Ya se conocen todos los detalles de los decretos para romper todavía más el Código del trabajo, en continuidad con la Ley El Khomri. No es una sorpresa para tod@s aquell@s que han pensado que desde la llegada al poder de Macron no hay nada que negociar con este gobierno completamente fusionado con la MEDEF (patronal francesa). Esta Loi Travail versión XXL es un ataque sin precedentes contra el mundo del trabajo.

El código del capital

El acuerdo de empresa primará sobre los acuerdos de sector. L@s trabajador@s se quedarán sol@s frente a la patronal en las empresas sin sindicatos. Para “responder a las necesidades de la empresa”, un acuerdo de empresa podrá igualmente hacer bajar los salarios, aumentar el tiempo de trabajo e incluso ¡imponer cambios autoritarios! Los despidos serán facilitados. Las multinacionales podrán justificarlos por mala salud en Francia incluso si está mejorando a nivel internacional.

El despido abusivo (sin causa seria y real) ya posible hoy va a desarrollarse: la cantidad a deber por el patrón hasta ahora predefinida y limitada. Las protecciones de l@s trabajador@s, en particular lo que se refiere a la salud y a la seguridad en el trabajo, y el derecho sindical, son atacados considerablemente. La patronal sueña con hacer retrotraer al conjunto de l@s asalariad@s al siglo XIX, sin derechos y sometid@s a la gestión arbitraria más brutal.

Tod@s atacad@s, así que tod@s movilizados desde el 12 de septiembre

El último sueño de Gattaz y de los patrones de CAC 40 que todavía se han cebado de los beneficios es el de l@s trabajador@s sin contrato y sin derecho a imagen de l@s emplead@s de Uber y l@s librer@s de Deliveroo, que se enfrentan desde hace muchas semanas a esta nueva ley de esclavitud salarial.

No sólo Macron tiene la intención de atacar a l@s trabajador@s del sector privado. Su proyecto es mucho más global. Es el conjunto de la clase trabajadora el que debe ser aplastado. Los ataques contra la función pública no han quedado todavía atrás: 120 mil supresiones en Correos, recortes salariales y de días de baja por enfermedad.

Y más allá está el conjunto de las clases populares las que son atacadas: l@s jóvenes con la disminución de las APL (ayudas a la vivienda) en 5 euros, el refuerzo de la selección en la entrada a la universidad, la reforma del Baccalauréat (examen similar a la Selectividad) y el proyecto de la nueva ley del trabajo y para l@s más mayores con el fuerte aumento de las CSG (contribución social generalizada) sobre las pensiones, incluso las más modestas. Sin olvidar l@s miles de trabajador@s con contrato precario despedid@s brutalmente por el estado, que hacen una labor esencial en numerosas escuelas, ayuntamientos, asociaciones, hospitales.

Para frenarlos, tendremos que bloquear todo

La jornada de huelga interprofesional y de manifestaciones a nivel nacional el próximo 12 de septiembre lanzada por la CGT y Solidaires, y algunas secciones de FO y la FSU, debe ser el primer paso hacia la aparición de un movimiento general para parar esta ofensiva sin precedentes. ¡El miedo tiene que cambiar de campo social! Hace falta que las huelgas sean visibles, las manifestaciones masivas, para dar confianza a tod@s l@s que tienen la determinación de hacer al gobierno y la patronal.

El nuevo-viejo gobierno de la República en Marcha quiere validar los decretos el 22 de septiembre… así que hay que dotarse rápidamente de un calendario de movilización radical. Pues para enfrentarse a las políticas de Macron y Pénicaud, hará falta algo más que una simple jornada de movilización. Para hacer replegarse a la patronal, es toda la economía del país la que hay que bloquear.

Es un nuevo mayo del 68 lo que hay que llevar a cabo, pero un mayo del 86 que vaya hasta el final, que barra de una vez por todas el poder de estos Macron, Pénicaud y de todos los patrones que se enriquecen por nuestra explotación.