Desde Izquierda Anticapitalista Revolucionaria – IZAR queremos mostrar nuestro apoyo y solidaridad a los y las trabajadoras del Lidl, que este 4 de junio están llamados a una jornada de huelga en todo el Estado español. Entre las reivindicaciones que les llevan a la huelga se encuentran la condonación de todas las horas negativas que la empresa ha provocado; que no se contabilicen como horas complementarias las que son horas extraordinarias de fuerza mayor, más aún cuando no estaban programadas en los calendarios; el refuerzo integral del control del aforo en tiendas, el aumento de las horas para la carga de trabajo existente; un protocolo real para el textil que se vende, etc.

Frente a la ofensiva del capital…

Desde el inicio del estado de alarma y a pesar de haber seguido abiertos los supermercados al ser servicios esenciales, Lidl no entregó EPI hasta el 20 – 21 de abril. Las semanas anteriores, en los momentos más duros de la pandemia, la plantilla tuvo que seguir en sus puestos de trabajo en unas condiciones de seguridad lamentables, poniendo en riesgo su salud y las de sus familias.

Tras la normalización de las ventas, al constatar que iba a ganar menos de lo que tenían previsto, la empresa empieza a buscar otras fuentes para aumentar su tasa de beneficio. Empiezan por duplicar el aforo inicial, reducen las horas y el número de trabajadores/as por turno aunque las tareas no disminuyan y vuelven a vender productos como ropa sin asegurar protocolos de desinfección adecuados. En decir, Lidl busca más y más ganancias a base de explotar al máximo a los y las trabajadoras y poner en riesgo la salud del conjunto, a pesar de haber registrado 150 millones de beneficios el año pasado y ser la segunda marca de supermercados en ventas en el Estado español.

El ejemplo de Lidl no es aislado. El ataque del capital en forma de ERTE y despidos para 3.900.000 trabajadores/as , con 700.000 personas que aún no han cobrado prestaciones y con previsiones de que se van a destruir 1.200.000 empleos en 2020, no se va a detener aquí, pues cuenta con las políticas de un gobierno que no se enfrenta a esta lógica de máximo beneficio de unos pocos a costa de la mayoría y con el apoyo velado de las direcciones sindicales. El último ejemplo con el tema de la falsa derogación de la reforma laboral del PP deja pocas dudas. Está claro que la patronal y los capitalistas piensan hacer caer sobre nuestras espaldas esta crisis como pasó con la de 2007.

…es necesario dar una respuesta conjunta

Los y las trabajadoras de Lidl tienen además otro frente, la negociación de un nuevo convenio colectivo en el que es muy probable que la empresa quiera aprovechar el contexto para acabar con las condiciones más favorables que tiene el actual. Por ello es necesario dotarse de un calendario de lucha sostenido en el tiempo, abriendo el debate a la posibilidad de iniciar una huelga indefinida reconducible (en la que cada día una asamblea de los y las trabajadoras decidieran si quieren seguir con la huelga), para presionar a la patronal y dejarles claro que se acabó jugar con nuestra salud y el futuro de precariedad que nos tienen reservado.

Si los ataques de las empresas son generalizados, las respuestas de la clase trabajadora deben ser unitarios. Decathlon, las Kellys, Nissan, Alcoa o Lidl son unos de tantos ejemplos de trabajadores/as que se están enfrentando a esta situación. La tarea que todas las organizaciones sociales, sindicales y políticas que defendemos que esta crisis no la van a pagar la clase obrera y la juventud es invertir la dinámica de luchas aisladas contra los abusos de la patronal, pues ellos ganan cuando nos hacen sentir que estamos solos. Tenemos la responsabilidad de reagrupar y hacer converger mediante la movilización todas las resistencias que se están dando, así como levantar un programa de urgencia social que haga pagar la crisis a los capitalistas.

Desde IZAR apoyaremos las diferentes convocatorias y movilizaciones de los y las trabajadoras de Lidl y aprovechamos para pedir al resto de la clase trabajadora y la juventud, a sus organizaciones, a que se solidaricen con la huelga de Lidl. La lucha es el único camino.