
Tras la crisis sanitaria, con un IPC por las nubes y una dificultad cada vez más complicada para que el capitalismo mantenga sus cuotas de beneficios, la sociedad no solo sufre un aumento en los precios del mercado, sino que, en los centros de trabajo, foco de lucha por la dignidad y los derechos de nuestra clase, también se ven incrementadas las luchas y el sindicalismo por sueldos que permitan vivir, contra derechos que se vayan recortando, etc. Por supuesto que la patronal ansiosa por destruir cualquier atisbo de lucha, saca adelante todos los medios a su alcance para poco a poco desmantelar estos conatos de unión obrera.
Decathlon es empresa de la conocida familia Mulliez, multimillonaria desde hace más de un siglo y con una estructura familiar explotadora, que no solo tiene a Decathlon como empresa extractora de beneficios de la clase trabajadora, sino que también cuenta en nuestro territorio con Alcampo , Leroy Merlín, Kiabi, Pimkie y parte de Norauto sin mencionar otras sucursales en el resto del mundo. Esta familia es la 15ª fortuna del mundo y no obviamente por el esfuerzo y el emprendimiento en un garaje, sino por sangrar de forma continuada a millones de trabajador@s en todo el mundo durante todos esos años.
Además, no olvidamos, cómo durante la pandemia gracias a las medidas del gobierno PSOE-UP para mantener a los capitalistas, dejando las migajas a las personas trabajadoras, se mantuvo en ERTE a sus trabajador@s durante 3 meses para que no se vieran afectad@s los más de 500 millones de beneficios que tiene la empresa a nivel mundial cada año, de nuevo a costa de nuestras espaldas.
Después de la presentación, cabe mencionar que el sector servicios en el Estado español representa más del 75% del empleo y que en comercio viene acompañado de precariedad, parcialidad, bajos salarios, “cara de mujer” y sin duda, Decathlon no es ajena a todas estas desigualdades. No solo son bajos los convenios provinciales de comercio o los de grandes almacenes, es que los de empresa son idénticos.
Si cabe más aún, frente a una subida desorbitada del precio de la vida, este año los salarios en Decathlon solo se han consolidado un mísero 2.5% y llevamos años de pérdida de poder adquisitivo mientas las acciones y las arcas de la familia beneficiaria no paran de crecer. Además de tener a un 30% de plantilla eventual que ahora la empresa gracias a la ligereza de la Reforma Laboral, plantea convertir en fijos discontinuos, cuando la plantilla de fijos normales y sus jornadas contratadas tendría que, directamente, crecer exponencialmente.
Por si fuera poco, todo esto se cuece en un caldo de cultivo para las trabajadoras, que pasa por meter en vena la venta online, con todos los procesos que eso conlleva en el día a día, las cajas de autocobro, quintuplicando las cargas de trabajo, imposibles de medir y de cuestionar ante una estructura piramidal que en cada tramo excluye, limita y ningunea a las personas que hacen frente a la explotación. Ante esto son muchas las personas que optan por la organización y la lucha y por defender los derechos del sector y de las plantillas.
Mientras la patronal forma a todos los rangos jerárquicos desde los equipos de “recursos inhumanos” hasta el más pequeño responsable de sección en un anti sindicalismo, sutil pero efectivo, que juega desde cada elecciones sindicales hasta el día a día en las reuniones de comité, con la psicología de las personas jóvenes que trabajan en la empresa y con su precariedad laboral, ofreciendo subidas de horas contratadas, horas festivas o pluses voluntarios sin ningún control objetivo para poder controlar la acción sindical en sus centros de trabajo.
Por desgracia para la empresa son también muchas las personas que resisten y que se enfrentan cada día a estas actitudes y que consiguen con éxito mejoras para toda la plantilla, ya que históricamente ni se ponían las horas de vacaciones generadas por las “malditas horas complementarias” (invento de una de tantas reformas que debieran ser jornada fija), ni se compensaban los excesos de jornada de los tiempos parciales, ni se analizan los riesgos psicosociales de manera efectiva, etc.
En el centro de trabajo de Málaga en el Centro Comercial Rosaleda, además, gracias a las compañeras que llevamos denunciando las anteriores injusticias, en los últimos años hemos conseguido por diversas sentencias que ponemos bianualmente, 12000€ para todas las personas que han decidido denunciar excesos de jornada, además recientemente se ha ganado inspecciones por cubrir la huelga que secundamos las compañeras el 8M de 2021.
Por supuesto que las empresas quieren acabar con la acción sindical y hacerlo de la forma que sea, incluso como en los últimos casos conocidos amonestando por 3 días de empleo y sueldo, usando el régimen disciplinario de forma discriminatoria, contra la compañera que coordina la sección sindical estatal por CCOO que justamente tiene el papel de hacer que sean cada vez más las personas que se suman a la lucha en los distintos centros de trabajo, algo que las empresas; en vistas de los resultados que dan más beneficios a la clase obrera que a las familias explotadoras, no tolera.
También con el caso de Mario, compañero de la sección sindical de CGT en el almacén de Getafe en Madrid, recientemente amonestado con 11 días de empleo y sueldo por pedir asistencia de un representante sindical en las reuniones que las y los trabajadores tienen con sus jefes directos de forma individual, siempre que las personas trabajadoras así lo deseen o lo consideren necesario. Estas reuniones son el primer eslabón en el que se comienzan a nutrir esas políticas antisindicales de la empresa, donde comienzan las presiones y esa manipulación a las personas trabajadoras bien para orientar el voto, para limitar la conciliación o para forzar la explotación diaria bien con tareas por encima de tus responsabilidades de manera “voluntaria” y sin cobrar, bien haciendo trabajo desde casa, bien colgando sobre los hombros de las plantillas el triple de tareas de las que se pueden asumir. Por supuesto la empresa no puede tolerar que se rompa ese mecanismo de control con representación sindical que equivale a tener el control de los medios de comunicación.
Después de la concentración realizada en Málaga el pasado 18 de marzo, apoyada por multitud de organizaciones políticas y sindicales, así como distintas secciones sindicales del mismo y otros sectores, la empresa ha cedido a dejar la sanción grave de Ester en una amonestación leve acorde a la dinámica existente en la empresa en tales casos. Ahora queda resolver la situación de Mario.
Vistas las dinámicas empresariales obcecadas por dividir y disminuir la lucha de trabajador@s, no hay otro camino que la organización por parte de toda la plantilla tanto de Decathlon, como del resto del sector servicios para mostrar la fuerza de las que realmente se dejan el sudor en el trabajo y mejorar las condiciones laborales de ese 75% del empleo.
¡Que la situación del sector, el antisindicalismo y la precariedad que yace detrás de ese interés patronal solo se frena con más lucha obrera!