Como grupo LGTBI Antarsya saludamos el río multicolor que inundó el sábado 11 de junio la plaza Sintagma y as calles de Atenas en lucha contra la homofobia, la transfobia y el sexismo, reivindicando iguales derechos en el trabajo, educación, sanidad y liberación sexual, etc. La masiva participación de gente joven, trabajador@s y muchas personas no LGTBI que bajaron y unieron sus voces a las nuestras, nos da inspiración para seguir luchando junt@s.
Nuestro grupo tenía presencia con su propio material y organizó un debate bajo el título “¿Educación? ¿De dónde proviene la homofobia/ transfobia y cómo erradicarla?”. El objetivo era abrir la discusión política entre compañer@s en la izquierda y a todo el mundo presente, así como a las organizaciones LGTBI. Un punto básico del debate era cómo unificar y dar continuidad a las luchas. En dicha manifestación marchamos constituyendo un bloque anticapitalista bastante nutrido y gritando consignas de clase.
Desmentimos las publicaciones que presentan al grupo LGTBI de Antarsya como cabecilla en el intento de expulsión de policías LGTBI y de la juventud de Syriza de la marcha. Las prácticas de expulsión de manifestantes siempre han sido impropias de las de Antarsya.
Con nuestro comunicado antes del Día del orgullo pero también con el manifiesto repartido por nosotr@s allí, denunciamos el hecho de que se invitó a la institución de la policía griega de participar en la organización: “En lo relativo a la celebración del Orgullo, nuestro grupo ha expuesto muchas veces su oposición a su institucionalización en opaca ONG con asistencia y apoyo de embajadas y patrocinadores capitalistas. La participación de la conocida empresa El Dorado-Gold este año mostró hasta qué punto puede llegar la contradicción, pero también la fuerza que tienen los miles de miembros y activistas del movimiento LGTBI con su indignación a las pocas horas de producirse el fiasco.
A pesar de esto, nosotr@s seguimos protestando contra el “pinkwashing” exigiendo que se vayan las embajadas (el colmo fue la norteamericana del asesino y machista Trump) y todos los “patrocinadores de oro”. La presencia de policías LGTBI no es parte de la solución sino del problema. Es decir, de la represión homo y transfóbica a la que nos enfrentamos l@s LGTBI pero también el conjunto de nuestra clase por parte del estado. Es un insulto al mismo Stonewall, a la matriz del conjunto de nuestro movimiento, que nació como levantamiento contra la represión policial, incluir a ELAS (cuerpo de policía nacional) en la convocatoria a la manifestación este año”
(comunicado íntegro: lgbtqantarsya.wordpress.com/2017/06/07/athens-pride-2017/)
Creemos que el problema se encuentra de manera más general en la organización del Día del Orgullo de Atenas, que cada año levanta reacciones por la gente del movimiento. Hace poco estaban excluidas las personas trans y este año se invitó a participar a ELAS, mientras permanece el problema de los patrocinadores de empresas capitalistas y el apoyo de embajadas de estados imperialistas. La retirada este año de El Dorado-Gold de los patrocinadores tras una masiva protesta es la muestra de que la presión del movimiento LGTBI por abajo puede ganar.
También la respuesta unitaria de tod@s cuant@s nos encontrábamos temprano en la plaza Sintagma y expulsamos con nuestras consignas al grupo de fascistas, los cuales lanzaron panfletos homofóbicos y una botella a un voluntario, es un desarrollo esperanzador y refleja los avances en la sociedad. Ahí necesitamos concentrar nuestros esfuerzos. Queremos la vinculación del movimiento LGTBI con las miles de personas, trabajador@s y estudiantes, que se manifiestan cada año en las huelgas.
Es una aspiración convertir un movimiento de masas para ganar nuestras demandas con una referencia social y el apoyo de todo el mundo que lucha. De este modo podemos enfrentarnos de manera eficiente con las instituciones burguesas pero también en conjunto con el sistema que genera opresiones y discriminaciones. Los conflictos simbólicos pueden parecer radicales pero no abordan el problema en su raíz. Sugieren que la resistencia es obra “de un@s poc@s y decidid@s” y no de un movimiento amplio y masivo.
La policía no cambiará porque una pequeña parte de ésta haya tratado de participar en el Orgullo, ni tampoco esta celebración volverá íntegramente a nuestras manos porque una parte del movimiento LGTBI decidiera expulsar al grupo en concreto de la marcha. La policía, como mecanismo de represión del estado, puede ser aplastada solo por un movimiento masivo de la clase trabajadora, de la juventud y de tod@s l@s oprimid@s. Parece tarea difícil, sin embargo puede marcar la diferencia, como ha mostrado históricamente en el curso del movimiento y la izquierda.