A continuación presentamos el informe presentado por nuestro partido a la fiscalía en Bérgamo, Brescia, Milán, Roma contra el gobierno nacional (principalmente Conte y el ministro Speranza), el gobierno regional lombardo (principalmente Fontana y Gallera) y los líderes de Confindustria (la patronal italiana) (principalmente el lombardo) en relación con la imposibilidad de crear una “zona roja” al menos en el área de Bérgamo (Alzano Lombardo, Nembro).

Desde hace muchos días subrayamos el papel criminal de los empresarios lombardos, cuyas presiones en Milán y Roma, como el alcalde moderado de Brescia, del Partido Democrático, denunciaba en una entrevista con Il Fatto Quotidiano, llevaron a no haber decidido el establecimiento de “zonas rojas” en Lombardía después de la establecida en el municipio de Codogno. Ahora, sin necesidad de ser epidemiólogos, se nos hace más que evidente, a partir de una lógica no formal sino dialéctica, de la experiencia china y de la de Codogno, que una cuarentena reforzada en focos de epidemia particularmente virulentos reduce la epidemia tanto en el exterior como en el exterior del área donde se aplica.

En los últimos días, se han hecho públicos algunos hechos particularmente graves. El 2 de marzo, el comité técnico-científico nacional enviaba al gobierno una nota urgente, firmada por su presidente Brusaferro, solicitando el establecimiento de una “zona roja” en las localidades de Alzano y Nembro. En vez de aplicar esta medida de inmediato, Conte y Speranza se tomaron el tiempo para fechar una reunión no de carácter inmediato, sino 2 días después, para verificar “si realmente había esa necesidad urgente”. Al mismo tiempo, se comunicaron con el gobierno lombardo, que en la web del diario The Post Internazionale confesó que tenía una reunión con el presidente de Confindustria en Lombardía, Bonometti, sobre el tema y con el resto de líderes de la organización de empresarios, cuyas posiciones sobre cómo tratar la epidemia se pueden imaginar bien.

El problema era obvio. En Codogno solo hay una fábrica química mediana, Unilever. En Val Seriana hay cientos de fábricas metalúrgicas, de las que al menos 10 son medianas y grandes. Es probable, considerando lo que ha afirmado el alcalde de Brescia, que reuniones o conversaciones similares tuvieron lugar en Roma, o con Roma. Lo que es seguro es que, en cualquier caso, el 4 de marzo las fuerzas policiales y del ejército estaban listas para bloquear el área desde el día siguiente al amanecer. Y en cambio, la orden nunca llegó. Sobre esto hemos sido testigos del vergonzoso rebote de responsabilidades entre el gobierno nacional y regional de Lombardía, como el de 2 cómplices sorprendidos con las manos en la masa.

Lo que es más que seguro es que miles de muertes en toda Lombardía han sido el resultado de la criminalidad de los empresarios, que en nombre del máximo beneficio no les importa la vida de l@s trabajador@s, y la de sus sirvientes complacientes con la política burguesa.

No sabemos qué futuro tendrá este informe de denuncia. Sabemos que el poder judicial es una de las superestructuras del estado burgués. Es poco probable que nuestro informe siga adelante. Esperamos encontrar en al menos uno de los 4 fiscales un juez democrático (o al menos ambicioso) que trate de desarrollar una investigación. En cualquier caso, esta denuncia y una posible campaña al menos servirán para recordar la verdadera naturaleza de la patronal al mayor número de trabajador@s y jóvenes.

Porque estamos totalmente de acuerdo con lo que el viejo filósofo marxista Antonio Labriola escribió a fines del siglo XIX en controversia con el gradualista y reformista pacifista Turati (en cualquier caso, más a la izquierda que varios gobernadores de la nueva izquierda actual): “En cuanto a mí, a los burgueses los considero buenos buenos solo para ser ahorcados. No tendré la suerte de colgarlos yo mismo, pero tampoco quiero ayudar a retrasar su ahorcamiento”.