidos y los cierres de fábricas no es dando más subvenciones a esas empresas. Hay que acabar con esa lógica y con ese poder que tienen las empresas de poder triturar la vida de sus trabajador@s a su antojo. Esas empresas deben ser nacionalizadas sin indemnización y controladas por los y las trabajadoras para poner los recursos al servicio de las necesidades sociales y no de las ganancias de un puñado de inversores. Si no respetan nuestras vidas, por qué deberíamos respetar su propiedad.
La única vía para mantener los puestos de trabajo y la factoría: la movilización
Los y las trabajadoras de la planta de Puerto Real llevan semanas movilizándose. Manifestaciones, cortes de carreteras y asambleas diarias para evitar el cierre de la planta. El pasado día 15 de abril, un autobús de trabajador@s de Puerto Real se trasladó a Madrid para protestar durante la ceremonia de inauguración del nuevo campus de Airbus de Getafe a la que asistieron Pedro Sánchez y el Rey Felipe VI. No les dejaron llegar. La policía lo impidió a pesar de tener en regla todos los permisos sindicales para poder trasladarse.
Es evidente que este gobierno quería evitar una foto que lo responsabilizara del futuro cierre a 15 días de las elecciones madrileñas. Por ese mismo motivo y para amedrentarlos, 5 días después, 2 emplead@s de Airbus que estuvieron en dicho autobús fueron detenid@s al salir de sus domicilios por supuesto delito de desórdenes públicos para ser liberad@s con cargos unas cuantas horas después. No es de extrañar que la Ley Mordaza aún no ha sido derogada. También es útil para este gobierno tratar de evitar la movilización de los y las trabajadoras o de la juventud. Sin embargo, esto no ha impedido para que la solidaridad se haga efectiva en otras plantas de Airbus situadas en otras ciudades del Estado. El día de la inauguración, los trabajador@s de Getafe salieron a protestar al grito de “¡Puerto Real no se cierra!” mientras las plantillas de Illescas o Albacete ya hablaban de huelga y movilizaciones.
El pasado 23 de abril, el Comité Interempresas compuesto por 5 sindicatos (CCOO, UGT-AIRE, ATP Sae, SIPA y CGT) informó de un “calendario de movilizaciones sostenido en el tiempo que podría intensificarse en función del desarrollo de las reuniones con la multinacional”. En dicho calendario se habla de una convocatoria de paros de 1 hora para los días 27 de abril y 29 de abril, de unas concentraciones de visibilización en el exterior de las factorías los días 26, 28 y 30 de abril a la vez que se sigue valorando la posibilidad de realizar una gran manifestación en el mes de mayo en Madrid.
Sin duda, si se quiere evitar el cierre, la cuestión de la huelga no puede eludirse así como la cuestión de la ocupación de la fábrica para evitar su desmantelamiento. La lucha de los y las trabajadoras de Puerto Real puede ser el inicio de un nuevo ciclo de movilizaciones y mostrar el camino para enfrentarnos a los numerosos EREs que están por venir como el de CaixaBank (8300 despidos), del BBVA (3800), del CorteInlgés (3300), el de H&M (1100) y de un largo etc. Parece evidente que los ERTEs van a ir convirtiéndose en EREs.
Para ganar y evitar todos esos despidos es imprescindible que el conjunto de los sectores laborales y de las organizaciones sindicales nos solidaricemos con la lucha de los y las trabajadoras que se enfrentan a los cierres de sus centros de trabajo. En ese sentido, es urgente coordinar un movimiento de apoyo con los y las compañeras de Airbus Puerto Real organizando movilizaciones en las diferentes ciudades de Andalucía y del resto del Estado, estableciendo marcos de solidaridad que nos permitan por ejemplo alimentar una caja de resistencia para que puedan aguantar una huelga y así acabar torciéndole el brazo a esta multinacional.