Figura bien conocida entre la comunidad LGBTQI griega, Zac Kostopoulos, activista por los problemas relacionados con el género, así como por la comunidad seropositiva y los enfermos de SIDA, concienciando a las personas que viven con el VIH sobre sus verdaderos derechos, fue asesinado el viernes 21 de septiembre. Había estado activo a través de Voz Positiva, la asociación seropositiva de Grecia (que trabaja con la Fundación para el Cuidado de la Salud del SIDA). También fue un popular artista de imaginativos espectáculos drag, actuando bajo el nombre de Zackie Oh.
Durante un presunto asalto a una joyería, Kostopoulos, conocido por su trayectoria de lucha, fue linchado a golpes por el dueño de la tienda y sus amigos, ante la mirada de la gente que se encontraba fuera. En estado muy grave, fue esposado por la policía, que no detuvo a los agresores hasta que un vídeo con las imágenes se hizo viral en Internet mostrando la causa de su trágica muerte y la evidencia les forzó a ello. El espantoso y cruel vídeo muestra a Zac, que ya apenas camina y lucha por mantenerse en pie, saliendo de la tienda por la ventana que rompieron con un extintor y perseguido por el dueño de la tienda y otro hombre que lo golpean.
Fuera lo que ocurriera, no se puede usar el estigma de la seropositividad o la drogadicción para justificar ningún tipo de violencia contra nosotr@s. L@s maricas seropositiv@s y drogadict@s también tienen sus derechos humanos más básicos. La muerte de Zac Kostopoulos es un ejemplo más del fascismo, el racismo y la LGTBfobia que recorre Europa con la pasividad cómplice de las “fuerzas del orden” y una derecha que se encarama al poder.
La complicidad policial en este tipo de sucesos se pone una vez mas de manifiesto al esposar a la víctima en estado muy grave solo por ser señalada como “el malo de la película”. Parece que el estigma nos va a llevar a la necesidad de reclamar una identidad en la que la “violencia de género” sea un lema más inclusivo y complejo de lo que se plantea. A pesar de los moralistas de turno “nadie tiene derecho a agredir a nadie”, solo la complicidad policial y la pasividad de la gente que queda mirando son responsables de que esto se siga produciendo o se guarden silencios constitutivos.
Después del asesinato de Zac, hubo una reunión de emergencia en la Escuela Politécnica de Atenas que acabó en una protesta espontánea de centenares de personas, con algunas protestas más pequeñas en otras ciudades. Una manifestación se llevó a cabo en la capital griega el sábado por la noche, con la participación de unas 500 personas, militantes de organizaciones de izquierda y colectivos LGTBI. Más eventos están planeados por l@s activistas grieg@s en los próximos días ante este alarmante aumento de la violencia fascista y homófoba.
“Vamos maricones a destruir al macho griego” fue el lema de protesta que hubo el miércoles 26 de septiembre por la mañana frente a los juzgados. Se ha sabido posteriormente que el dueño de la tienda, al igual que su amigo que también golpeó a Zac, pertenecen a la organización neonazi Amanecer dorado.