El 25 de mayo un hombre negro desarmado, George Floyd, fue asesinado por policías de Minnesota. En un vídeo grabado por alguien que se encontraba allí se oye a Floyd decir “Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar, por favor, tío” mientras el policía se apoyaba con la rodilla sobre su hombro y otros 2 policías lo inmovilizaban. Después de que Floyd estuviera en silencio y sin moverse, el policía siguió con la rodilla sobre su cuello. Varias personas grabaron el momento y se les oye pedir al policía que lo dejase respirar y que le revisase el pulso, señalando que había dejado de dar señales de respuesta.
Floyd, de 46 años, trabajaba como agente de seguridad en un restaurante. La policía alega que lo pararon porque coincidía con la descripción de un sospechoso de falsificación de dinero en una tienda de alimentación. Este mortal accicidente nos recuerda mucho a la muerte por estrangulamiento de Eric Garner en 2014 en manos de agentes de la policía de Nueva York. Garner dijo entre jadeos “No puedo respirar” mientras su vida era arrancada por policías asesinos. Su muerte dio inicio a protestas masivas y “No puedo respirar” se convirtió en un eslogan común del movimiento #BlackLivesMatter. En el caso Garner, el gran jurado se negó a enjuiciar a ningún policía.
El jueves 26 de mayo, miles de manifestantes se reunieron en le lugar en el que se robó la vida de Floyd y rodearon la subestación de policía. Se alzaron lema como “¡No puedo respirar!” y “¡Sin justicia no habrá paz!”, en escenas que recordaban Ferguson después del asesinato de Michael Brown, o Baltimore después del asesinato de Freddie Gray. Policías vestidos de antidisturbios se movilizaron contra manifestantes pacífic@s, disparando bolas de goma y gases lacrimógenos.
Un militante de Socialist Resurgence de Minneapolis hace la crónica: “Este linchamiento ocurrió exactamente a 4 manzanas de nuestra casa. Estábamos en la protesta cerca de la esquina en la que George Floyd fue asesinado, pero la multitud estaba muy pegada. Casi todas las personas que vimos llevaban algún tipo de mascarilla, como nosotr@s… El evento de protesta en solidaridad iba a ser entre las 5:00 y las 8:00; estaban pasando cosas desde la noche anterior, y continuaron hasta las horas más tardías alrededor de la 3ª comisaría, adonde la mayoría de l@s compañer@s marcharon (a unos 4 km de la escena del crimen).
Nuestra hija, que es más precavida que nosotr@s con el Covid-19, condujo desde su apartamento en St. Paul para encontrarse con compañer@s en la comisaría, pero se dio la vuelta cuando llegó a la esquina porque vio que los matones habían sacado los vehículos grandes y las armas. Dispararon pimienta, gases lacrimógenos y pelotas de goma a manifestantes desarmad@s alrededor del perímetro de la comisaría, mientras vestían material antidisturbios de tecnología punta”.
Policías de Minneapolis apuntan hacia la protesta del 26 de mayo
L@s manifestantes respondieron lanzando los proyectiles de gas lacrimógeno y piedras contra los policías. Algunos vehículos policiales y la comisaría sufrieron daños. Mientras la muchedumbre trataba de irse del asalto, médicos de calle y otros trataron de asistir a personas expuestas a los gases lacrimógenos echándoles leche en los ojos. Un concejal de la ciudad, Jeremiah Ellison, declaró “Esto es un espectáculo asqueroso… He sido incapaz de evitar que la policía disparase indiscrimidadamente sobre la multitud. Hace unos momentos, sostenía una toalla sobre la herida de una adolescente mientras le salía sangre de la cabeza.” Esto ocurre en total contraste a lo que pasa en la mayoría de las protestas por la “reapertura” de la extrema derecha armada, cuy@s manifestantes han sido tratad@s de manera privilegiada por la policía.
Los 4 agentes involucrados en el asesinato de George Floyd han sido despedidos, pero no es suficiente. Los policías asesinos deben ser sometidos a juicio por asesinato. El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, ha publicado una declaración en Facebook: “Ser negro en América no debería ser una sentencia de muerte. Durante 5 minutos, hemos visto a un policía blanco presionando su rodilla sobre el cuello de un hombre negro. 5 minutos. Cuando oyes una persona pidiendo ayuda, se supone que debes ayudar. Este agente ha fracasado en el más básico y sentido humano”.
Epidemia de violencia racista en medio de la pandemia
En las últimas semanas, ha circulado un video del asesinato en Georgia de Amaud Arbery por un asaltante con una escopeta. Un grupo de vigilantes blancos había atacado a Arbery por el “crimen” de correr porque l@s negr@s estaban en el barrio equivocado. El fiscal de distrito local se negó a acusar a los asaltantes de Arbery, aparentemente porque uno de los hombres era un policía retirado. Una protesta pública provocó una investigación por parte de investigadores estatales y el arresto por cargos de asesinato de Travis y Gregory McMichael, quienes habían sido previamente investigados.
El 13 de marzo, 3 policías vestidos de civil presentaron una orden de registro en la casa de Breonna Taylor, derribando la puerta mientras ella y su novio, Kenneth Walker, dormían. Walker, al oír ruidos, disparó un arma y golpeó a un policía en la pierna. Walker dijo más tarde que creía que eran ladrones que entraban al departamento y que había disparado hacia abajo, sin intención de golpear a nadie. Pero la policía respondió, golpeó a Taylor, médica técnico de emergencias, 8 veces y la mató. Las balas de la policía entraron en varias casas contiguas. Walker fue acusado de asalto en primer grado e intento de asesinato de un oficial de policía.
El abogado del estado de Kentucky recientemente retiró los cargos contra Walker. Sin embargo, este caso ha reavivado los llamamientos para poner fin a las órdenes de registro. Ninguno de los policías en la redada llevaba cámaras en el cuerpo.
La policía, un baluarte de la supremacía blanca
La policía es una herramienta central de la violencia estatal capitalista contra las nacionalidades oprimidas y l@s trabajador@s. Cualquier trabajador/a que haya estado en huelga y se haya enfrentado a la represión policial lo sabe a fondo. La policía existe para proteger y servir los intereses de la clase dominante. En los EEUU, la policía no puede separarse de la naturaleza racista del sistema.
Los orígenes de la policía en los EEUU, especialmente en el sur, se pueden rastrear parcialmente a las patrullas de esclavos formadas para atrapar a otros esclavos fugitivos. Más tarde, la policía hizo cumplir la ley de segregación de Jim Crow. Siguen siendo un componente esencial de la maquinaria de encarcelamiento masivo, que lleva a la prisión a cientos de miles de hombres y mujeres jóvenes negr@s. La policía también mirará a otro lado cuando los grupos fascistas y de extrema derecha ataquen a l@s manifestantes de izquierda. Los sindicatos de la policía juegan un papel reaccionario en el movimiento obrero al oponerse a las iniciativas progresistas.
La Orden Fraternal de la policía y la Asociación de Beneficencia de la policía constituyen el mayor “sindicato” policial. Desarrollar la solidaridad obrera contra la violencia policial requiere desafiar directamente el papel de los sindicatos policiales, exigiendo que las federaciones sindicales corten los lazos con estas reaccionarias organizaciones anti-obreras. La policía no es una parte legítima del movimiento obrero. Si bien la policía puede ser extraída de las filas de la clase trabajadora, sirven a los intereses de un orden social capitalista y racista.
¡Sin justicia, no hay paz!
Debemos construir un movimiento unido contra los asesinatos racistas y las violencias policiales. Exigimos responsabilidades a los policías asesinos, el fin de la militarización policial y justicia para todas las víctimas de la policía racista. No podemos confiar en los políticos y tribunales capitalistas para protegernos y poner fin a este horror. Esto significa desmantelar la policía y el sistema carcelario, que son los mecanismos de fuerza contra el conjunto de l@s trabajador@s y l@s oprimid@s.
¡Cárcel para los policías asesinos! ¡Justicia para George Floyd, Amaud Arbery y Breonna Taylor!