Los médicos, profesores, estudiantes y bomberos catalanes muestran el camino a seguir en el resto del Estado
La semana del 26 al 30 de noviembre ha estado marcada por grandes movilizaciones y huelgas en Catalunya. Son varios sectores los que se han movilizado en torno a la cuestión de los recortes, de los salarios, de la precariedad, de las tasas universitarias y de la carga de trabajo.
Empezaron el lunes los médicos de atención primaria convocando 5 días de huelga para denunciar su sobrecarga de trabajo y para exigir que se otorguen más recursos para el sector y más tiempo para atender a los pacientes. El seguimiento de dicha huelga convocada por Metges de Catalunya (MC) y CGT ha sido de un 75%. Les siguieron, a partir del miércoles, los y las estudiantes que al calor de su huelga convocaron ellos también dos días en la universidad para exigir una reducción del 30% de las tasas universitarias.
Además de la huelga de estudiantes, que también piden la equiparación de los precios entre másteres y grados, la Coordinadora Obrera Sindical (COS) y el sindicato CGT han convocado huelga del Personal Docente e Investigador (PDI) de todas las universidades públicas catalanas. En la jornada de movilización del miércoles 28 médicos y estudiantes protestaron delante del Parlament y allí convergieron con unos 200 bomberos de la Generalitat que también protestaban contra el “deplorable” estado de su parque móvil y centros de trabajo, la falta de agentes y exigir que los presupuestos de la Generalitat reviertan la “precarización” del cuerpo. Los Mossos tuvieron que cerrar las puertas y cargar para impedir el paso de los médicos y bomberos que protestaban, deteniendo incluso a uno de los bomberos.
El jueves, volvieron a salir a la calle, convocados por IAC-USTEC, CGT y sindicatos estudiantiles entre otros,a la que no se sumaron ni CCOO ni UGT que tienen convocada por su parte una huelga de todo el sector público el 12 de diciembre, en una manifestación que congregó a 25 000 trabajadores y estudiantes para seguir reclamando mejoras laborales, unos presupuestos sociales y revertir los recortes. La manifestación estuvo compuesta por docentes, personal médico, estudiantes y trabajadores de la función pública en general. Los docentes que se incorporaban también a la movilización de estos días reclamaban la contratación de 7200 profesores y profesoras para así igualar la capacidad de 2010 y han marcado como línea roja la retorno de la hora lectiva que se perdió en secundaria en 2011.
Desde el unionismo, más cara que espalda
A raíz de estas movilizaciones han sido numerosas las declaraciones de los partidos políticos que se oponen al derecho a decidir de Catalunya. Ellos que nunca construyen ni las movilizaciones estudiantiles ni las de los y las trabajadoras, ellos que siempre se oponen a las huelgas, han visto en estas movilizaciones una oportunidad para tratar de golpear al independentismo. Así pues, Albert Rivera insiste en que “mientras se hace cola en la sanidad catalana, Puigdemont o Torra viven en el imaginario y los mundos en los que hay una república catalana que no existe” mientras que la portavoz del PP en el Congreso, Dolors Montserrat, dice que las huelgas de los médicos demuestran que Catalunya está mal gestionada.
Tienen más cara que espalda. C’s y el PP poniéndose del lado de los que se ponen en huelga. ¿Quién puede creérselo? Su único objetivo es tratar, por todos los medios, de debilitar al movimiento por el derecho a decidir en Catalunya. Sin embargo, entender eso no nos puede llevar en ningún caso en defender al Govern de la Generalitat ni a quedarse indiferente a esas huelgas. Al contrario, hay que apoyarse en esas movilizaciones para defender en la calle un programa de urgencia social para los trabajadores y la juventud en Catalunya.
Las organizaciones políticas, sociales y sindicales catalanas que defienden el derecho a decidir y una Catalunya de los y las trabajadoras deben estar a la cabeza de dichas movilizaciones sociales y no tener miedo a enfrentarse con el Govern de la Generalitat. Saludamos el llamamiento de la CUP a construir y reforzar dichas huelgas defendiendo una sanidad 100% pública. Hay que mantener una orientación de independencia de clase frente a los que recortan en Catalunya y frente a los que lo hacen en el resto del Estado y además niegan el derecho democrático a la autodeterminación.
No hay que aceptar el discurso engañoso del govern que en palabras del portavoz de JxCAT, Eduard Pujol, afirma que el debate sobre las listas de espera en la sanidad “son una distracción” que nos alejan de “lo esencial” que es la independencia. Ninguna confianza en esa burguesía catalana por mucho que se esté enfrentando al Estado Español. Sus intereses económicos no son los nuestros. Más que nunca, hay que empujar en la calle por la defensa de los derechos democráticos del pueblo catalán pero ligándolos a un programa de urgencia social que responda a las necesidades de las clases populares. Esa es la República catalana que queremos y esa es la que puede levantar simpatías en el resto de los y las trabajadoras del Estado Español.
La movilización sirve y se vuelve a comprobar
La huelga de los médicos ha arrancado una primera victoria. El acuerdo alcanzado con el Instituto Catalán de la Salud (ICS) supone una disminución de la ratio de 1800 a 1300 pacientes por facultativo, la remuneración de las horas extras, un mínimo de 12 minutos de atención por paciente, la incorporación de 250 nuevos médicos y la inversión de 100 millones de euros para la asistencia primaria. Ese acuerdo pone fin a 4 días de huelga que lograron hacer converger a diferentes sectores en lucha a lo largo de esta semana y que acabaron con la estrategia del aislamiento de las luchas y del cada uno por su lado. Este es el camino a seguir si se quiere optar por una estrategia que permita arrancar victorias y retomar la confianza en nuestras propias fuerzas.