El próximo 15 de octubre diferentes asociaciones de pensionistas de todo el Estado Español han convocado una manifestación centralizada en Madrid “por la recuperación del poder adquisitivo de pensiones y salarios”. La importancia de que esta movilización sea un éxito va más allá de que los motivos de su convocatoria son más que justos.

La propuesta de la patronal y los banqueros

Desde 2013, con los 33.000 millones de euros recortados para las pensiones, los y las pensionistas de todo el Estado acumulan una lucha ejemplar contra el continuo esquilmado del sistema público de pensiones, llevado a cabo por los gobiernos de diferentes pelajes que hemos tenido. Recordemos las declaraciones de hace un año del ministro de la Seguridad Social del gobierno de PSOE-UP y exdirectivo del BBVA, José Luis Escrivá: “Hace falta un cambio cultural en España para conseguir que se trabaje más entre los 55 y los 75 años”, para entender que el objetivo de estos gobiernos al servicio de la patronal y los banqueros es, además de exprimir más a la clase trabajadora, el lograr una bajada global de las pensiones al aumentar el tiempo de cotización. Esto generará unas pensiones tan bajas que nos harán acudir a los fondos de pensiones en manos de especuladores, cerrando así el circulo de la privatización del sistema público de pensiones.

A esto hemos de añadir el contexto actual, con una inflación disparada y el aumento de los precios, de pérdida de poder adquisitivo por parte de nuestra clase social en activo y ya jubilada. En lo que va de año, la subida media de los salarios ha sido de un 2,4% y las pensiones un 2,5% mientras el IPC lo ha hecho en un 10,2%. Vemos como este sistema de producción capitalista nos arroja a un presente de miseria y a un futuro aún peor.

Contras sus beneficios, nuestros intereses

Es necesario rebelarse ante el destino que estos ricachones nos tienen reservado, por eso es tan importante apoyar y construir esta movilización del 15 de octubre. Que las calles se llenen exigiendo frente a sus privilegios nuestras necesidades. Ellos quieren que trabajemos hasta los 75 años, nosotros y nosotras exigimos una jubilación plena a los 60 años o incluso antes en los trabajos con un mayor desgaste (minería, construcción). Ellos quieren que nuestra pensión salga de los últimos años cotizados, exijamos que se calcule en base al mejor salario que hayamos tenido así como una pensión mínima de 1200€ ajustable a la subida del precio de la vida. En definitiva, aprovechemos esta manifestación para poner encima de la mesa un programa de urgencia social que defienda los intereses de nuestra clase frente a los de la patronal y los banqueros.

Aprovechar el 15 de octubre para construir una alternativa coordinada y solidaria

Ante los ataques que se vienen contra nuestros derechos y nuestras ya maltrechas condiciones de vida, es importante que estas movilizaciones centralizadas sirvan para impulsar una mayor coordinación y solidaridad dentro del movimiento obrero y la juventud. El número de huelgas aumenta, demostrando que l@s trabajador@s estamos dispuestos a luchar a pesar de los cantos de sirena que los partidos como Podemos e Izquierda Unida nos lanzan para desviar nuestra fuerza a los callejones sin salida de las instituciones.

Sin embargo, son luchas aisladas unas de otras aun cuando los motivos coinciden  muchas veces y el enemigo es el mismo. No hay duda de que estas luchas serían mucho más fuertes con un calendario común de movilizaciones en las calles y los centro de trabajo y estudios. Este 15 de octubre rompe una dinámica en las que estas convocatorias estatales han sido escasas estos últimos años y debemos aprovechar para que esta fecha marque el inicio de este proceso, aunando a la lucha por el sistema público de las pensiones y el aumento de su cuantía la defensa de los demás servicios públicos, el aumento de los salarios al mismo coste de la vida, el derecho a la vivienda, la lucha contra la destrucción del planeta.

Desde Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR llamamos a construir esta movilización, así como queremos lanzar una reflexión a las diferentes fuerzas políticas independientemente de su tradición histórica, sectores sindicales y activistas que defiendan esta perspectiva para buscar fórmulas que nos permitan aprovechar esta oportunidad que se nos brinda el 15 de octubre para coordinar una intervención conjunta en el Estado Español, uniendo las luchas y desarrollando ese calendario común y un programa de urgencia social que defienda los intereses de la mayoría frente a los beneficios de la minoría.