
Entrevistamos a Carmen Casas, delegada sindical de ELA, sindicato al que están afiliadas 14 trabajadoras de un total de 19 que secundan de la limpieza del museo Guggenheim de Bilbao, que desde el 11 de junio mantienen una huelga indefinida con muchas acciones contra la subcontrata Ferrovial Servicios denunciando la precariedad laboral y la brecha salarial, con sueldos que no superan los 900 euros.
¿Cuáles son las razones que llevan a convocar esta huelga que supera ya los 200 días?
Detrás del titanio y de las obras de arte, se esconde otro museo, el museo de la precariedad. Dejan en manos privadas un servicio esencial como es la limpieza. Y las empresas privadas, en este caso Ferrovial Servicios, tiene la prioridad de obtener beneficios económicos. Desde que se inauguró el museo hace casi 25 años, hasta el día de hoy, la plantilla de limpieza hemos venido sufriendo precariedad laboral: los salarios llevan congelados más de 15 años, suponiendo una perdida de poder adquisitivo del 12% (el salario medio es de 900 euros), para las trabajadoras que estamos con jornadas parciales, el salario no llega a 600 euros mensuales, el descanso semanal de 48 horas no se cumple y los horarios y turnos de trabajo no permiten la conciliación. Son numerosas las semanas que trabajamos 51 horas continuadas cuando tendríamos que hacer por ley 35 horas a la semana. La cargas de trabajo, producidas por la no cobertura de personal cuando están en situación de incapacidad temporal o vacaciones perjudica directamente a nuestra salud.
Fue a principios de 2021, cuando las trabajadoras, hartas del trato clasista y déspota por parte de la empresa privada Ferrovial Servicios y del propio Museo Guggenheim, decidimos organizarnos para mejorar las condiciones laborales, negociando un convenio propio de centro. La reivindicación salarial es eliminar la discriminación de género que sufrimos. La brecha salarial de género en el caso del País Vasco consiste en que las mujeres cobramos una media de un 24,4% menos que los hombres. El trabajo se divide en función del sexo y a las mujeres nos han sido asignados los sectores y puestos menos valorados. Además, nuestros contratos mayoritariamente son a tiempo parcial y ello incide en menores salarios y pensiones futuras muy bajas.
La limpieza es un sector muy importante que cuenta con algo más de 29.000 emplead@s en el País Vasco. De este total 26.000 son mujeres y 4.000 pertenecen a la limpieza viaria, sector mayoritariamente masculino. Es un ejemplo claro de división sexual del trabajo del actual sistema que por supuesto, lleva aparejada la correspondiente brecha salarial en detrimento del sector feminizado.
¿En qué situación están las trabajadoras y cómo ha respondido Ferrovial, el ayuntamiento de Bilbao y el gobierno vasco? ¿En qué estado se encuentra el conflicto día de hoy?
El museo Guggenheim ha hecho todo los posible para que nuestro conflicto no se visibilice. Nos han amenazado con perder los puestos de trabajo y están vulnerando constantemente el derecho a la huelga. Han censurado los medios de comunicación y utilizan al poder policial para asustarnos y amedrentarnos. Pero habiendo vivido situaciones difíciles de gestionar y habiendo superado todas ellas, nos sentimos fuertes y empoderadas. La decisión tomada es que habiendo llegado a este punto, no volveremos a trabajar hasta que se dignifiquen nuestras condiciones laborales.
¿Qué acciones de denuncia ha llevado a cabo la plantilla estos meses y qué otros conflictos laborales las han apoyado y viceversa?
Desde un inicio, decidimos que nuestro lugar de protesta tenía que ser el propio museo. Por ello todos los días hacemos una performance, cantando y bailando, es así como queremos hacer nuestra “revolución”. Llegamos a la explanada sobre las 10.45 horas con nuestro carro lleno de fregonas moradas y la música a todo volumen para que nos escuchen.
A lo largo de estos meses, hemos hecho numerosas interpretaciones, desde celebrar la llegada del verano convirtiendo la explanada del museo en un solarium de playa, el chupinazo de San Fermín, jugar un partido de futbol para eliminar la brecha salarial, celebrar las fiestas de Bilbao con Marijaia, rendir homenaje a Rafaela Carrá, etc. Siempre con una sonrisa y con la ilusión de que algún día conseguiremos nuestro objetivo: acabar con la precariedad laboral.
Durante este tiempo, compañer@s que también están en lucha nos han apoyado, como l@s trabajador@s en huelga de Tubacex, Novaltia y PCB-ITP.
En los últimos meses ha habido un ascenso de los conflictos laborales, se han multiplicado las huelgas contra los ERE postpandemia y ha habido victorias como las de Tubacex. ¿Qué valoración hacéis ELA del momento político y social?
Como trabajador@s que sufrimos precariedad laboral, estamos en la obligación de exigir a los partidos políticos y a las instituciones una mayor implicación para mejorar la condiciones laborales. En concreto este año 2021, los organismos públicos patrocinadores del Museo Guggenheim (Ayuntamiento de Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia y Gobierno Vasco) han destinado 11 millones de euros. Y nos consta que para el año 2022 estas cantidades van a duplicarse.
Destinan miles de euros con fines artísticos , para publicitar el museo, haciendo campaña de crowdfunding para Puppy…..etc. pero cuando se trata de solucionar los problemas laborales de la plantilla que realizan servicios esenciales, nadie quiere responsabilizarse.
¡Jo-take, irabazi arte…seguiremos luchando hasta conseguirlo!