83 trabajadores y trabajadoras en casa, cobrando. ¿Cómo hemos llegado a esta situación?

La puesta a la venta del grupo ITP Aero por su propietario, Rolls Royce, conlleva la puesta en marcha de un plan que haga más fácil y atractiva la operación. Dentro de este plan se establece un adelgazamiento de la masa salarial que conlleva despidos, y así se anuncia.

El mayor problema al que se enfrentan es que es una empresa con beneficios y con ayudas de dinero público.

La irrupción de la pandemia a principios del 2020 permite extender una cortina de humo que ayuda a ejecutar el plan. Se impone un ERTE que prepare el camino hacia el siguiente paso qué es un ERE de extinción de contratos, pero la oposición de la plantilla y la confirmación por parte de la justicia de no estar justificado echan por tierra el plan Inicial ya que obliga al reembolso de las cantidades ilegalmente cobradas y a la readmisión de los trabajadores despedidos. En una huida hacia adelante la empresa recurre la sentencia al Tribunal Supremo y en espera de su resolución opta por la obligada readmisión, pero no por la reincorporación por lo tanto mantiene a sus trabajadores y trabajadoras en sus casas al mismo tiempo que perciben su salario.

¿Qué perfil, que historia y que motivos llevan a esos 83 trabajadores a estar en dicha lista?

En coherencia con el plan elaborado por la empresa de hacer más atractiva la venta el perfil que se selecciona para completar la lista de despedidos y despedidas son todas aquellas personas que por un motivo u otro supongan un mayor coste salarial a la empresa. Estamos hablando de mujeres con reducción de jornada para cuidar de sus hijos e hijas, personas mayores de 45 y 50 años, personas con minusvalía o limitaciones por motivos de salud para su movilidad entre puestos, personas con mayor antigüedad y antiguos miembros del comité de empresa. Se puede ver claramente cuál es la intención de la empresa, adelgazar costes salariales y ajustes de cuentas que sirvan de aviso para aquellos que pretendan exigir que se respeten sus derechos o intenten mejorar las condiciones actuales en contra de los criterios de la Patronal.

¿Cuáles son las prácticas y acciones que lleváis a cabo y que tenéis planeada? ¿Cómo puede ayudaros la clase trabajadora para mejorar vuestra correlación de fuerzas?

Durante estos más de 350 días de lucha en defensa de nuestros puestos de trabajo y nuestra dignidad hemos pasado por varias fases. Hemos ido adaptando nuestra estrategia acorde a los acontecimientos. Iniciamos la lucha convocando una huelga indefinida que buscaba forzar a la empresa a renunciar a los innecesarios despidos. En esta fase, la mas dura, se vio la falta de empatía de los dirigentes en el gobierno vasco (PNV y PSE) dando su apoyo a una patronal depredadora y enviando a los antidisturbios diariamente para apalearnos brutalmente a las puertas de nuestra Empresa.

Tras 2 meses de huelga indefinida, algunos huesos rotos, cardenales por el cuerpo y silenciados por los medios manipulados al servicio de las elites, los despidos se hicieron efectivos y se optó por adaptarse a una mejor estrategia que buscaba socializar el conflicto tomando las calles y buscando la unidad con otros conflictos de similares características, ahí tenemos el ejemplo más significativo de nuestra unidad con Tubacex que tanto nos ha ayudado a ambos y tan buenos momentos solidarios nos ha hecho sentir como clase obrera.

Una vez sentenciado el ERE como nulo y no reincorporarnos, ajustamos nuevamente la estrategia haciendo más hincapié en el ámbito institucional y mediático, Todo ello sin renunciar a nuestra presencia en las calles y unidad con otras luchas.

Como clase obrera nunca nos hemos sentido abandonados por nuestros iguales y la mayor y mejor ayuda qué podemos recibir es el interés y divulgación de nuestro conflicto.

¿Qué tipo de represión habéis sufrido?

Desde un principio a nosotros y nosotras se nos vio como un auténtico peligro. Un peligro porque estábamos dispuestos a luchar por destapar actos a priori carentes de ética y que posteriormente se demostraron también ilegales Estos actos eran los despidos innecesarios y desproporcionados y la apropiación indebida de dinero público por parte de la patronal con la complicidad de los responsables políticos en el Gobierno.

Por todo ello hemos recibido la ya clásica represión física ejercida por la policía al servicio del poder y del dinero, pero también una represión psicológica por obligar a 83 familias a vivir en la incertidumbre de no saber si les ha sido arrebatado su medio de vida.

También el gobierno vasco PNV-PSE a participado activamente en la represión, no solamente enviando diariamente a los antidisturbios a apalear a los trabajadores, sino también ignorando las sentencias judiciales y dando cobertura y apoyo a los que se ha demostrado son los auténticos delincuentes.

¿Qué situación se da para que tras una sentencia favorable la empresa siga sin acatar?  ¿Cuál es el objetivo de la empresa?

Nos subestimaron y nadie contó con llegar hasta donde nos encontramos y se está improvisando. Mantener esta situación solo se entiende por el empeño personal del CEO Carlos Alzola. El poder del dinero y de las influencias permiten retorcer las leyes, y eso es lo que se pretende. Nadie cuenta con una sentencia que de como procedente los despidos, también la empresa lo ha descartado, pero si se pretende cambiar la sentencia de nulidad por otra de improcedencia con lo cual con un poco más de indemnización se pueden ejecutar los despidos. Y esa es la baza a la que apuesta la empresa y su dirección sin querer tener en cuenta el perjuicio difícil de curar que se hace tanto a las personas como al propio negocio.

¿Cuál es el estado actual de la plantilla, los que entran a trabajar y los que no? ¿Cuál es la situación financiera real en la empresa?

La actitud de la empresa es clara, tolerancia cero con todo aquello que no sea plegarse a la voluntad de la Dirección. En esta línea vemos cómo trabajadores que apoyaron en la huelga indefinida a los despedidos, algunos con más de 20 años de experiencia, son cambiados de sus puestos aludiendo falta de capacitación y otros siendo mandos intermedios son retirados del cargo. También vemos cómo se imponen los turnos de vacaciones en contra de lo que tradicionalmente se venía haciendo y se trasmite que falta carga de trabajo, pero se imponen turnos de refuerzo para sacar la producción. Mientras, a los que estamos fuera, se nos ignora y ya no existimos.

2020 termina con beneficios, un año más y así llevamos los 21 años de historia de la empresa, y como prueba está la paga de beneficios que hemos recibido todos y todas.

Las cuatro sentencias, en 2  ERTES  y un ERE, ya dejan claro que no hay motivos que justifiquen la solicitud de un ERTE y mucho menos la de un ERE de extinción de contratos, pese a todo ello estamos siendo empujados hacia una nueva prueba de fuego qué es el recurso en el Supremo al ERE nulo y ahora mismo nuestra lucha está en evitar tener que pasar por esta nueva prueba.

¿Quién tiene la llave para poner fin a esta historia tan larga si los tribunales ya han dejado claro lo que se pretende?

En primer lugar, El CEO Carlos Alzola, qué es la persona que mantiene vivo el conflicto como empeño personal. Si él quisiera mañana mismo se pondría fin al conflicto.

El gobierno vasco también podría apostar claramente por la solución, ya que se propone entrar en el accionariado con dinero público y entre otras cosas lo condiciona a la garantía de empleo, exigiendo el respeto a esas garantías de empleo sería suficiente para poder hacer cambiar de opinión a quien mantiene vivo este conflicto.

La última llave la tenemos nosotros que, con nuestra lucha, tanto en las calles como en las instituciones, podemos forzar un cambio de rumbo que ponga punto final a esta tortura a 83 familias. El tiempo dirá que llave abrirá la puerta de acceso a nuestros puestos de trabajo.