
La asamblea de trabajadores de los amarradores del puerto de Barcelona decidió el 15 de enero, tras una semana de negociaciones donde la empresa no ha cedido ante las reclamaciones de la plantilla, ir a una huelga indefinida que comenzó el día 17, convocada por todos los sindicatos con representación: CGT, USTP, OTEP, CCOO y UGT.
Aunque la mayoría de la prensa ha centrado la noticia en el retraso que dicha huelga pudiese causar en la rutina del puerto, lo cierto es que los y las trabajadoras tienen un conjunto de reclamaciones con el objetivo de poder realizar su trabajo en condiciones de seguridad e igualdad, totalmente legítimas.
La fusión de las 3 empresas que ahora forman Amarres de Barcelona S.L. fue fruto del descenso del tráfico marítimo durante la pandemia, una decisión económica para que los consejos directivos mantengan sus puestos de trabajo que termina, una vez más, siendo pagada por l@s trabajador@s, quienes una vez recuperada la carga de trabajo se encuentran sin el personal necesario para realizar con seguridad todas las tareas de amarre que exigen los cargueros.
Y no es solo que realicen dichas tareas con personal insuficiente, sino que también se encargan de otros servicios auxiliares por los que no cobran ningún suplemento, ni la polivalencia de servicios. Además, aunque el negocio se ha salvado para la ejecutiva, la subrogación y la fusión que realizaron las empresas ha dejado hasta 5 escalas salariales para unas mismas responsabilidades. Algun@s de l@s trabajador@s tienen además congelados sus sueldos desde el 2012.
Obligad@s a unos servicios mínimos del 70%, la plantilla reclama sus derechos laborales y económicos y así lo ha defendido en el comité de empresa, que ante la oferta de la creación de una mesa de diálogo bajo la condición de levantar primero la huelga, se ha negado a cumplir dicha condición, que no sólo es un ataque al derecho fundamental de huelga, sino que también es un intento de pasar por encima de la votación en la asamblea de l@s trabajador@s, una más de las maniobras que la patronal intenta para dividir a la plantilla.