Un éxito de la jornada de huelga

La huelga general del pasado día 30 de enero convocada por la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria entre los que se encuentran los sindicatos ELA y LAB (mayoritarios en Euskadi) y colectivos sociales como el feminista, el de los pensionistas o el estudiantil, bajo el lema “Trabajo, pensiones y vidas dignas” fue claramente exitosa.

A pesar del boicot mediático, tanto las movilizaciones como el seguimiento han tenido gran repercusión en Euskadi y Navarra. Unas 200 000 personas se movilizaron durante todo el día con unas manifestaciones muy importantes por la mañana: 50 000 en Bilbao, 35 000 en San Sebastián, 25 000 en Vitoria y 20 000 en Pamplona. Recordamos que la población de Euskadi y Navarra es de 2 800 000 personas. Varios sectores como la enseñanza (a todos los niveles), la Atención Primaria, la industria (con numerosos polígonos cerrados), el comercio, la administración pública o la radio-televisión pública, han segundado de manera importante dicha convocatoria. En los puertos de Bilbao y Pasajes, la actividad también fue mínima.

El éxito de dicha jornada de huelga ha tenido que ver con la preparación de la misma. Hasta 170 comités de huelga fueron creados en pueblos, ciudades y barrios. Antes del 30 de enero, más de 1500 empresas y administraciones públicas se adhirieron a la huelga mediante el acuerdo entre trabajador@s.

Fuera de Euskal Herria, también hubo movilizaciones destacables que aprovecharon la convocatoria de huelga general. En Catalunya, Valencia, Galicia, Aragón, Andalucía o Madrid, tanto organizaciones sindicales territoriales (IAC y COS en Cataluña, CIG en Galicia, SAT en Andalucía, CSI en Asturias, Intersindical Valenciana), estatales (CGT, Cobas, Solidaridad Obrera, STES o CNT) como organizaciones políticas vinculadas a la izquierda anticapitalista y revolucionaria o colectivos sociales de pensionistas salieron a la calle para exigir lo mismo.

¿Por qué se movilizan?

Las principales reivindicaciones en el ámbito laboral, además de exigir la derogación de las reformas laborales de Zapatero y de Rajoy, han sido: exigir un salario mínimo de 1200 euros mensuales, rebajar la jornada laboral máxima a las 35 horas semanales y elevar la mínima a 20 horas en contratos parciales, garantizar la subrogación en el empleo subcontratado, garantizar la ultra-actividad indefinida de los convenios y la prioridad aplicativa territorial sobre los estatales, permitiendo sólo mejorar las condiciones en los ámbitos inferiores. Todas estas reivindicaciones iban dirigidas tanto a las patronales Confebask y CEN, como a los gobiernos Vasco, de Navarra y del Estado Español en tanto pueden aplicarlo en sus propios ámbitos de gestión.

En cuanto a las pensiones, de competencia estatal, las reivindicaciones giraron en torno a volver a la edad de jubilación de 65 años previa a la reforma de 2011 (Zapatero), tomar los últimos 15 años para el cálculo previo a la reforma del 2013 (Rajoy), subir las pensiones al menos con el IPC anualmente y restablecer una pensión mínima de 1080 euros, pudiendo los gobiernos vasco y de navarra complementar las pensiones mínimas cuando sea necesario.

Un éxito a pesar de…

A pesar de la importancia de dichas reivindicaciones, organizaciones de la izquierda del ámbito estatal, tanto sindicales como políticas, se han opuesto a esta huelga general. Así pues, las direcciones de CCOO, UGT y CGT decidieron no sólo no extender la huelga al conjunto del Estado sino ni tan siquiera apoyarla en Euskadi y Navarra.

En lo que se refiere a CCOO y UGT, ambos sindicatos insistieron en que era “poco congruente” convocar una huelga “cuando hay un gobierno recién constituido” y cuando existe la posibilidad de que “de manera negociada se deroguen los aspectos más lesivos de la reforma laboral” de Rajoy, concluyendo que lo que “toca ahoraes revertir desde la negociación las reformas que generaron tanto sufrimiento en la crisis”.Toda una declaración de intenciones.

En cuanto a CGT, su oposición se ha centrado en 2 cuestiones. La primera, idéntica en la práctica a la de CCOO y UGT al afirmar que no tiene sentido convocar una huelga cuando “se está a la espera de lo que el nuevo gobierno haga con sus compromisos inmediatos en torno a las pensiones y demás reivindicaciones laborales y sociales”. La segunda, una denuncia de unas supuestas “reivindicaciones cuya centralidad no la ocupan las reivindicaciones del Movimiento Pensionista, sino las soberanistas en materia laboral y social”.Muy lejos de la realidad a la vista de la tabla reivindicativa de la Carta de derechos sociales.

En cuanto a Podemos Euskadi y al EPK (Partido Comunista de Euskadi), la pertenencia de sus formaciones estatales en el gobierno central de Pedro Sánchez, explica su oposición a la huelga general. El propio secretario general de Podemos Euskadi, Lander Martínez, no tuvo ningún reparo en justificar su oposición a la huelga afirmando que ésta no“da margen de confianza a un gobierno que acaba de llegar”. Una muestra más de que para dichas organizaciones prevalece los juegos institucionales a la movilización social como medio para imponer un programa de urgencia social. De ahí por ejemplo, que Podemos Euskadi se haya abstenido en la votación de los presupuestos neoliberales del gobierno que conforman PNV y PSE-EE en contrapartida, seguramente, del apoyo del PNV en la investidura de Pedro Sánchez.

Afortunadamente, y muy a pesar de las direcciones de dichas organizaciones, much@s militantes y sindicalistas de base se han opuesto a esas directrices construyendo la huelga en Euskal Herria y apoyando sus reivindicaciones participando de las movilizaciones que ese mismo día tuvieron lugar en el resto del Estado tal y como demuestra un manifiesto firmado por más de 200 sindicalistas de organizaciones no convocantes.

¿Qué perspectivas para después del 30E?

Tanto ELA como LAB ya han anunciado próximas movilizaciones de no dar respuesta positiva a sus reivindicaciones los gobiernos español, vasco y navarro. La propia Garbiñe Aranburu, secretaria general de LAB, ha anunciado una“primavera roja y en lucha” de no satisfacer las demandas en un plazo de 2 meses.

Parece evidente que en 2 meses ni se habrá derogado las 2 reformas laborales ni se habrá derogado el pensionazo. Una huelga que dure sólo 24 horas no impondrá esas medidas. Tampoco lo hará el gobierno central. El acuerdo firmado por el PSOE y UP lo deja más que claro. Las medidas que puedan ir aprobando no van a permitir revertir los recortes sociales y laborales llevados a cabo desde el inicio de la crisis, más aún cuando la Comisión Europea amenaza con nuevos ajustes y dicho gobierno se mantiene en la línea del equilibrio presupuestario impuesto por la UE.

La única forma de que se lleve a cabo un aumento de nuestros salarios, de nuestras pensiones y una mejora de nuestras condiciones laborales es extendiendo la movilización y la huelga en todo el estado español. Hay que apoyarse en el 30 de enero y en las próximas movilizaciones que estén por venir en Euskadi y Navarra.

Las movilizaciones de apoyo en Catalunya y Galicia muestran que existe la posibilidad de coordinar y de fortalecer un movimiento para imponer un programa de urgencia social que se enfrente a los intereses de los capitalistas más allá de único territorio. La tarea de los sectores sindicales, políticos y sociales que asumen de verdad que gobierne quien gobierne hay que movilizarse debe ser lanzar iniciativas para que la primavera de lucha no sea sólo algo de Euskadi y Navarra sino del conjunto del Estado.

Las organizaciones sindicales alternativas estatales tienen que asumir sus responsabilidades y proponer llevar a cabo una hoja de ruta de lucha conjunta a las organizaciones sindicales de corte soberanistas. El próximo 8 de marzo tiene que ser una primera fecha que nos permita caminar en ese sentido construyendo conjuntamente una huelga general feminista en la mayoría de los territorios a pesar de que los sectores feministas institucionales traten de que ésta no se convoque este año para de nuevo no enfrentarse, al nuevo gobierno.

Se hace urgente convocar reuniones en ciudades y territorios que permitan empezar a debatir sobre esta propuesta de coordinación de aquí a la primavera. De nuevo aquí tenemos tod@s una gran responsabilidad.