
Cuando se publique este artículo, habrá pasado ya alrededor de mes y medio desde que el pasado 13 de abril, 20 soldados israelíes armados hasta los dientes entrasen en casa de Juana Ruíz, cooperante humanitaria residente en Beith Sahur (localidad cisjordana cercana a Belén) y la arrestasen sin cargo alguno para, según dicen, interrogarla.
Días antes, el 8 de marzo, miembros del ejército israelí irrumpieron en la sede de Health World Committees – una ONG palestina dedicada a dar servicios sanitarios y de desarrollo para el abandonado pueblo palestino – y requisaron ordenadores y demás material. Tras esto, fueron detenidos tanto Tayseer Abu Sharbak como Saeed Abbad, responsable actual de la contabilidad de la organización y el anterior respectivamente. Ambos siguen retenidos al igual que Juana. Según se cree, lo que el Estado Israelí intenta es imputarles por colaboración con el Frente Nacional de Liberación Palestino (FNLP), alegando que han desviado fondos que recibía la HWC de países entre los que se encuentra el Estado Español o de fondos europeos. Al no haber prueba alguna que apoye estas acusaciones, los esfuerzos del estado sionista van dirigidos a crear una brecha en la moral de estas tres personas, que soportan un trato inhumano en las instalaciones que les retienen.
Juana ha podido hacer llegar a su abogada testimonios que atestiguan la crueldad del trato al que se le somete a diario, soportando interrogatorios de más de seis horas, recibiendo sólo dos comidas frugales al día y sin derecho a visitas por parte de su familia, a la que no han permitido ni siquiera hacerle llegar sus objetos personales más necesarios, sus gafas entre ellos, sin las que no puede leer ni escribir. Como es de esperar, en estas circunstancias la moral de la cooperante está cada día más afectada para preocupación de sus compañer@s y familiares. Lo peor de todo es que la retención podría alargarse hasta 75 días en total ya que ha sido “detenida con propósito de interrogación”, una modalidad que recoge la ley militar en Israel que atenta contra los derechos humanos más básicos.
Para que nos hagamos a la idea de lo largas que son los dedos del Estado Israelí, en la web NGO MONITOR, página supuestamente dedicada a mostrar la transparencia de las organizaciones no gubernamentales y que tiene apoyos internacionales, se considera a la HWC como una asociación con lazos estrechos con el FNLP. Sin embargo, si entramos en la página de sus principales donantes encontraremos un variado abanico internacional de asociaciones judías pro Israel. En ella se hace referencia directa a Al Quds, asociación creada en Málaga por la solidaridad con los pueblos del mundo árabe, y se la relaciona de una manera aparentemente inocente con el HWC.
Las últimas semanas han sido difíciles para los y las palestinas, que el 15 de mayo – este año coincidía con el final del mes de Ramadan – celebraban el día de la Nakba (día que comenzó lo que llaman “el éxodo palestino” tras la creación del estado israelí) entre protestas por el desalojo de numerosas familias palestinas de sus casas por l@s colon@s israelíes. Desde el 10 de mayo – fecha en que comenzaron los primeros altercados entre Hamás y el ejército israelí en esta última escalada de violencia – hasta el 22, han sido 11 días de terror en los que han fallecido 213 palestin@s, en gran número civiles y menores de edad, frente a 12 israelíes. Sin embargo las repercusiones van mucho más allá.
Según la ONU, más de 50.000 árabes de la zona se han visto obligadas a dejar sus hogares y desplazarse para proteger sus vidas en los últimos días. Resulta profundamente ofensivo observar cómo ante todo esto, países como EEUU apoyan incondicionalmente a Israel dándole la vuelta a su antojo a la realidad histórica del conflicto. En el Estado Español no nos quedamos atrás ya que, pese a que allá por el 2015 Pedro Sánchez afirmó que si algún día llegaba a la presidencia del país reconocería la legitimidad del Estado Palestino, hoy por hoy sigue sin hacerlo.
Como ya hemos dicho en anteriores ocasiones desde Izquierfa Anticapitalista Revolucionaria IZAR “sabemos que la solución nunca vendrá de las instituciones internacionales dominadas por los países imperialistas, las cuales son los primeras responsables de esta situación dramática. En Palestina, como en el resto del mundo, la salida solo vendrá por la unificación de l@s trabajador@s y de las masas pobres, y por la construcción de organizaciones que tengan como objetivo la emancipación del proletariado con una perspectiva internacionalista y revolucionaria. Aunque este objetivo parece por un momento inalcanzable, sabemos que no hay otra alternativa a ésta.“
Mientras, debemos luchar por visibilizar y brindar nuestro apoyo a causas como la de Juana Ruiz, exigiendo su liberación inmediata y la de sus dos compañeros.
Libertad para Juana Ruíz, Tayseer Abu Sharbak y Saeed Abbad!
¡Libertad para los y las palestinas reprimid@s por Israel!