
En pleno puente de la Constitución, las camareras de piso de estos hoteles de Granada pretenden presionar tanto a su empresa, Inneria, como a la cadena hotelera Maciá que subcontrata el servicio para hacer valer sus derechos laborales y para conseguir que se le aplique íntegramente el convenio de Hostelería en lugar del convenio de limpieza mucho menos garantista. Una lucha, por tanto, por la subida de sus salarios y la mejora de sus condiciones de trabajo.
La huelga sostenida no se puede esquivar: la caja de resistencia un factor clave
Parecerá un tópico pero la huelga sostenida en el tiempo sigue siendo la mejor herramienta de los y las trabajadoras para hacer valer sus derechos y para arrancar victorias ya que paraliza el centro de trabajo y genera pérdidas inmediatas a la empresa. Por ello, siempre hay que tener ese horizonte al iniciar un conflicto y tratar de responder colectivamente para poder llevarla a cabo. La organización colectiva de las trabajadoras a través de sus secciones sindicales y de las asambleas en los centros de trabajo debe servir para aportar respuestas a las problemáticas derivadas de la huelga.
El elemento central a tener en cuenta es la cuestión económica. Para hacer huelga y que ésta dure en el tiempo es necesario responder a la problemática de la pérdida de salario. Esto ocurre siempre pero en el caso de los sectores ultraprecarizados como puede ser este, en el que dichas compañeras no cobran más de 500 euros al mes, esa cuestión es aún más determinante y debe ser respondida de manera colectiva. Para ello, es imprescindible recuperar el reflejo de crear al inicio de cada conflicto laboral una caja de resistencia que permita afrontar la convocatoria de una posible huelga. Cuanto antes se anticipe esta cuestión, mayor éxito se tendrá.
En el caso que nos ocupa, la campaña para recaudar dinero para la caja de resistencia ha sido un éxito rotundo. A una semana del inicio de la huelga, la caja de resistencia podía soportar íntegramente los 4 días de huelga convocados para el puente de la Constitución y volver a soportar 1 semana más de huelga en plena Navidad en el caso de que fuese necesario seguir presionando. La empresa es consciente de ello y eso les genera una presión suplementaria. De esa manera, sí es posible emprender un pulso con la patronal. A los problemas materiales individuales, hay que responder de manera colectiva aportando respuestas muy concretas ya que el pago del alquiler, de la hipoteca o la cesta de la compra no esperan.
La convergencia con otros sectores en lucha y la solidaridad: una demostración de fuerza que preocupa a la empresa
Desde el primer momento, desde las secciones sindicales de USTEA Actividades diversas de ambos hoteles se ha tratado de buscar apoyos para librar esta lucha. En primer lugar solidarizándose con otras camareras de piso de otros hoteles y de otras empresas de limpieza que se estaban movilizándose en ese momento. Esa orientación ha permitido tejer lazos de solidaridad entre trabajadoras de un mismo sector organizadas en sindicatos diferentes.
Así pues, las camareras de piso de CCOO de la empresa Lidout subcontratada por la cadena hotelera Eurostars han apoyado desde el primer momento la lucha de las camareras de piso de USTEA y viceversa. Del mismo modo, la asociación de camareras de piso, Kellys Unión Granada, ha difundido y apoyado a sus compañeras de los hoteles Maciá asistiendo a todas las concentraciones y participando de las iniciativas para recaudar dinero para la caja de resistencia.
Pero la solidaridad y la convergencia ha ido más de allá del sector de las camareras de piso. Los y las docentes o el personal laboral de la administración pública de USTEA Granada han estado presentes desde el primer momento. La convergencia entre sectores diferentes durante esta lucha crea puentes sólidos para el futuro. En ese mismo sentido hay que destacar la implicación de los y las compañeras de STOP desahucios 15M Granada, de la Unión Sindical Estudiantil y de las Marchas de la Dignidad que han hecho de este conflicto laboral el suyo propio mostrando la estrecha relación que existe entre la pérdida del puesto de trabajo y la pérdida de la vivienda y cómo esa lógica tiene siempre un componente de clase.
Somos l@s trabajador@s l@s que vivimos precarizad@s o perdemos nuestros puestos de trabajo porque la empresa siempre quiere aumentar sus beneficios, quienes acabamos por perder nuestra vivienda. Esa confluencia en la lucha genera también temor en la empresa que ve cómo las trabajadoras no sólo no están aisladas sino que además cuentan con un apoyo muy amplio.
La determinación y la participación de las trabajadoras: su lucha y su huelga les pertenece
Para ganar, la participación de las trabajadoras es un elemento determinante. Hay que romper con la idea de sindicalismo de gestión. Un conflicto laboral no puede ser nunca ajeno a las propias trabajadoras. Éstas deben siempre tomar las riendas de su propia huelga. Eso significa decidir siempre en asambleas de la orientación de la movilización así como de las respuestas a aportar a los problemas y dudas que puedan ir surgiendo durante la lucha. La participación y la implicación de las trabajadoras en primera persona en una huelga es la mejor herramienta para forjar confianzas y experiencias que permitan en el futuro librar nuevas peleas en el centro de trabajo.
En esta lucha, las camareras de piso de ambos hoteles han estado desde el primer momento dando la cara tanto en el centro de trabajo como fuera en las movilizaciones. A pesar de todas las presiones ejercidas por parte de Inneria y de Maciá para que dejaran de movilizarse, las compañeras no han dejado de enfrentarse a los responsables de ambas empresas realizando asambleas en la puerta del hotel o interrumpiendo reuniones ilegales convocadas por la empresa en las que se excluía a las trabajadoras sindicadas.
En el momento en el que se escribe dicho artículo aún no sabemos el desenlace de esta lucha. Es evidente que de saldarse ésta por una victoria, las trabajadoras saldrán aún más reforzadas y la correlación de fuerzas dentro del centro de trabajo mejorará muchísimo. Sin embargo, ya podemos decir que esta convocatoria de huelga y esta experiencia de movilización ya ha transformado la correlación de fuerzas en la empresa. Este conflicto está demostrando a marchas forzadas dos cuestiones que son centrales: la empresa de limpieza Inneria y la cadena Maciá no pueden funcionar sin las trabajadoras. Mientras que las coordinadoras de Inneria o los directores de los hoteles sí son prescindibles, las camareras de piso no lo son.
Esta realidad de los hoteles es extrapolable al conjunto de la sociedad. Los y las que lo hacemos todo funcionar, somos los y las trabajadoras. El confinamiento durante la pandemia ha demostrado que sin l@s cajer@s, l@s reponedor@s de los supermercados, sin l@s transportistas, sin l@s sanitari@s o sin l@s jornaler@s nada funciona. El lugar que ocupamos en la producción nos da una fuerza que debemos aprovechar. Podemos decidir cuando se produce y por ello debemos poner en tela de juicio el supuesto poder irrefutable de los jefes.
Un sindicalismo combativo además de exigir que se respeten los derechos de los y las trabajadoras debe en todo momento poner en entredicho es poder del empresario a decidir sobre todo lo que nos afecta en el centro de trabajo. Si los que somos imprescindibles en una empresa somos nosotr@s, es decir nuestro trabajo: somos nosotr@s los que debemos decidir sobre todo: el ritmo de trabajo, la carga de trabajo asumible, las condiciones de trabajo o cómo éste se organiza.