Después de un año particularmente difícil, entre la pérdida de empleo y la educación a distancia, l@s jóvenes escolarizad@s en Francia se enfrentan nuevamente a la falta de plazas en la educación superior, consecuencia directa de la falta de recursos destinados a las universidades, acentuada este año por un recorte presupuestario de 188 millones de euros. La falta de plazas en másteres ha sido especialmente publicitada en los últimos meses y, para que los hashtags se conviertan en una movilización concreta en las universidades, es necesario organizarse dentro de las universidades.

La selección no es un problema nuevo en la universidad, reforzado desde hace varios años por la introducción de la selección a la entrada del máster, la creación de Parcoursup, el aumento de las tasas de matrícula para l@s estudiantes extranjeros… Pero no debe considerarse inevitable. En efecto, desde hace varios años se organizan campañas de matriculación de estudiantes rechazad@s por las distintas plataformas de selección que han permitido combatir localmente las políticas de selección aplicadas por la dirección universitaria.

Movilización frente a la dirección universitaria y el gobierno Macron


Desde julio, en Nanterre, Lyon, Lille, Grenoble, Le Mans, estudiantes activistas de la UNEF han identificado a cientos de jóvenes y l@s han puesto en contacto para que se organicen en asamblea general y reclamen la apertura de plazas. Otras organizaciones como UET en Toulouse o Solidaires EtudiantEs en Montpellier están haciendo campaña en la misma dirección. En Nanterre, una primera manifestación en octubre reunió a 100 estudiantes y las asambleas generales reunieron a más de 100 personas decididas a no dejar que la escasez de presupuesto les impida estudiar.

L@s estudiantes “sans-fac” deciden colectivamente los términos de la movilización y buscan establecer, a través del llamamiento ofensivo de la gestión universitaria, el equilibrio de poder capaz de permitirles obtener la satisfacción de sus demandas. En años anteriores, estas campañas han ganado lugares en la universidad para muchas personas, gracias a su determinación y al carácter colectivo de su lucha.

El año pasado dejó claro a much@s estudiantes que no se puede esperar nada del gobierno y que las colas pueden extenderse frente a las distribuidoras de alimentos sin que se brinde asistencia financiera. La aplicación de la selección incluso dentro de los años de licenciatura con la eliminación de las tasas de l@s estudiantes también es objeto de un descontento significativo dentro de las universidades; no se han tomado medidas sustanciales para evitar un retroceso si la crisis sanitaria volviera a agravarse: aulas abarrotadas, no contratación de personal adicional, etc.

Autoorganización, determinación…y ocupación

A pesar de la falta de una perspectiva real de lucha propuesta por la dirección sindical, una movilización nacional para defender y conquistar nuevos derechos estudiantiles es necesaria y posible mientras que la ira y la falta de confianza en el gobierno han fracasado, nunca ha sido tan fuerte. La movilización de l@s  “sans-fac” muestra, a su escala, que hacer coincidir la autoorganización, la movilización en torno a demandas concretas, la determinación y la confianza en la posibilidad de ganar, permite lograr victorias.

El pasado 27 de octubre, casi 2 meses después del inicio del año académico, alrededor de 60 estudiantes aún sin asignación ocuparon el edificio de la presidencia de la Universidad de Nanterre con la esperanza de una respuesta, en donde estarán hasta que no obtengan su matrícula. A grito de “¡Estudiar es un derecho, no un privilegio!” colgaron el lema como pancarta en fachada del edificio y todos los días al mediodía sacan el megáfono a través de la ventana. Estudiantes y organizaciones sindicales vienen desde entonces a apoyarl@s bajo la mirada de los guardias de seguridad. Están convencid@s de aguantar hasta el final.