25n16Como cada 25 de noviembre, las mujeres salimos a la calle para reivindicar nuestros derechos y nuestras vidas. Y este año, como viene siendo costumbre, el conjunto de las mujeres trabajadoras debemos seguir peleando contra la violencia machista que el sistema ejerce sobre nosotras.

Hoy, 25 de noviembre, salimos a la calle para luchar contra la violencia que ejerce sobre nosotras el sistema patriarcal, que se da en todos los ámbitos de nuestra vida y que adquiere su forma más visible, aunque no por ello más dura, en la violencia física. El ataque al cuerpo de las mujeres, el maltrato por parte de parejas, exparejas, familiares, etc., las continuas violaciones, el asesinato de mujeres a diario en todo el mundo, son la parte más gráfica de la opresión que vivimos día a día. Esta violencia afecta de manera mucho más brutal a la mujer trabajadora que no tiene medios para emanciparse en una situación de maltrato y amenazas, que no puede acceder en muchas ocasiones a ayudas sociales y que, por motivos económicos, se ve obligada a permanecer al lado de su maltratador. Esto es una muestra más de lo que la unión del patriarcado y el capitalismo supone para el conjunto de las mujeres trabajadoras. Además, esta cuestión afecta doblemente a las mujeres inmigrantes, que deben enfrentarse además a la opresión de raza en los países occidentales, y que normalmente tienen incluso menos recursos económicos.

Sin embargo, también estamos aquí para reivindicar, una vez más, que la violencia machista es una violencia estructural inherente al sistema capitalista que nos rige. Es una violencia que se aplica desde todos los ámbitos de nuestras vidas, desde que nacemos: Violencia es la imposición de roles de género que nos señalan de por vida como “las débiles”, “las educadas”, “las calmadas”… Violencia son los recortes en educación, en sanidad, en servicios sociales, que nos condenan todavía más a las tareas de cuidados. Violencia son los ataques constantes del mercado laboral con diferencias salariales, peores condiciones de trabajo y el acoso sexual, que se da de manera más evidente por parte de los hombres pertenecientes a puestos de poder, dentro del entorno laboral, pero también fuera de él. Violencia son los anuncios publicitarios que nos cosifican y potencian la impunidad de nuestros agresores. Violencia es no tener la capacidad de decidir sobre nuestros cuerpos, como sucede con la cuestión del aborto y todo lo que le rodea. Todas estas violencias son normalizadas y se establecen en todos los ámbitos de nuestras vidas. Violencia es que nuestros agresores se sientan impunes al abrigo de sus privilegios.

Desde el 7 de noviembre, hace ya un año, hemos seguido peleando para erradicar de raíz la opresión que sufrimos las mujeres, pero desde Izquierda Anticapitalista Revolucionaria somos conscientes de que no conseguiremos liberarnos del machismo hasta que no acabemos con el patriarcado y con el sometimiento a la clase trabajadora en general. Sólo con un proceso de lucha en el que unifiquemos la intención de acabar con ambos sistemas opresivos conseguiremos una sociedad totalmente libre de machismo, y sólo con la organización de la mujer trabajadora en su puesto de trabajo y en el ámbito político llegaremos a ese objetivo.

Por todo esto, desde IZAR , queremos hacer un llamamiento a la movilización al conjunto de la clase trabajadora, organizaciones feministas, colectivos sociales,… para que este 25 de noviembre, asi como el resto del año, salgamos a la calle a reivindicar un profundo rechazo a todas estas violencias y a los sistemas que las generan y promueven para subsistir, y a mantener esa movilización de una manera continua y organizada.

Por un feminismo combativo que luche contra el sistema patriarcal y el capitalismo.