La compañera y sindicalista fue despedida por la dirección de Domino’s Pizza Granada para reprimirla por su acción sindical en esta empresa. El 25 de junio empiezan una serie de concentraciones y acciones en Granada en diferentes sedes de la cadena como parte de la campaña de denuncia.

¿Puedes describirnos la situación de precariedad laboral que sufrís l@s trabajador@s del sector del reparto de pizzas a domicilio?

La situación de precariedad que sufrimos l@s trabajador@s de Domino’s Pizza básicamente se debe a 2 motivos. Por un lado, el salario base y por otro el tipo de contratos. El salario hora del empleado base (repartidores y personal de interior) apenas llega al SMI. En la subida del 2019 se absorbieron varios conceptos que estaban como variables. Los equipos de gerencia no es que tengan una situación salarial mucho mejor porque se parte de una base apenas mileurista con una serie de bonificaciones cuyos objetivos marca la empresa y en muchas ocasiones inalcanzables o a no ser que tengas una carga brutal de trabajo.

De hecho, pienso que este tipo de bonificaciones en las que nadie te explica cómo se ha marcado deberían desaparecer teniendo un sueldo base más alto y sabiendo siempre cuál es con el fin de poder planificar tu vida. El otro punto son los tipos de contrato del personal base, jornada flexible anual con un porcentaje de horas complementarias bastante alto al mismo precio ¿Qué quiere decir esto? Que los contratos son por X horas anuales y que al ser flexibles unos meses puedes trabajar 40 horas, otros 100, … y la única condición es que al final de año hayas trabajado esas horas contratadas con lo cual no hay un salario fijo que te permita planificar una vida, unos gastos o si surgen problemas como es el caso de los repartidores al romperse su moto. Tus horas y por lo tanto tu sueldo van sujetos a la venta y a un concepto que detesto profundamente: productividad.

Además, los horarios suelen ser la mayoría de las veces en turnos de 2 horas así que imaginad cuanto tiempo le dedicas realmente al trabajo para conseguir hacer un mínimo de horas teniendo además en cuenta que el contrato mínimo del que se parte es de 660 horas anuales.

Y si miramos un poco más allá, ¿cuál es la situación del convenio del sector y en qué situación se encuentra su negociación?

Ahora estamos en plena negociación del convenio y llevamos unos cuantos meses así. Hay bastante puntos a mejorar, pero digamos que los básicos son una subida a 14000 euros mínimos, regularización de tablas salariales por categoría profesional, paso a jornada flexible mensual, regularización de vacaciones y de traslados (este punto es muy interesante como se usa y justifica). Hay muchos más puntos que estamos gestionando a través de una plataforma como es el tema de conciliación, EPIS, igualdad… Realmente el convenio actual tiene mucho margen de mejora y tenemos que luchar por conseguir los máximos puntos.

Y entrado en lo concreto, ¿por qué la dirección de la empresa ha decidido despedirte?

En cuanto a mi despido… bueno, en febrero hizo 20 años que empecé a trabajar en la empresa y pasé de ser una empleada muy bien considerada a ser una trabajadora nefasta que no tenía sitio en la tienda empresa. Durante estos años hemos conseguido muchos premios tanto a nivel individual, ya que mi puesto es gerente de tienda, como a nivel de todo el equipo. Además, he formado a personal que incluso han llegado a ser mis superiores. ¿Cómo pasó esto? Bueno, para mí realmente empezó como un tema personal que surgió después de bastantes años de soportar y aceptar la presión por llegar a los objetivos. Siempre escuchaba por parte de superiores y aceptaba que había que hacer esto para alcanzar los objetivos. Y eso repercutió en mi salud y empecé a preguntarme por qué, por quién y para quién. Y ese día cambio mi forma de enfocar el trabajo y
lo que yo esperaba del mismo.

No es que fuera una gran contestataria la verdad, pero sí que puse de manifiesto que ya no seguía el camino ciego que marca la empresa. Y eso ya no gustó tanto. Repercutió tanto en mi salud que he estado un año de baja. Esto me sirvió para empezar a recuperarme (aún sigo en proceso) y como digo muchas veces a desprogramarme. No tengo que sentir los colores de la empresa, no tengo porque hacerlo si no me lo pagan y aunque me lo paguen hay cosas que creo que no se deben hacer, ni mis compañeros ni yo. En este proceso ha tenido mucho que ver empezar a participar en actividades sindicales, ver que que lo que pasa en mi empresa no es ni único ni especial, sino que es la realidad de la mayoría de los y las trabajadoras y que la solución no es cambiar de trabajo sino por cambiar la situación del trabajo. Y bajo ese nuevo enfoque volví, aunque no me dieron mucho tiempo para ponerlo en práctica. En definitiva, dejé de ser la gerente cómoda y acomodada a sindicalista y eso ya no gusta.

En un plano más personal, ¿cómo te ha afectado esta situación?

A nivel personal estoy bastante sorprendida de cómo llevo la situación, fue muchísimo más dura cuando comencé la baja. El despido lo esperaba y en parte ha sido un alivio porque ya sé con seguridad a lo que me enfrento. Y pienso luchar por mi puesto de trabajo. No sé si en un tiempo cambiaré de opinión, pero a día de hoy es la única opción que contemplo y el trabajo sindical que estamos desarrollando me ayuda a tenerlo más
claro. En este estado de calma a nivel personal ha sido muy importante la ayuda profesional que he tenido y sigo teniendo, pero sobre todo el no sentirme sola cada vez que algún compañero me ha preguntado, tanto de
CCOO como de otras organizaciones. Eso para mí ha sido fundamental. El cariño, la preocupación, la empatía hacia mi situación… eso ha sido un subidón de energía.

El día del acto de conciliación cuando vi llegar a compañeros con los que había coincidido en otras concentraciones sólo pensaba: no estoy sola. Y a mis compañeros de la sección estatal Dany y Raúl y a Alejandro de hostelería de CCOO solo puedo dar las gracias. Y a l@s compañer@s de IZAR, del SAT, de la interprofesional con todos los que he coincidido… siempre pienso que sin vosotros probablemente mi situación tendría otro enfoque.

¿Cuáles son las reivindicaciones que os planteáis y cómo afrontáis la campaña para exigir la readmisión?

Bueno pues ahora toca pelear en todos los sitios donde sea necesario por mi puesto y toca hacer llegar a todos los que trabajamos en Dominós Pizza que esto hoy me ha pasado a mí pero que cualquier día puede tocarle a otro, que somos simples números prescindibles para la empresa y eso tiene que cambiar. Que estamos luchando por un convenio colectivo más digno, donde estén regulados más puntos y para mí lo que es fundamental que la lucha es de todos. Esto pasa por información y estar presente en los centros de trabajo para escuchar lo que necesita la plantilla e intentar plasmarlo en el convenio.

Dominós Pizza en España es una marca del grupo Zena Alsea, hasta ahora han estado muy cómodos sindicalmente sin apenas oposición, y esto lo queremos cambiar.