El pasado 20 de septiembre a las 7 de la mañana la policía nacional desalojó el encierro de la asamblea del hospital de El Bierzo y Laciana por orden de las autoridades sanitarias de castilla y león, que llevaban semanas amenazando de varias formas al grupo de trabajador@s y usuari@s que desde hace casi 2 meses mantenían ocupada la entrada del hospital comarcal, uno de los más solicitados de la comunidad y afectado por los recortes.

Durante 58 días y desde finales de julio esta asamblea de sanitari@s y pacientes, que ha mantenido viva la presencia de las diferentes mareas blancas del estado y ha reibido su solidaridad y apoyo, ha estado encerrada previo envío de una carta informativa a la consejería de sanidad explicando los motivos para llevar a cabo la acción, que sólo llegaría a fin si se atendían y cumplían sus reivindicaciones. “No a las unidades de gestión clínica. Derogación Ley 15/97” era lo que se podía leer en su pancarta de bienvenida.

Desde el inicio los portavoces de la asamblea comunicaron que el encierro obedecía a un análisis más global que transcendía a la sanidad leonesa: los problemas que tiene la sanidad pública en todo el estado y sus trabajador@s, que repercuten evidentemente sobre el hospital comarcal y su personal. Han denunciado que sufren un acelerado proceso de privatización encubierta donde priman como siempre criterios económicos sobre los sanitarios y de interés público.

Mientras la crisis económica multiplicaba el aterrizaje de las empresas en la sanidad pública, las listas de espera han ido aumentándose al mismo ritmo. La asamblea denuncia que el hospital de El Bierzo tiene las mayores listas de espera de Castilla y León y las derivaciones han cogido fuerza e los 2 últimos años, cuya prohibición era línea roja para levantar el encierro. Junto a ésta estaba la apertura de 35 camas, que se iban abriendo y cerrado de forma estacional.

El colectivo ha puesto de relieve la escandalosa introducción de mecanismos empresariales, como la Gestión Clínica, en varios servicios con el objetivo de reducir el coste medio por paciente, así como el silencio de aquellas “plataformas institucionales” que no reclaman la derogación de la legislación privatizadora. No han dado respuesta a la necesidad de 3 traumatólogos, 3 radiólogos más otro de quirófano, un urólogo y otro de quirófano, 2 geriatras y 3 anestesistas.

Los miembros de la asamblea de El Bierzo han sufrido presiones de todo tipo desde la administración, que ha tratado de invisibilizar su lucha haciendo desaparecer todos los días los carteles de denuncia en las instalaciones, jugando al desmarque en las breves negociaciones iniciadas para la reapertura de las 35 camas, aunque también han recibido apoyo de las y los habitantes de la ciudad, de sindicatos y organizaciones políticas en varias concentraciones frente al hospital.

A los 2 días del desalojo, los miembros de la asamblea anunciaron en una concentración frente al hospital un plan de asambleas itinerantes por distintos pueblos de El Bierzo para recoger las quejas de l@s usuari@s y plantar movilizaciones a nivel autonómico, además de una concentración en su hospital todos los jueves para recordar que su lucha no ha acabado.