Macron y los políticos de todo pelaje muestran repentinamente una admiración total por las y los trabajadores que están en primera línea frente al virus. El plan de comunicación está bien rodado ahora: ¡presentar como héroes a trabajador@s cuyas reivindicaciones no les importaron nada ayer cuando fuimos llamad@s privilegiad@s!
La situación actual muestra a las claras quién es útil a la sociedad y quiénes la hacen girar. Los poderosos de este mundo son quienes siempre llevan mascarillas durante sus ruedas de prensa ante los medios o en las reuniones por videoconferencia, pero en cambio nos ordenan ir a trabajar sin protección. No para luchar contra el “derrotismo” denunciado por el ministro de Trabajo, sino porque sin el conjunto de l@s trabajador@s, a menudo inbisibles, sin nuestro bando social, nada funciona. No es sólo hoy cuando l@s trabajador@s de la sanidad trabajan diariamente para sanar a l@s pacientes y salvar vidas, que l@s basurer@s recogen nuestros cubos y desechos por salubridad pública, que l@s emplead@s del transporte nos llevan al trabajo, que l@s trabajador@s de la distribución y del comercio hacen sus entregas en las tiendas, arreglan los estantes y llenan su caja registradora, que l@s agentes administrativ@s llevan a cabo sus tareas esenciales, que l@s obrer@s producen todo lo que es útil para la sociedad.
Para las grandes empresas y los gobiernos en cambio, lo que verdaderamente importa es que la máquina de beneficios no se detenga, por lo tanto hace falta que las empresas se pongan a funcionar, que la fábricas retomen el servicio, de modo que todo o casi todo se convierta en una actividad productiva “imprescindible”.
Porque los capitalistas sólo se enriquecen de nuestro trabajo, son ellos quienes acaparan la riqueza producida por l@s trabajador@s. Son parásitos que viven de nuestra explotación. Desde su confortable confinamiento en sus apartamentos de lujo o segundas residencias en el campo, se inquietan si nos resistimos y ponemos inconvenientes a poner en peligro nuestra salud y nuestras vidas en el trabajo para que ellos obtengan beneficios netos, incluso si pueden contar con la inestimable generosidad del gobierno que les promete un regalo de millones de euros. Una generosidad a la que l@s trabajador@s de la sanidad y los sectores esenciales no tendrán derecho ya que tendrán que continuar trabajando sin medios, sin protección real…porque son héroes.
Si hay una única cosa segura, es que no sólo habrá que acabar con el coronavirus, ¡sino también con todos estos parásitos que con o sin estado de alarma nos siguen explotando!