María Luisa, Fei y Darío son 3 estudiantes que han participado por 1ª vez este pasado agosto en la Escuela Internacional de verano de la Tendencia por una Internacional Revolucionaria TIR, en la delegación de Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR. Les preguntamos por su experiencia:

1. En agosto has asistido a la VI Escuela Internacional de Verano de IZAR. ¿Qué destacarías en cuanto a debates políticos?

Mari Ángeles: Tener momentos para el debate político es fundamental, y más aún en la Escuela. La apertura de estos espacios dio lugar a un ambiente de escucha y diálogo en el que no solo se compartían opiniones y experiencias, sino que también se complementaban las unas a otras. Era el momento en el que se inauguraba un lugar cómodo y de confianza en el cual poder expresarse. Así, la participación en ellos generó un ambiente de creación de nuevas ideas y determinación de otras no tan recientes. Pero, sobre todo, destaca la implicación de todos los participantes por dar voz a sus convencimientos, siempre teniendo en cuenta el fin común de la revolución.

Darío: Personalmente, me parecieron muy interesantes algunos debates acerca de la cuestión del parlamentarismo y las elecciones y cuál debe ser nuestra postura con respecto a estas. Es un tema que encuentro central dentro de la estrategia política y que es, en mi opinión, bastante peliagudo. Pienso que, quizás, este y otros temas se discutirían más eficazmente en debates con intervenciones algo más cortas y posibilidad de réplica y contrarréplica. Esto permitiría establecer una discusión más dinámica y una mayor posibilidad de comparar y explorar las distintas perspectivas.

Fei: Los debates que hubo tras las formaciones y talleres me sirvieron para tener una idea sobre el proceso del tratamiento de ciertas cuestiones, especialmente aquellas de actualidad sobre las que aún no se ha cerrado la discusión en el seno del partido. Particularmente, con asuntos como la guerra de Ucrania, la Ley Trans, o el papel de la clase obrera en los movimientos nacionales de Euskal Herria y Catalunya se llegaron a expresar diferentes matices interesantes de escuchar.

2. La escuela es también un momento de camaradería en el que poder disfrutar con compañeros y compañeras de muchos lugares. ¿Qué tal ha sido la experiencia?

Mari Ángeles: La Escuela ha sido un proceso de apertura y conocimiento del mundo también a través de los compañeros y compañeras. El contacto a nivel individual es tan enriquecedor como el resto de aspectos de la Escuela. Gracias a ello se conocen las luchas individuales y colectivas de diversos lugares del mundo, se intercambian ideas y formas de actuar, se aprende de primera mano de las experiencias de los demás y se coopera para crear una sociedad más justa. Y desde luego, nada de esto se consigue de forma tan potente como se hace rodeada de compañeros y compañeras de otras procedencias.

El hecho de convivir durante unos días ofrece la preciosa oportunidad de conectar de forma intensa con gente que potencia y renueva tus energías y valores. Lo que no deja de ser, valga la redundancia, personas que te hacen crecer como persona.

Darío: Excelente. Efectivamente, puesto que el anticapitalismo se opone al individualismo y da vital importancia a la solidaridad y a la dimensión social del ser humano, el desarrollo de vínculos entre camaradas me parece algo relevante y valioso. En ese sentido, conocer a militantes de diversos países en un ambiente así de agradable me ha parecido algo no sólo muy disfrutable, sino también importante para lograr la cohesión y la fraternidad en nuestra lucha.

Fei: Gracias a los ratos de ocio que teníamos entre cada formación o taller, el tiempo libre del que disponíamos para pasar con las y los camaradas fue más que suficiente para recargar energías e ir al próximo foro, taller o formación preparados para prestar la máxima atención. El ambiente que hubo entre todos no puede describirse mejor que con la propia palabra “camaradería”. Conoces a mucha gente nueva con la que puedes tanto debatir como bromear, te sientes como en casa, tanto que una vez te haces a la rutina diaria que seguimos durante esos días, cuesta volver.

3: A menudo se dice que la Escuela Internacional de Verano es un lugar para el aprendizaje teórico pero siempre enfocado para que nos sirva para la intervención política práctica. ¿Estás de acuerdo con esa afirmación? ¿Te vas de esa escuela más armada para la militancia práctica?

Mari Ángeles: En la Escuela, la parte teórica y la práctica iban de la mano. El conocimiento de la historia y de los conflictos internacionales se mezclaba con el conocimiento de las luchas activas que llevan a cabo otros compañeros y compañeras. Es por ello por lo que se genera un ambiente indudablemente impulsor para iniciarse o continuar con más fuerza en la militancia política.

Sales con “las pilas cargadas” gracias no solo al aprendizaje teórico, sino también al ejemplo que dan otros compañeros y compañeras en sus luchas y al ambiente de colaboración y apoyo que se crea entre todos. La Escuela internacional de verano es una perfecta cama elástica para lanzarte a la militancia de forma activa. Una oportunidad única donde armarse de todo lo necesario para intentar cambiar la sociedad actual.

Darío: Claro que sí. Muchos talleres nos ayudaron a conocer las lecciones, los errores y los aciertos de experiencias anteriores (huelgas del automóvil en Francia, URSS, transición española…), lo que nos permite emplear la historia como un verdadero arma para nuestras luchas actuales. Además, conocer las experiencias exitosas de camaradas españoles, griegos o franceses (en especial, por su magnitud y actualidad, el caso de los sans-facs) creo que nos ha aportado un conocimiento valioso sobre cómo enfrentarse con éxito a una legalidad injusta y discriminatoria. El valor, la sentida convicción y la persistencia de todos estos camaradas me parece inspiradora, una poderosa chispa con la que encender nuevas luchas y nuevas esperanzas.

Fei: El enfoque práctico de la teoría ha sido, de hecho, uno de los aspectos que destacaría de la escuela. Si bien sin teoría no existe un movimiento revolucionario, como decía Lenin acertadamente, la puesta en práctica de la misma resulta esencial. Gracias a las diferentes intervenciones de compañeros y compañeras militantes, especialmente en el foro de luchas y con el ejemplo de los sans-facs de Nanterre, sobre su actividad sindical, he podido ver cómo esta se lleva a cabo. Sin duda, salgo de aquí, diría que al igual que todos, con una gran motivación para comenzar a organizarme y a militar este próximo curso.