Con Donald Trump todavía sin reconocer su derrota en las elecciones estadounidenses, se ha prestado mucha atención a qué líderes extranjeros felicitaron a los ganadores después de que se asumiera el resultado el sábado 8 de noviembre. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu se tomó su tiempo, esperando hasta bastante después que otros líderes mundiales hubieran reconocido a Joe Biden y Kamala Harris como los ganadores.

Pero, finalmente, el domingo, Netanyahu se unió al club: “Joe, hemos tenido una larga y cálida relación durante cerca de 40 años, y sé que eres un gran amigo de Israel” escribió Netanyahu en un twit dirigido al presidente electo Biden y la vicepresidenta electa Harris. “Tengo muchas ganas de trabajar con los 2 para fortalecer más la alianza especial entre los EEUU e Israel”. Era sin duda otro momento extraño para Netanyahu, para quien la identificación con el ultranacionalismo supremacista blanco de Trump ha sido marca distintiva de los últimos años.

Pero Netanyahu tiene razón sobre el compromiso incondicional y a largo plazo de Biden con Israel. En 1986, Biden dijo en el Senado de EEUU que Israel era “la mejor inversión de 3000 millones de dólares que hacemos”. “Si no hubiera un Israel, los EEUU de América tendrían que haberlo inventado para proteger nuestros intereses en la región”, dijo Biden en esa ocasión. Es un asunto que vuelve una y otra vez. Biden comentó en 2007 que “Israel es la única gran fuerza de América en Oriente Medio. Cuando era un joven senador, habría dicho: “Si fuera judío, sería sionista”, y añadió “Soy sionista. No hace falta ser judío para ser sionista”.

Una pelea de enamorados

El amor de Biden por Israel ha sobrevivido todo lo que se le ha tirado. Esto incluye la humillación pública que el gobierno de Netanyahu le hizo a Biden en 2010, cuando era vicepresidente. Aparentemente, Israel programó el anuncio de la ocupación de una nueva colonia en la ocupación de Jerusalén Este específicamente para avergonzarlo, ya que visitaba Israel en un esfuerzo por hacer avanzar las “políticas de paz” de la administración Obama.

Obama había estado presionado a Israel para que parase la construcción de colonias y le diese una oportunidad a su iniciativa. Aunque la pelea de enamorados se olvidó rápidamente. Israel siguió construyendo casi tantas casas de colonos en territorios ocupados de Palestina en los años de Obama como durante la administración Bush. Y no sólo eso, sino que mientras Israel asesinaba a una media de 11 niñ@s por día durante el asalto a la Franja de Gaza en verano de 2014, la administración Obama-Biden les suministraba municiones.

Los verdaderos amigos no dejan a sus amigos quedarse sin misiles cuando bombardean a una población pobre, indefensa, y encerrada en un gueto.Durante su asalto de 51 días, Israel mató a más de 2200 palestin@s. La administración Obama-Biden saltó a la acción para frustrar los planes de los pelestin@s de buscar justicia por los crímenes de guerra de Israelíes en la Corte Penal Internacional. Cualquiera que tuviera esperanzas de algo diferente esta vez debería prepararse para una rápida decepción.

Biden adopta las políticas de Trump
El nuevo presidente Joe Biden ya ha apoyado algunas de las políticas típicamente trumpistas pro-Israel. Ha dado la bienvenida a los tratos de normalización que la administración Trump rompió entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Barein. Biden ha prometido no mover la embajada de EEUU de Jerusalén de vuelta a Tel Aviv. Y la próxima vicepresidenta Harris tiene su propia y larga historia de apoyo a Israel.

Aún así hay un pequeño cambio en el tono. En una entrevista preelectoral, Kamala Harris prometió que la Administración Biden iba a recuperar la ayuda humanitaria a l@s palestin@s que Trump recortó, y a reabrir el consulado de EEUU en Jerusalén Este. Recuperar la ayuda a los hospitales de Jerusalén Este o a la agencia de refugiads @UNRWA sería bienvenido en la medida en la que eso realmente ayudase a palestinos que lo necesitasen. Sin embargo, en el mejor de los casos eso podría suponer una vuelta al estatus quo en el que l@s palestin@s eran mantenidos en un estado de supervivencia asistida, mientras que Israel continua robándoles su tierra y violando sus derechos con impunidad.

“Joe y yo también creemos en el valor de cada palestino y cada israelí, y vamos a trabajar para asegurar que palestino@ e israelíes disfruten de medidas iguales de libertad, seguridad, prosperidad y democracia”, dijo Harris. “Estamos comprometidos con una solución de 2 estados, y nos opondremos a cualquier paso unilateral que dificulte este objetivo. También nos opondremos a la anexión y a la expansión de colonias” añadió. Dejando de lado el hecho de que la solución de 2 estados está más que muerta y enterrada, no hay razón para dar crédito a estos compromisos mínimos.

Los demócratas siempre dicen estar en contra de las colonias y que quieren una solución de 2 estados, pero en 8 años de administración Obama-Biden se ha demostrado que eso nunca se convierte en acciones. En su memoria de 2018, Ben Rhodes, asedor adjunto de Seguridad Nacional en la administración Obama-Biden, defendió firmemente a su jefe contra acusaciones de estar demasiado a favor de l@s palestin@s. Rhodes escribió que los críticos que acusaron a Obama de no ser suficientemente por-israelí “ignoraban el hecho de que él no estaba haciendo nada palpable por los palestinos”.

Paquete de ayudas record a los asentamientos ilegales

De hecho, uno de los últimos actos de la administración Obama-Biden fue premiar la juerga de asentamientos y masacres de Israel con el mayor paquete de ayudas militares de la historia – 38 000 millones de dólares a lo largo de 10 años. Ahora, según el The Jerusalem Post, Israel planea dirigirse a la administración del presidente electo de EEUU, Joe Biden, en los próximos meses para empezar a hablar de la formulación de un nuevo plan de ayuda militar a largo plazo”.

“Vamos a querer hablar de un nuevo paquete y un nuevo programa” dijo un oficial israelí al periódico. “El nuevo plan va a necesitar que se tenga en cuenta las cambiantes amenazas y retos a los que hacemos frente en Oriente Medio”. En otras palabras, Israel planea aumentar sus demandas a los contribuyentes de EEUU.

En cuanto llega una nueva administración, hay una oleada de especulación y optimismo injustificado sobre quién será encargado o encargada y qué hará para revivir el “proceso de paz”. Nadie debería distraerse con estos juegos de salón. Las palabras de bienvenida de Netanyahu a Biden son sinceras, porque sabe que el próximo presidente americano hará todo lo que pueda para dar a Israel, tal como cada demócrata y cada republicano han hecho antes que él.

Traducción del inglés de artículo del diario The electronic Intifada.