Hace unos días la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, hacía las siguientes declaraciones al hablar de la reforma laboral de Rajoy y a su posible derogación: “Es poco productivo estar discutiendo todo el tiempo sobre deshacer reformas, sobre revertir reformas en ámbitos que lo que requieren es una visión de futuro. (…) Hay que dedicar las energías a tratar de adaptar el marco laboral a las nuevas realidades, no volver a mirar atrás”. Lejos queda ya la promesa de Pedro Sánchez, tras ganar las primarias del PSOE, de que lo primero que haría sería: “derogar la reforma laboral de Rajoy para recuperar los derechos de los trabajadores”.

Donde dije digo, digo diego. ¿Pero realmente esto ha sorprendido a alguien? Verdaderamente no era de esperar que el mismo PSOE que rescató bancos con dinero público, que recortó, que reformó la Constitución para priorizar el pago de la deuda sobre el gasto social, que aprobó una reforma laboral que ya abarataba y facilitaba el despido o que elevó la edad de jubilación a los 67 años, siguiera, hoy, legislando a favor de la patronal.

¿Qué ha cambiado entre el 2010 y el 2019 para pensar que el gobierno de Zapatero, ayer, y el de Sánchez, hoy, fuesen a llevar a cabo políticas diferentes? Al contrario, las declaraciones de Ana Botín, presidenta del Banco Santander, ensalzando a Nadia Calviño al ser ésta elegida ministra de Economía hacían ya presagiar por dónde iban a ir los tiros.

La misma que a los pocos meses de hacerse con la cartera de Economía aseguraba en una conferencia en Londres que “una parte” de la reforma laboral había tenido “resultados positivos al dotar de mayor flexibilidad al mercado laboral”, es la que ahora aboga por un nuevo Estatuto de los trabajadores del siglo XXI. Miedo da y más vale que nos preparemos para hacer frente a lo que está por venir.

¿Qué hacen las direcciones de CCOO, UGT y Unidas Podemos?

Por lo que se refiere a los sindicatos mayoritarios, las declaraciones de sus respectivos secretarios generales son más claras sobre sus intenciones. Nada de llamamientos a la movilización. Al contrario, se limitan en sostener que su prioridad es fijar una fecha para reunirse con el ministerio con el fin de eliminar algunos de los aspectos de la reforma laboral de Rajoy. “Con nosotros que no cuenten si no se desmontan los aspectos más lesivos” ha dicho Pepe Álvarez (UGT) mientras que Unai Sordo (CCOO) insistía en que “Se trata de corregir una reforma laboral que es un lastre para la recuperación salarial en España”. Y poco más.

En lugar de hablar ya de movilizaciones prefieren hacer cábalas sobre quienes configurarán el próximo gobierno y centrarse en el debate postelectoral de los pactos. Su brújula no ha cambiado: sigue siendo la del diálogo social y la pedir que se conforme lo que ellos denominan un gobierno de izquierdas con el PSOE y Unidas Podemos al frente para así poder solventar todos nuestros problemas.

En eso anda también la dirección de Unidas Podemos. Por más que Pedro Sánchez y el PSOE hayna dicho que no quieren gobernar con ellos, por mucho que estén dando ya pinceladas de por dónde pueden ir sus políticas económicas, Pablo Iglesias y Unidas Podemos no dejan de suplicar al PSOE que le dejen entrar en su gobierno. Tal y como ya hiciesen durante las campañas electorales, toda su orientación política se basa en política electoral y en conformar gobiernos junto al PSOE para forzarles a hacer políticas para l@s trabajadoras y la juventud. La misma milonga de siempre.

Se trata aquí de reeditar lo que en su día ya hizo IU y de lo que ya sacamos balance los y las de abajo: gobernar a toda costa para acabar aplicando políticas de ajustes, y basta con acordarse del “por imperativo legal” tal y como decía Valderas en Andalucía. Esa política nefasta sólo genera desmovilización ya que l@s que deberían de estar saliendo a la calle se centran en justificar las políticas antisociales de esos gobiernos, a la vez que crea falsas ilusiones sobre el PSOE y su gobierno.

Pasar del debate sobre los pactos de gobierno al de cómo recuperamos la calle y la movilización sostenida

Mientras que Unidas Podemos se postula para tener ministros, mientras que las direcciones de CCOO y UGT rebajan su discurso hasta proponer reunirse con el gobierno de Sánchez para hablar de los elementos más “lesivos” de la reforma laboral”, la patronal sabe dónde están sus intereses de clase y cómo defenderlos. Para la CEOE, nada de propuestas a la baja y por eso hace unos días, los empresarios planteaban al gobierno abaratar y facilitar el despido libre con 20 días y un máximo de un año de indemnización con el fin de… fomentar el contrato indefinido.

Frente a esas políticas sólo hay un camino. Ningún gobierno del PSOE tenga o no ministros de Unidas Podemos va a enfrentarse a la patronal y a sus políticas. Ningún gobierno del PSOE tenga o no ministros de Unidas Podemos va a enfrentarse a los dictados de la troika. Para eso, sólo hay una vía, la movilización, las huelgas y la organización de l@s que sufrimos el paro, la precariedad, las opresiones y los recortes.

En ese sentido, es necesario que todas las organizaciones sociales, políticas, sindicales, y que tod@s l@s militantes y activistas que piensan que el centro del debate político está ahí se reúnan para coordinar una intervención común, para reforzar y unificar las luchas existentes y para reconstruir las movilizaciones generales en la calle. Hay que poner de actualidad un programa de urgencia social para l@s trabajador@s, l@s pensionistas y la juventud que asuma que para repartir la riqueza es necesario enfrentarse a los intereses de la patronal y de los más ricos.

Tod@s l@s que estamos convencidos de que las instituciones y los programas electorales no cambian nuestras vidas, tenemos una responsabilidad política para ofrecer una alternativa que vaya más allá de quedarnos de brazos cruzados a ver si el gobierno de Sánchez nos traiciona o no y si Unidas Podemos tiene o no ministros. De no ofrecer dicha alternativa, quien seguirá creciendo y reforzándose sin ninguna duda será la extrema derecha y sus políticas. De nosostr@s depende. Por eso desde Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR hemos decidido emplazar ya a distintas organizaciones, sectores sociales y sindicales a tener reuniones para debatir de todas esas cuestiones.