“Somos invisibles para el gobierno, el 21 de mayo seremos invisibles en los campos”. La noticia ya corre en los guetos, se mueve por chats, mensajes, llamadas telefónicas, se habla alrededor de las chabolas en la noche. En su mayoría excluid@s del plan de regularización contenido en el “Decreto de relanzamiento”, l@s trabajador@s bracer@s inmigrantes pararán el jueves 21 de mayo. En toda Italia, ningun@ de ell@s irá a recoger la fruta y verdura en los campos, con un objetivo: bloquear la cosecha haciendo visible y concreto un ejército de trabajadores que el gobierno ha decidido ignorar para hacer caso a la patronal agrícola.
El responsible de lanzar esta movilización ese sindicalista de la USB (Unión Sindical de base) Aboubakar Soumahoro, con un video en su página de facebook compartido en pocas horas por miles de personas. “Son deben ser regularizados los brazos de l@s trabajador@s para producir, sino los seres humanos” denuncia. Y continúa: “El decreto de relanzamiento del gobierno Conte bis contiene una disposición de regularización de los brazos productores y no por la salud de l@s bracer@s”.
Soumahoro ha estado durante mucho tiempo doblando la espalda en los campos: “Como bracero sé qué quiere decir romperse la espalda más de 12 horas por un salario irrisorio, conozco lo amargo de la explotación, de la soledad y la desesperación”. No lo ha olvidado. “Nací activista y he crecido como sindicalista. Como portavoz de la USB en los campos prometí por mi sufrimiento, por los de Zambaré, Alpha, Mario, Giovanna, Karim, Fanny y de tod@s l@s bracer@s que hemos luchado hasta la extenuación para liberarnos de las cadenas de la explotación”.
No son nombres al azar. En el último mes, se han llevado a cabo asambleas y reuniones en todos los guetos y asentamientos chabolistas del sur de Italia. Aglomeraciones en plena naturaleza, a menudo sin agua corriente, luz, ni baños en plena emergencia del Covid-19, olvidad@s por las instituciones locales, regionales y estatales. Y es ahí donde Soumahoro, junto a delegaciones de la USB, desde hace semanas ofrece comida, mascarillas y dispositivos de protección, adquiridos gracias a una colecta nacional de fondos organizada después del grito de ayuda lanzado por l@s bracer@s durante el confinamiento.
Ha bastado con hacer necesario un empleo regular para justificar los movimientos y la mayor parte de l@s bracer@s se ha encontrado en la imposibilidad de poder trabajar y por tanto también de conseguir comida para sobrevivir, mientras toda la cadena de siministro estaba en crisis y los precios de frutas y hortalizas disparados. Medianos y grandes productores han visto sus productos echarse a perder en los campos y ha sdio entonces cuando la patrinal agrícoal se ha echado las manos a la cabeza y ha empezado a hablar de regularización de l@s trabajador@s inmigrantes, nunca antes.
Pero con la nueva disposición, una horma para los grandes productores, a much@s de l@s bracer@s les deja en una posición inalterable. Con distinciones y límites, la fórmula en la que la mayoría ha encontrado el marco, ha dejado fuera la posibilidad de salir a la superficie para est@s trabajador@s de la tierra que desde hace años permiten con su sudor que frutas y hortalizas lleguen a la mesa de l@s italian@s. Soumaro contesta a la medida del gobierno Comte que la regularización está reservada a quien tiene un permiso de residencia cuyo plazo haya vencido desde octubre de 2019, excluyendo así a gran parte de las víctimas de los Decretos de seguridad de Salvini, todavia vigentes. Sólo quien es regular desde el 31 de octubre puede esperar un permiso de búsqueda de trabajo semestral con el nuevo decreto.
Traducido: no hay ninguna esperanza para los miles de trabajador@s que, con la cancelación de la protección humanitaria impuestos por los Decretos de seguridad, siguen sumergid@s en el limbo como solicitantes de asilo. O quizás esperan desde hace meses una respuesta de las comisiones territoriales. Por tanto sin posibilidad de inscribirse, de acceso a un contrato de trabajo, de alquiler o de apertura de cuenta bancaria. Fantasmas que en tiempos de pandemia ni siquiera han tenido derecho a un médico de base y sólo gracias a asociaciones y ONGs han descubierto los riegos del Covid-19 y cómo intentar protegerse.
Además, incluso en el caso de documentos que han expirado hace solo unos meses, no tienen ningus posibilidad de regularización l@s much@s invisibles de sectores como el porte, la construcción, los supermercados, las artesanías y la restauración. El permiso de búsqueda de empleo está previsto sólo para l@s trabajador@s de la pesca y la agricultura, asistentes doméstic@s y cuidador@s. Tod@s l@s demás quedan condenad@s a seguir siendo fantasmas. Y éste no es el único problema: en el plan para hacer emerger el trabajo en negro, con un pago de 400 euros, el empleador podrá convertir en legales relaciones de trabajo irregulares con italian@s o extrajer@s presentes en el territorio nacional desde el 8 de marzo de este año.
“Rechazamos el hecho de que el permiso de residencia esté sujeto a un contrato de trabajo porque permite que l@s trabajador@s sean chantajead@s, haciéndol@s vulnerables a cualquier forma de explotación, ya que la ley Bossi-Fini todavía continúa en vigor”, explica Soumahoro. El sindicato señala que el riesgo es que a l@s trabajador@s se les impongann salarios, horarios, turnos y condiciones a años luz de lo que se estipula en los contratos nacionales, que se verán obligad@s a aceptar para no volver a ser irregulares.
Giorgia Cmapo, la abogada que brinda asistencia legal, sindical y social a l@s bracer@s en la Llanura de Gioia Tauro, en los campos de la región de Calabria, señala que quien ha proyectado el decreto de regularización light del gobierno no conoce o finge no conocer un sector en el que, además del trabajo en negro, hay tanto más de trabajo gris, ilegal pero con una pátina formal de regularidad que en caso de controles permite tener los papeles en orden: “Much@s bracer@s trabajan 7 días a la semana, sin pausas ni repososo sino echando más horas de las previstas por el contrato, pero al final en el sobre del sueldo sólo se ven representados un puñado de días. ¿Qué pasarña con este ejército de trabajador@s? Si sueldos mienten, ¿cómo podrán demostrar haber trabajado?”
No hay respuestas en el decreto. Pero los sindicatos que han compilado las solicitudes para subsidios por desempleo en la agricultura, han tenido conocimiento directo. Oficialmente, poc@s son l@s trabajador@s inmigrantes que tienen los números para poder acceder al bono de 600 euros para el sector agrícola previsto por el gobierno en los últimos meses, sin embargo, se sabe que son miles quienes doblan la espalda de sol a sol diariamente en los campos. Por eso de las chabolas donde estaán obligad@s a vivir much@s bracer@s y de los campos en los que trabajan, las últimas semanas ha llegado una propuesta diferente: permiso de residencia para tod@s, convertible en actividad laboral, que permita inscribirse y acceder a la sanidad pública.
Por todos estos motivos la Unión Sindical de base que encabeza aquí Aboubakar Soumahoro, el 21 de mayo llama a la huelga de l@s invisibles, que piden solidaridad a l@s campesin@s y agricultor@s locales aplastad@s por la patronal agrícola, y a l@s consumidor@s. El mensaje es claro: en el campo están por completo ausentes los derechos de l@s agricultor@s, de l@s campesin@s y bracer@s, sean italian@s o no.