
Macron ha sido reelegido. Después de 5 años de políticas antisociales al servicio de los más ricos, de represión y de crecimiento de la violencia de Estado. El resultado de la extrema derecha es el más elevado nunca obtenido en una 2ª vuelta en una elección presidencial. El recortador y la hija del tuerto se han disputado los restos de una partida electoral con los dados completamente trucados. Su República definitivamente no es la nuestra, Macron definitivamente no es nuestro presidente. Le Pen y todos los fascistas son más que nunca nuestros enemigos de clase.
Le Pen, primera en la mayoría de los territorios colonizados, en el contexto del escándalo de la clordecona y la privación masiva del derecho al trabajo para quienes no tienen pase sanitario, es uno de los indicadores más absurdos y reveladores de esta mala gestión provocada por un sistema político y social sin aliento, que aplasta a l@s más pobres y oprimid@s. Pero la abstención ha alcanzado un nivel casi récord del 28%, con un 8,6% de votos en blanco y nulos. Es una señal de que much@s trabajador@s están cansad@s de estas falsas elecciones. ¡Mientras que es a través de la acción colectiva, en las huelgas, manifestaciones, ocupaciones universitarias, en los bloqueos que podemos realmente hacernos oír y ser respetad@s! Es lo que impedirá pulular a los gusanos la extrema derecha en los campos de ruina de la desesperanza social.
Y sin embargo los cantos de sirena electorales se reanudan
Apenas pasado el anuncio de los resultados, todos los dirigentes de los partidos políticos al servicio del sistema se han lanzado de nuevo en la próxima carrera electoral, la de las elecciones legislativas, que tendrán lugar el próximo junio. Macron, odiado en los sectores populares, quiere ahora una mayoría para gobernar y seguir con su labor al servicio de la Medef (patronal francesa) y las grandes multinacionales, Le Pen quiere su revancha y llama a la unión de la derecha y ultraderecha detrás. Y Mélenchon ya se ve como primer ministro de la cohabitación, sobre la base del programa de la Unión Popular, ¡aliándose con todo lo que todavía se mueve dentro de la izquierda institucional!
No experimentamos la misma urgencia: la nuestra es la que expresan los jóvenes que se han movilizado en sus facultades e institutos, entre las 2 vueltas, la de quienes han salido en la calle el domingo gritando cintra Macron y sobre todo contra todas las polìticas llevadas a cabo por los sucesivos gobiernos desde hace 40 años y que han banalizado las propuestas e ideas de la extrema derecha. Hay que salir de esta espiral infernal imponiendo nuestro propio calendario. Las legistativas no cambiarán nuestras vidas, solo nuestras luchas lo permitirán. En estas elecciones, como en la 1ª vuelta, demos nuestro voto a l@s candidat@s revolucionari@s para expresar nuestro rechazo al sistema y demandas sociales, lejos de cualquier ilusión en las instituciones.
¡Es urgente un plan de batalla serio!
La esperanza de otra sociedad será tanto más creíble cuanto más logremos victorias en las calles y en nuestros centros de trabajo y estudio. No faltan batallas que librar: empecemos por hacer frente la jubilación a los 65 años, contra los despidos y recortes de plantilla, por el aumento salarial de 300 euros, por el abandono de Parcoursup y el acceso a la unversidad de todos los sans-facs, por la regularización de todos los sin-papeles. Para esto es deseable la unidad de todas las fuerzas del movimiento obrero, pero sobre todo la unidad de tod@s l@s oprimid@s. Comencemos a reunir las fuerzas para discutir un plan para que esto sea una realidad.
El pasado 1 de mayo estuvimos masivamente en la calle como un primr aso, cantando La Internacional y no La Marsellesa. Ahora toca debatir en todas partes, en nuestros centros de trabajo y estudio, en nuestros sindicatos, en nuestras luchas colectivas, la perspectiva de un paro interprofesional en mayo, como punto de apoyo a una movilización prolongada. Este viejo mundo puede seguir pudriéndose, ¡queremos cambiarlo!