En un contexto de ataques generalizados contra las condiciones laborales y vitales de la clase trabajadora, la juventud es un blanco perfecto de la burguesía para extender la miseria, la temporalidad y la precariedad.

Éste es el caso de Telepizza, que con la excusa de generar empleo indefinido y que puedan ser compatibles con los estudios, reducen mayoritariamente las jornadas a una horquilla de 35-50 horas mensuales, con unas nóminas que no llegan a los 300 euros. Con esta capacidad de ingresos es imposible no solo la emancipación de los y las jóvenes, sino también el poder hacer frente a los gastos de los cursos académicos (libros, materiales, alquiler, luz, agua, etc).

La seguridad laboral es también lamentable: trabajo en cocinas a 35-40 grados porque el aire acondicionado no funciona, nula protección para l@s repartidores aparte de cascos reutilizados y que no se sabe si ya han tenido accidentes (causándoles microrroturas) o motos que son un auténtico peligro por la condición en la que están.

Por si la precariedad que ofrece Telepizza no fuera suficiente, cuando se establece en enero la subida del salario mínimo interprofesional, la empresa no cumple este mínimo legal y le están robando 1,70 euros a cada trabajador/a por hora. Así, mientras a sus emplead@s le es imposible vivir de forma digna, Telepizza registró el año pasado un beneficio que triplicaba el del 2017, llegando hasta los 31,8 millones de euros.

Al calor de la victoria de la huelga de los y las trabajadoras de Telepizza en Zaragoza y Barcelona, con un aumento salarial de 0,50 euros la hora, la plantilla en Burgos acudió a la convocatoria de una asamblea por parte de la sección sindical de CGT. En esta asamblea l@s trabajador@s decidieron unánimemente ir a la huelga el próximo 20 de septiembre, exigiendo como reivindicaciones la actualización de la subida del SMI con carácter retroactivo, así como una actualización de las tablas salariales para que esta subida afecte también a las categorías de encargad@s y subencargad@s proporcionalmente.

Esta lucha no es la única que se ha dado durante el verano. Las huelgas en Renfe, Iberia y Ryanair, las Kellys en Ibiza, l@s riders de Deliveroo, l@s carter@s en huelga los sábados, el movimiento de l@s pensionistas, el movimiento feminista, la huelga del 27 de septiembre de l@s estudiantes en lucha contra el cambio climático, las movilizaciones convocadas el 26 de octubre por la plataforma Caminando y por las Marchas de la Dignidad en Andalucía nos demuestran que la clase trabajadora y la juventud no están dispuestos a seguir sufriendo los ataques de la patronal y los capitalistas sin responder.

Pero no solo en el Estado español vemos esta respuesta de nuestro campo social: la huelga de 15 meses de lo@s carter@s en Francia, la huelga de l@s miner@s en Perú desde el 10 de septiembre, la huelga de transportes en París, las movilizaciones de Hong Kong o las huelgas en diferentes sectores en Portugal marcan el camino que deben seguir la clase trabajadora y la juventud para cambiar sus vidas.

Así, mientras desde el PSOE y Unidas Podemos nos presentan con toda su capacidad mediática el camino gubernamental e institucional como el único posible para que recuperemos nuestros derechos, la clase trabajadora sigue demostrando que la lucha en las calles y en los centros laborales y de estudio sigue hoy igual que ayer el camino que verdaderamente es capaz de cambiar nuestras vidas y neutralizar a la extrema derecha.

Esto implica asumir una política que se enfrenta a los intereses de los capitalistas como el no pago de la deuda, la eliminación del artículo 135, el aumento de los salarios al mismo nivel de la vida, la expropiación de las viviendas vacías de los bancos, la prohibición de los despidos, la defensa de las pensiones, un salario mínimo a 1200 euros, etc. Implica que todas las organizaciones políticas, sindicales y sociales que defienden esta perspectiva debemos llevar a cabo iniciativas comunes que nos permitan reagrupar a tod@s l@s que se enfrentan a diario a las políticas antisociales, a la patronal y los capitalistas.

Desde Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR apoyamos esta huelga en el Telepizza de Burgos y creemos que es cada vez más necesario que todas estas luchas se unifiquen, con unas campañas y un calendario de movilizaciones comunes, para poder responder de forma más contundente a los ataques de los capitalistas.