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En los últimos años hemos visto de forma preocupante un vertiginoso auge del fascismo a nivel internacional, las causas, por supuesto, son las mismas que en los años 20-30: la crisis económica ha demostrado a amplios sectores de la clase trabajadora las contradicciones del sistema capitalista y patriarcal; muchos de estos sectores han empezado a cuestionar las instituciones capitalistas y se han organizado por sus derechos. Estas luchas son una escuela para la clase trabajadora, que en la práctica les demuestra que su enemigo no es de raza o género y que solo mediante la unidad de las luchas puede plantar cara al capital, que teme otra vez peligrar sus privilegios y para ello recurre al mismo arma que anteriormente.

El fascismo se auto define a sí mismo como un movimiento nacionalista, revolucionario, anti capitalista y anti marxista. Por supuesto no vamos a negar su carácter de ensalzamiento nacional, ni su visceral odio al marxismo, otro asunto es cuando analizamos ese supuesto anti capitalismo, ya que en aquellos lugares donde ha tenido el poder ha servido fielmente los intereses del capital, a través de una dictadura abierta de los elementos más reaccionarios, chovinistas e imperialistas del capital financiero. Bajo una fraseología revolucionaria busca atraer incansablemente a la clase trabajadora, para luego atacar la línea de flotación del movimiento obrero, rompiendo la unidad de las luchas, utilizando la xenofobia y el machismo para fraccionar nuestras filas con el más vil de los populismos, para después aplastar toda reivindicación y lucha a través de la más cruel represión.

Es importante analizar cómo el fascismo ha tenido que renunciar a sus antiguas costumbres de marchas militares, esvásticas, águilas imperiales y brazos en alto, que no les daba ningún rédito político, y han tenido que esconderse detrás de un lavado de cara más “democrático”, en apariencia y dialéctica, aunque esto no les hace menos peligrosos; el traje militar ha sido sustituido por la corbata, los argumentos de supremacía blanca se esconden bajo mítines de seguridad frente al islamismo, del odio abierto al extranjero se pasa a “los españoles primero”, su lenguaje puede ser menos beligerante pero su ideología sigue siendo la misma.

Estamos viendo como este discurso esta calando en sectores de la clase trabajadora con el auge de organizaciones como Amanecer Dorado en Grecia, el Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia, seguidos de UKIP en Reino Unido, Hobbik en Hungria, FPÖ en Austria y el triunfo del conservador Trump en las elecciones norteamericanas.

En definitiva; la bestia fascista ha eclosionado del huevo y sus serpientes están empezando a trepar, y la única forma de aplastarla es un frente único donde converjan todas las luchas, donde la igualdad y la no discriminación por cuestiones de raza o género sean la columna vertebral. Si la crisis ha hecho resucitar esta bestia, la unidad política y en las luchas de la izquierda la vencerá.

Estos días asistimos con perplejidad cómo el partido político VOX va a realizar un “campus invernal” en el que promulgar sus exacerbadas ideas con charlas anti feministas y xenófobas, a las que asistirán importantes dirigentes de la organización como Santiago Abascal u Ortega Lara, y donde irán representantes de la “iniciativa amigos (del estado genocida) de Israel” y como invitado especial el eurodiputado del fascista Frente Nacional francés Edouar Ferrand.

Por otro lado, denunciamos de manera clara la realización de un acto por parte de VOX dentro de su “campus invernal” en torno a “LOS PELIGROS DE LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO”, donde, como ya es común en este tipo de actos, se niega y naturaliza la violencia contra las mujeres, atacando nuestros derechos y libertades y promulgando un discurso misógino para perpetuar los intereses del capitalismo y del patriarcado. Ante sus ataques no nos callamos, seguiremos en la lucha feminista, alzando la voz contra cada agresión y uniéndonos para señalar su machismo encubierto.

Desde IZAR condenamos este tipo de actos de exaltación neofascista y misógina y mostramos nuestra mas fuerte repulsa hacia los ideales que estas organizaciones promueven. Creemos en el internacionalismo, el feminismo y la unidad en la lucha como valores antagónicos a la barbarie fascista.

AL FASCISMO NO SE LE DISCUTE, SE LE COMBATE

AYER COMO HOY, LLEVEN UNIFORME O TRAJE

¡NO PASARÁN!