“Terrorismo nacional”. Este es el capítulo donde la Fiscalía incluye los CDR y la plataforma Tsunami Democràtic en su memoria anual del 2019, presentada este mediodía. En concreto, el ministerio público coloca las manifestaciones por la sentencia del Procés y la detención de los CDR del 23 de septiembre al mismo nivel que ETA, Grapo o el terrorismo anarquista, el capítulo 4.4.2 de la memoria.

La Fiscalía General del Estado define los CDR y Tsunami como el “Movimiento Violento Independentista Catalán”. Un título del cual hace una “evaluación del estado actual de la amenaza”. Este análisis empieza con la “relación” de los 9 detenidos “por su presunta vinculación con los Comités de Defensa de la República”, en referencia a los detenidos el 23 de septiembre de 2019 en el marco de la operación Judas.

Según la fiscalía, durante el resto del 2019, “han continuado produciéndose acciones violentas e intimidatorias del independentismo radical y violento catalán dirigidas contra personas, colectivos e instituciones que se posicionan en contra del proceso secesionista”. Así mismo, el ministerio público destaca que los detenidos por la Audiencia Nacional a la operación Judas no solo eran CDR sino que formaban parte de “el Equipo de Respuesta Táctica”. Un grupo que “presuntamente estaban en fase de preparar acciones violentas”, según los cacheos domiciliarios la Guardia Civil confiscó “sustancias consideradas precursores para la confección de explosivos”.

Una explicación que sirvió al juez para procesarlos por “pertenencia a organización terrorista, tenencia de explosivos con fines terroristas y conspiración para la comisión de estragos”, a pesar de que todos los investigados se encuentran en libertad. Con esta explicación, la Fiscalía considera que hay bastante para incluirlos en el epígrafe de “terrorismo nacional”.

En el mismo epígrafe, la Fiscalía –y sin que haya ninguna detención– incluye las protestas por la sentencia convocadas por el Tsunami Democràtic. “Durante los días previos al 14 de octubre, cuando el Tribunal Supremo dio a conocer la sentencia sobre el llamado ‘Procés’,” consta a la memoria, “dentro de ciertos sectores del independentismo se fueron incrementando progresivamente las movilizaciones y perfilando las diferentes dinámicas, especialmente a través de la plataforma Tsunami Democràtic, sirviéndose de la inmediatez, alcance y privacidad de los canales de mensajería instantánea (fundamentalmente Telegram)”.

“Después de esta sentencia”, continúa la memoria, “se sucedieron graves disturbios en diferentes ciudades de Cataluña, especialmente focalizados en Barcelona, que incluyeron el bloqueo –[en realidad, la actividad no se paró]– del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-el Prat, cortes de cauces de comunicación (avenidas, calles, carreteras y tráfico ferroviario) y ataques a edificios públicos (delegaciones y subdelegaciones de gobierno, comisarías del CNP y de los Mossos d’Esquadra, cuarteles de la Guardia Civil, consellerías de la Generalitat, etc.)”. Unos elementos que llevan la Fiscalía a considerar las protestas del Tsunami como una conducta delictiva propia del terrorismo.

Traducción del catalán de un artículo del periódico El Món