El reciente y esperado temporal ha tenido como resultado que miles de refugiad@s se queden helad@s en las tiendas de campaña en Lesbos, Quíos y en otros lugares, que miles de sin techo se hielen en cajas de cartón en las ciudades, al mismo tiempo que una pobre anciana en Komotiní fue trasladada fallecida al hospital por envenenamiento de gas por haber encendido un brasero para calentarse.
En la Grecia de los memorándums, del paro y de la pobreza centenares de miles de hogares no tienen dinero para proveerse de combustible para calefacción, con la consecuencia de que se ven obligados a usar peligrosos e insalubres modos para calentarse, miles de pobres y desemplead@s viven en chabolas o en cajas de cartón porque no tienen para pagar su alquiler o bien los bancos les han quitado sus casas, junto a las cuales encontramos a decenas de miles de refugiad@s en tiendas de campaña en los campos de concentración.
¡Qué miseria moral la de este gobierno, la declaración del diputado de Syriza y responsable de la coordinación estatal de la acogida de l@s refugiad@s Giorgos Kyritsi, la de que “Hemos acomodado a 9.000 refugiad@s, y sólo se nos han quedado 1000 en las tiendas”!
L@s refugiad@s, sin techo, pobres y desemplead@s no son números que el capitalismo debe acomodar sino vidas humanas, no son “víctimas del temporal” sino de las políticas racistas y al servicio de los memorándums del gobierno Syriza-ANEL que el altar de los superávits, del cierre de la segunda evaluación de la troika y del acuerdo de la UE con Turquía l@s sacrifica. La lucha contra los memorándums y el racismo es, literalmente, cuestión de vida o muerte.
La UE y el gobierno griego les niegan una vida digna
La situación en la cárcel-infierno de Moria se hace cada día peor. Personas hacinadas entre el hielo y la nieve, sin ropa adecuada ni calefacción, incluso en tiendas de campaña condenadas a una muerte lenta. Se trata de miles de refugiad@s e inmigrantes enjaulados allí. Ya desde por la mañana empiezan a ser transladad@s al hospital con problemas muy graves de salud. Estas personas escaparon de las bombas y de la muerte, se salvaron de las olas, pero no encontraron su libertad.
Sin embargo lo que está sucediendo estos días supera todos los límites. Nos encontramos ante un analgésico criminal que equivale por una decisión política consciente a un asesinato masivo de seres humanos por su exposición a fenómenos meteorológicos extremos. No se trata de na incapacidad política notoria, sino de una elección política consciente, tanto del gobierno como de las autoridades locales y regionales.
El gobierno de Tsipras también en la cuestión de l@s refugiad@s no tiene que envidiar nada del gobierno de Samaras, de hecho parece hacer méritos por superarlo. Si en los días de Nueva Democracia y el PASOK l@s refugiad@s se ahogaban en las olas del Egeo, en los de Syriza y ANEL se morirán de frío.
Vergüenza del ministro de Política migratoria Giannis Mouzalas, quien hace pocos días tuvo la osadía de afirmar. “Ningún refugiad@ ni inmigrante sabrá en Grecia lo que es el frío, hemos completado satisfactoriamente los procedimientos para afrontar el temporal”. Vergüenza impúdica del diputado de Syriza por Lesbos Giorgos Pallis, que hace unas horas pidió hipócritamente a los hoteleros que diesen cabida a l@s refugiad@s en sus hoteles.
Vergüenza del alcalde de Lesbos Spiros Galinos y la responsable de la región del norte del Egeo, Cristina Kalogyrou, que no se ocuparon de abrir polideportivos ni lugares acogedores para tantas personas que duermen en la nieve. Vergüenza de los ayuntamientos de Mitilene y Mithymna que mantienen cerradas las iglesias y monasterios, que podrían hospedar a tod@s l@s refugiad@s de la isla.
Exigimos inmediatamente abrir los colegios, gimnasios, centros culturales, oficinas municipales y otros tantos espacios cálidos de la isla para que sean acogidos refugiad@s e inmigrantes. Pedimos el uso de los hoteles para albergar a refugiad@s todo el tiempo que dure el temporal y el invierno. Condenamos una vez más el acuerdo de la UE con Turquía firmado de forma entusiasta por el gobierno Syriza-ANEL y las políticas genocidas que lo rigen, así como los memorándums aplicados.