La potencia de la huelga del 5 de diciembre y del movimiento que está naciendo, reside en el hecho de que, por primera vez desde 2016 y la movilización contra la Loi Travail, es posible que el conjunto de nuestro bando social se movilice junto.

¡La unidad de nuestra clase es posible!

Aunque la huelga se haya anclado sobretodo en la RATP (metro y buses urbanos), en la SNCF (trenes) y en la Educación, el pasado jueves trabajador@s de numerosos sectores dejaron de trabajar y se manifestaron. L@s paradas, pensionistas y la juventud escolarizada estuvieron también en la calle, así como los chalecos amarillos los cuales participaron de lleno en la movilización, en los piquetes, en los bloqueos y en las manifestaciones. Jérôme Rodrigues, cara emblemática de los chalecos amarillos, participó en la Asamblea General interprofesional y de los frentes de lucha que tuvo lugar en París.

En contrapartida es importante que much@s trabajador@s participen en las manifestaciones de los chalecos amarillos previstas hoy (ayer día 7). Son esos lazos, al demostrar la posibilidad de un movimiento común de nuestro bando social, los que hacen temblar al gobierno y a la patronal.

El gobierno intenta dividirnos

El pasado viernes, en una respuesta directa a la movilización, el primer ministro Édouard Philippe pronunció un discurso en el que decía un poco de todo. Al igual que afirmaba que mantendría contra viento y marea la reforma, con la desaparición de los regímenes actuales y la puesta en marcha de una jubilación por puntos, también abrió una puerta a unas negociaciones sobre su aplicación para los sectores más movilizados: la RATP, la SNCF y la educación nacional.

El objetivo es dividir al movimiento, haciendo creer que se puede negociar una “buena puesta en marcha de la reforma”. Sin embargo, sea cual sea la aplicación, la reforma Delevoye conllevará de todas todas una disminución generalizada de las pensiones y un alargamiento del tiempo de trabajo.

Frente a las maniobras del gobierno: organizar la huelga

Frente a los intentos de negociar sector por sector, es necesario poder, en todos los lugares, desarrollar, profundizar y organizar la huelga dotándola de fechas para darle ritmo. Por eso es necesario hacer que la manifestación del próximo martes día 10 sea un éxito masivo para que permita multiplicar el número de sectores que reconducen la huelga (siguen con la huelga) tanto en el público como en el privado. Por ello, es también central multiplicar las asamblea generales.

En los lugares de trabajo, es el medio para conseguir que un máximo de compañer@s debatan y se convenzan de que es el momento de enfrentarse a este gobierno y a la patronal, y se apropien de la huelga. Es también muy importante desarrollar las Asambleas Generales interprofesionales. Son el medio para impedir las negociaciones sectoriales y para al contrario tejer lazos entre sectores y profundizar el enfrentamiento con el gobierno. Esas Asambleas Generales deben reforzar la huelga en los sectores más movilizados, organizando acciones que les puedan ayudar. La huelga sólo podrá generalizarse mediante el desarrollo de esa autoorganización.