Si bien desde septiembre el ministro Blanquer ha multiplicado las declaraciones provocativas y los ataques directos contra el conjunto del sistema educativo, el 12 de noviembre será el primer día de huelga nacional específica en todo el sector.

Fueron primero la FSU, Sgen-CFDT y UNSA quienes lanzaron la convocatoria de movilización, pero solo contra la supresión de 2600 plazas en la educación secundaria, pues CFDT y la UNSA no piden la retirada de estas “reformas” gubernamentales (“escuela de confianza”, reforma del instituto y Bachillerato, Parcoursup). Este llamamiento fue lanado justo antes de la movilización interprofesional del 9 de octubre, con la consecuencia de ver a l@s docentes renunciar a participar en la primera para “reservarse” para la segunda. Los otros sindicatos (CGT, FO, SUD, SNALC) se unieron a la convocatoria, insistiendo en la necesidad de exigir también la retirada de las reformas de Blanquer, porque el recorte de empleos está relacionado con ellos.

Resultado: no hay un llamamiento unitario de todas las federaciones sino por separado. La FSU ha preferido vincularse con las organizaciones sindicales que han acompañado todas las reformas del gobierno Hollande y seguir haciendo lo mismo con Macron. Esto inevitablemente tendrá consecuencias en la evolución de su estrategia, ya poco combativa estos últimos años.

Una ocasión a aprovechar para que se expresa la rabia creciente

En todos los niveles del sistema educativo hay un deterioro brutal de las condiciones de trabajo y estudio. El 12 de noviembre debe ser una oportunidad para agrupar en la huelga y en la calle a todo el personal, desde educación infantil hasta la universidad, pero también los estudiantes de instituto y universitarios. Este es uno de los primeros problemas porque ni las federaciones estudiantiles ni las del personal de educación superior convocan. ¡Tood@s somos golpead@s por el mismo mal, debemos luchar juntos o caeros un@s detrás de otr@s!

Las medidas de Blanquer para la primaria son polvo en los ojos, ya que la limitación de 12 alumn@s en las clases de CP y CE1 de las zonas de educación prioritaria es asumida en parte por las otras clases de estas mismas escuelas y por otras en donde el número de estudiantes está en aumento. En cuanto a la nueva reforma de la secundaria general y tecnológica, su objetivo es homologarla con las solicitudes “esperadas” por las universidades que permiten seleccionar y así eliminar a miles de estudiantes.

Para los institutos profesionales, la reforma prevé reducir el número de horas de enseñanza y promover el aprendizaje, en detrimento del servicio de educación pública. El informe CAP 2022 es la columna vertebral del deseo de este gobierno de aplastar el carácter y servicios públicos, de los cuales el de educación es uno de los principales presupuestos.

El 12 de noviembre solo puede ser el comienzo

El caso del video de un estudiante de secundaria que amenazaba a su maestro con una pistola ficticia sirvió de pretexto para que el ministro sacara la artillería pesada de las medidas más reaccionarias y represivas contra l@s alumnos, para quienes el sistema educativo no es más que una máquina de clasificación social.

Hay una urgencia por frenar todas las políticas que solo sirven para cerrar escuelas y abrir prisiones. No es la tarde del 12 de noviembre cuando tendremos éxito. Pero si esta jornada de huelga es masiva, aprovechamos la oportunidad para hacer asambleas generales, bloques combativos en las manifestaciones con el “Tod@s juntos desde educación infantil hasta universidad ” proponiendo la derogación de todas las contrarreformas Blanquer-Macron y la creación de plazas a la altura de las necesidades, tendremos las fuerzas necesarias para ir más lejos:¡ una huelga de larga duración!