
Han pasado 2 semanas desde que en el lado marroquí de la frontera con Melilla las decenas de cuerpos de inmigrantes apilados tras una acción coordinada de la policía marroquí y española para repeler el salto de 2000 vidas desesperadas que causó al menos 40 muertos y muchos heridos se convertía en la peor matanza migratoria en el Estado Español desde la del Tarajal y atragantaba la actualidad al gobierno PSOE-UP su “semana fantástica” de la cumbre de la OTAN, a la izquierda social y a activistas de derechos humanos y ONGs.
Si en aquella ocasión fue imposible no calificar de asesinato la muerte de 15 personas a manos de las balas de goma de 56 guardias civiles en Ceuta (aunque el gobierno Rajoy se librara, indemne, de toda responsabilidad), el presidente Sánchez, el del “gobierno más progresista de la historia”, no tuvo reparos en despachar el asunto de la forma más miserable posible, cuando ya ascendían a más de 23 las víctimas mortales en la valla: “La gendarmería marroquí se ha empeñado a fondo en tratar de evitar este asalto violento y yo creo que bien resuelto. Y por tanto quiero agradecer el trabajo del gobierno marroquí”.
Estas declaraciones cabe enmarcarlas en las “nuevas relaciones” del gobierno PSOE-UP con Marruecos tras el “volantazo” que supuso reconocer en primavera la propuesta alauita de autonomía para el Sáhara. La necesidad de superar la crisis migratoria del año pasado en Ceuta, unida a la inhumana externalización de fronteras que hace la UE para así “mirar para otro lado” y nuestra situación geográfica con África sirven para negar cualquier responsabilidad de la gestion criminal de nuestros cuerpos policiales, que colaboran para que la marroquí golpeara en el lado melillense y devolviera en caliente a decenas de inmigrantes, como denuncian los heridos y supervivientes.
Pecisamente el secretario de la OTAN Jens Stoltenberg avalaba estas políticas: “España ha convertido el Sur en un asunto importante para la OTAN y la felicito por ello…No debemos olvidar las otras amenazas, como la inestabilidad en el Norte de África y en el Sahel”. Las execrables declaraciones de Margarita Robles días después de “Hay que ser contundentes en inmigración, detrás hay mafias”, unidas a las que ya nos tiene acostumbrad@s Grande-Marlaska, como “Marruecos está realizando un trabajo de contención de la migración irregular que debe ser reconocido” no tienen en absoltuto nada que envidiar a las de la ultraderecha. Porque las políticas fronterizas, incluso y sobre todo si hay muertes, están al servicio del orden del capital y ante los “ataques a la integridad territorial española” no queda más que cierre de filas.
Frente a esta más que inaceptable mano dura y politica “a lo Salvini” en inmigración, a los ministros de Unidas Podemos, formación parte del gobierno que como no podía ser de otra forma ha puesto el grito en el cielo como sus socios parlamentarios, han tenido “dificultades” en desmarcarse de la posición oficial gubernamental, pactando PSOE y UP la crítica. Sabiendo que su petición de investigación independiente no llegará a ningún lado, son conscientes de ser rehenes del PSOE en asuntos del Estado, incluso si supone pasar por encima de los más elementales derechos humanos. Su adhesión a la gobernabilidad está a prueba de bombas y los hechos lo demuestran.
Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR mostramos nuestra solidaridad con las familias de las decenas de víctimas, heridos y los 40 asesinados por las políticas migratorias de Marruecos y el E.Español, la mayoría procedentes de Sudán y Chad, a las puertas de esta Europa-fortaleza, que como el Mediterráneo se ha convertido en su fosa común. Denunciamos las políticas criminales de la UE, que si bien condena formalmente la masacre en Melilla es responsable de la represión y crisis humanitarias en sus fronteras externalizadas, ya sea a Erdogan en el este como a Mohammed VI en el sur, ejerciendo una vil hipocresía ante l@s refugiad@s procedentes de Ucrania y el resto de crisis migratorias. El “Black Lives Matter” no es de quita y pon
Igualmente señalamos el racismo institucional que impregna la acción del gobierno PSOE-UP, desde sus devoluciones en caliente nada más pisar el ministerio en 2018 Grande-Marlaska y el mantenimiento de los CIEs y concertinas hasta la propuesta utilitarista de Escrivá de incorporar al mercado laboral a inmigrantes y el apoyo decidido a que la OTAN denomine como amenaza la inmigración en la Frontera Sur en su reciente cumbre. Una vez más hacemos nuestro uno de los lemas estos días en las concentraciones de denuncia: “El gobierno progresista también es racista”. Las 40 muertes en la frontera son decisiones políticas con responsables politicos, no son fenómenos meteorológicos. Por ultimo, exigimos la dimisión de Fernando Grande-Marlaska como responsable de Interior, uno de los ministros más reaccionarios en democracia, así como de todos los mandos polciales responsables de las muertes en Melilla.
Las migraciones son consecuencia de este sistema capitalista y particularmente del imperialism y como tal hay que señalarlo. La lucha por la apertura de fronteras y la acogida de todos los inmigrantes pone de relieve la responsabilidad de los estados imperialistas en las crisis migratorias. Nuestra clase, la de l@s oprimid@s y explotad@s del mundo, tiene la responsabilidad de generar una movilización internacionalista contra la explotación de l@s trabajador@s y las políticas migratorias criminales al servicio del capital.
¡Basta de hipocresía de PSOE-UP, racismo institucional y políticas criminales en la Frontera Sur!
¡Libertad de circulación y acogida!