Las manifestaciones que han tenido lugar los días 17 y 28 de mayo han demostrado que la lucha por la estabilidad de l@s interin@s y por un sistema de acceso justo sigue muy viva. De un colectivo de 20.000, más de 7000 trabajadores se manifestaron el día 17 y más de 4000 el día 28. Eso demuestra a las claras que el seguimiento de la huelga fue esos días muy importante ya que no tod@s l@s compañer@s que hicieron huelga fueron, desgraciadamente, a las manifestaciones convocadas.

Nos encontramos por tanto muy lejos del dato de seguimiento ofrecido por la Junta de Andalucía por medio de su consejería de un raquítico 2,3%. Cuando casi la mitad del colectivo se manifiesta entre semana en Sevilla es obvio que es porque no están trabajando. Más allá de esa guerra de cifras, podemos afirmar sin mucho problema que más del 50% de l@s interin@s hizo huelga esos días y eso a pesar de todas las dificultades encontradas y de la cercanía de la fecha de oposiciones.

Estas movilizaciones también han demostrado la determinación y el enfado del sector que no acepta seguir siendo ninguneado por la Administración. Más de cuatro meses después de la primera jornada de huelga, la Consejera sigue sin recibir a nuestr@s representantes elegid@s en Asamblea de trabajador@s al no considerarlos interlocutores válidos a la vez que se mofa del movimiento deseándole suerte para las oposiciones. Por si todo esto fuese poco, el día 17 mandaron a la policía para reprimir a l@s docentes e impedir el paso a la Consejería. Así es como responde el PSOE a las demandas: ninguneo y represión. Que a nadie se le olvide, más aún en estos momentos en los que Pedro Sánchez conforma un gobierno del cambio.

Potencialidades y debilidades de esta huelga

Las potencialidades de este movimiento son de sobra conocidas. Es un movimiento combativo y determinado que ha ido respondiendo masivamente a las convocatorias centralizadas de manifestación en Sevilla. Sin embargo también tiene debilidades. Las más importantes son de orientación con respecto a cómo llevar a cabo una huelga indefinida. No basta con convocar una huelga para que ésta sea ampliamente seguida. Es como todo, hay que construirla y para eso hay que tener una orientación correcta.

A día de hoy, esta huelga está siendo una primera experiencia para la inmensa mayoría de los y las trabajadoras. Para la mayoría, nunca antes habíamos vivido una huelga similar. Es por tanto normal verse a menudo sobrepasado sin saber muy bien como orientarla. Sin embargo debemos ir haciendo balances colectivos lo más rápidamente posible para sacar lecciones que nos permitan reforzarnos y aprender para el futuro ya que esta lucha no acaba ahora en junio. En efecto, el plan de la Junta de Andalucía y del Ministerio de Educación es reducir la tasa de interinidad sin consolidar los puestos de trabajo ya ocupados por interin@s en estos próximos 4 años.

Esta huelga indefinida no ha tenido a diario un alto seguimiento. La mayoría la ha secundado cuando más o menos lo ha creído oportuno y sobretodo los días de fuertes manifestaciones en Sevilla. Eso responde a varios motivos. En primer lugar a la cuestión económica, pero no sólo. También a la cuestión de presión ambiente. Presión en el centro de trabajo por dejar a nuestro alumnado sin clases pero también en nuestras casas y familias por no estar estudiando para las inminentes oposiciones.

Esos problemas y esas presiones son muy reales y la única forma de hacerles frente es de manera colectiva tratándolos en las Asambleas de huelguistas cada día. Cuando la huelga es activa y durante las mañanas haces acciones, visitas centros para extender la huelga, entonces le ves el interés y la fuerza que tiene la huelga como herramienta de lucha. Sin embargo, si te quedas en casa y valoras cada día qué hacer a solas, es normal que a diario dudes y no le veas la utilidad a la huelga como herramienta para presionar a la Administración pero también para extender la lucha y por tanto para ganar.

¿Qué tipo de huelga indefinida para ganar?   

Para ganar, la huelga indefinida debe ser indefinida y evaluada a diario por l@s propi@s trabajador@s en huelga. No puede ser a la carta, un día sí, otro no. Sabemos lo que eso supone en términos materiales. Sin embargo no podemos esquivar esa cuestión. Sólo podremos presionar realmente a la administración si la huelga es seguida por un número importante de compañer@s y todos los días. Eso significa que en todas las provincias debería de haber habido cajas de resistencia para ayudarnos a aguantar. Éstas han sido y seguirán siendo la única forma de conseguir llevar a cabo huelgas duraderas. Hay que acostumbrarse a crear esa herramienta.

De la misma forma, en cada provincia debería de haber habido Asambleas de huelguistas que se reunieran a primera hora del día para debatir sobre la huelga y responder a las dificultades que cada huelguista se va encontrando pero también para organizar el día: acciones y visitas a centros. Ese tipo de huelga es más difícil pero es la única que permite masificarla y extenderla a la vez que contribuye a aumentar la confianza y el nivel de compromiso de l@s trabajador@s.

Durante esta huelga, sólo en Granada se ha tratado de funcionar de esa manera y, aun así, de una forma minoritaria. Sin embargo esa experiencia está sentando las bases para sacar lecciones que nos permitan el futuro organizarnos y movilizarnos mejor. Hemos visto cómo después de 4 meses de movilización y de 4 movilizaciones importantes en Sevilla, aún no se ha dignado la consejera Sonia Gaya a reunirse con el Comité de huelga de manera formal y abrir un proceso de negociación.

Lo que si se consiguió gracias a la movilización de l@s compañer@s en las diferentes provincias fue dar visibilidad al problema  con protestas en actos donde acudían representantes de la administración, fueran delegad@s, la consejera o la propia presidenta de la Junta de Andalucía Susana Díaz. Esto tuvo como consecuencia una reunión informal en Salobreña (Granada) con Sonia Gaya el pasado día 30 de mayo y el compromiso de que su gabinete se reuniese con el Comité de Huelga. Dicha reunión tendrá lugar el próximo día 11 de junio.

No obstante, no hay que hacerse ilusiones: para torcerle el brazo vamos a necesitar mucha más presión y no hay más presión que una huelga indefinida y masiva. Eso es lo que hay que construir y esa debe ser la perspectiva para una lucha que no acaba ahora sino que continuará en los próximos cursos. Lo demás son rodeos y no querer afrontar el problema de fondo. Para eso, hay que tener también consignas que nos permitan conectar con el resto de la plantilla es decir con l@s docentes funcionarios. Para eso, hablábamos de la derogación del decreto de los recortes pero habría que ir más allá exigiendo que se recuperen derechos como que no se nos quite dinero por enfermar o la cuestión de la equiparación salarial.

Quiénes son los responsables políticos y sus apoyos sindicales

Hay que señalar a todos los culpables de esta situación y la responsabilidad de las organizaciones con influencia en el sector en el desenlace de dicha lucha. Los culpables de esta situación son numerosos. Por un lado los diferentes gobiernos estatales que se han ido sucediendo (PSOE-PP) y que nunca respondieron al problema de la alta tasa de interinidad en la Educación en concreto y en la función pública en general. Les convenía tener una mano de obra precaria a la que poder hacer y deshacer a su antojo. A día de hoy tenemos en Educación una tasa de interinidad del 30% a nivel estatal y del 20-25% a nivel andaluz. La UE ha manifestado que eso no es legal y que se debe reducir de aquí al 2022 al 8%.

A partir de ahí se llega por parte del ministerio y de los sindicatos de CCOO, UGT y CSIF a un acuerdo para sacar en 4 años todas las plazas a concurso oposición que sean necesarias para reducir la tasa de interinidad pero sin consolidar a los y las trabajadoras que llevan ya años impartiendo clase. Eso significa que aquellos docentes que no saquen plaza en esas convocatorias (lo cual no significa que no aprueben) podrían dejar de trabajar a pesar de llevar años y años dando clases y de haber aprobado ya en numerosas ocasiones el proceso de las oposiciones.

En Andalucía, el papel de las direcciones de los sindicatos firmantes del acuerdo ha sido en todo momento tratar de desmovilizar a l@s interin@s. La dirección de CCOO Enseñanza ha estado en ese sentido a la vanguardia llegando a asumir el papel de la administración. En cuanto al gobierno “socialista” de Susana Díaz, su comportamiento está siendo caciquil despreciando en todo momento a los miles de trabajador@s huelguistas al negarse a abrir cualquier tipo de negociación con el colectivo afectado. Ni siquiera la posible perturbación de las evaluaciones de 2º de Bachillerato ha sido motivo suficiente para abrir dichas negociaciones.

La consejería ha preferido centrarse en presionar a l@s huelguistas difundiendo unas instrucciones que contemplan unos servicios mínimos totalmente abusivos, ya que de llevarse a cabo rompen de facto la huelga al exigir expresamente “un miembro del equipo directivo y los medios personales precisos para la realización de las actuaciones necesarias, por el tiempo imprescindible, en orden a la calificación de todas las materias, áreas o módulos, así como la promoción y titulación del alumnado” o lo que es lo mismo: por mucho que te pongas en huelga vas a tener que venir al centro a evaluar y poner notas.

Para ello, la Junta de Andalucía pasa la patata caliente a l@s director@s ya que son ell@s l@s encargad@s de llevar a cabo esa instrucción que no deja de ser ambigua, pues no específica cómo se asegura la calificación, promoción y titulación del alumnado. De esa forma la administración se lava una vez más las manos y traslada el conflicto a los centros entre compañer@s. Todo muy hábil.

La orientación de Podemos-IU y las organizaciones sindicales estudiantiles

Frente a esta situación algunas organizaciones con representación en el parlamento como IU y Podemos se han posicionado a favor de la lucha de l@s interin@s pero limitándose a una intervención institucional y en ningún caso a un apoyo real  apoyando las jornadas de huelga y las manifestaciones movilizando a su militancia. El lugar de los y las diputadas de dichas organizaciones debería ser acompañar en las manifestaciones a est@s trabajador@s y estar presente cuando la policía golpea a l@s docentes, a la vez que dar cobertura mediática a un conflicto que desgraciadamente no lo ha tenido lo suficiente.

En cuanto a nivel estudiantil hay que lamentar la orientación de las organizaciones sindicales con mayor capacidad de movilización como pueden ser el Sindicato de Estudiantes (SE) ligado a Izquierda Revolucionaria, Estudiantes en Movimiento ligado a la UJCE o el Frente de Estudiantes ligado a la CJC que no han querido en ningún momento trasladar esa problemática al estudiantado apoyando huelgas estudiantiles que fueron convocadas por organizaciones estudiantiles más pequeñas como por ejemplo la Unión Sindical Estudiantil (USE) en el que compañer@s estudiantes de IZAR intervienen. Ni una huelga convocada por esas organizaciones en solidaridad con nuestra lucha.

Estaríamos en otra situación si todas esas organizaciones hubiesen hecho un llamamiento claro a la movilización y a la huelga en apoyo al colectivo interino y hubieran usado su capacidad mediática para explicar las razones del conflicto y para defender la estabilidad del profesorado interino así como un sistema de acceso justo a la función pública.

Hay que romper con los mitos: ¿Qué pedimos desde el movimiento?

La Junta de Andalucía y los medios están ganando la batalla de la opinión pública. Su mensaje es claro: l@s interin@s quieren que se le regale su plaza de funcionari@. Básicamente esa es su tesis. Qué escándalo que trabajador@s pretendan hacerse fijos o funcionarios sin aprobar las oposiciones. ¿Pero qué hay en realidad detrás de todo esto? Manipular a la opinión pública para aislar al profesorado interino en su lucha sembrando la noticia de ¡qué malos son est@s profesor@s que dejan a su alumnado sin clases y quizás incluso sin evaluar!

No hay ninguna reflexión que lleve a pararse a pensar por qué esos docentes han llegado a esa situación ni que la responsabilidad en última instancia es de la Junta de Andalucía que está a punto de despedir a miles de trabajador@s en varios años. Sin embargo, lo que piden los y las interinas no tiene nada que ver con eso.

Para empezar, la mayoría del profesorado interino andaluz ya ha aprobado las oposiciones una, dos y hasta tres veces. El problema es que aprobar las oposiciones en Andalucía no te asegura sacar una plaza. ¿Qué piden entonces los y las interinas? Pues piden un sistema de acceso justo. Piden que cuando ya han demostrado hasta en varias ocasiones que han aprobado las oposiciones no tengan que volver a demostrarlo. Piden que cuando llevan ya años y años impartiendo clases en la escuela pública andaluza que se le asegure poder seguir haciéndolo mediante un plan de estabilidad que evite que se puedan quedar sin trabajo por no sacar plaza en unas oposiciones.

Lo lógico sería un sistema de acceso diferenciado que permitiera que los y las interinas que ya han aprobado las oposiciones en otras ocasiones puedan acceder a la funcionarización mediante un sistema de acceso por méritos y tiempo de antigüedad. Y por otro, los nuevos aspirantes que se presentan por primera vez mediante un sistema de acceso por concurso oposición. Esto permitiría que con el tiempo todo el mundo pudiera sacarse una plaza independientemente de si tiene o no suerte en un examen.

Otro mito es que el movimiento de los y las interinas va en contra de la oferta pública de empleo. Nada más lejos de la realidad. El movimiento de l@s interin@s no se opone a las oposiciones ni pide su impugnación. Solamente pide un plan de estabilidad que asegure que aunque no saquen plaza por examen de oposiciones, puedan seguir trabajando al año siguiente al menos el mismo tiempo que este curso. Un plan de estabilidad como ya lo ha habido en otros momentos (el último en el año 2000) o un aplazamiento de la oferta de plazas de consolidación, es decir, las desempeñadas (vacantes) en la actualidad por l@s interin@s hasta que se consiga un sistema de acceso justo y diferenciado.

Mediante estas medidas lo que se pretende además es mejorar la Educación pública. Por un lado, si conseguimos un plan de estabilidad significaría que al celebrarse las oposiciones, tod@s aquell@s compañer@s interin@s que no sacaran plaza en esta convocatoria seguirían trabajando el curso siguiente. Eso conlleva un aumento de la plantilla y por tanto una bajada de ratio, una mayor atención a nuestro alumnado mediante desdobles, una mayor oferta educativa (más optativas), etc.

En cuanto al sistema de acceso diferenciado, es decir un sistema de acceso por méritos y tiempo de antigüedad para aquell@s que ya están trabajando, evitaría que cada año el profesorado interino estuviese más pendiente de estudiar para sacarse la plaza que de su propio alumnado y de sus clases.

¿Qué perspectivas a partir de ahora?

Las movilizaciones de mayo en Sevilla han vuelto a dar confianza a los y las trabajadoras. Asímismo, el encuentro con la consejera del día 30 en Salobreña y la próxima reunión con la consejería para el día 11 de junio demuestran un cambio de actitud de la administración únicamente gracias a las movilizaciones, al tener que reconocer, aunque sea implícitamente, el problema existente y sentarse a hablar con el Comité de huelga, al que siguen sin considerar un interlocutor válido, aunque a la misma vez tengan que llamarlo.

Pase lo que pase en esa próxima reunión, es central entender que esta lucha no acaba ahora. Al contrario, el proceso de lucha que se ha vivido desde el 9 de febrero ha sido una demostración de fuerza por parte del sector educativo y, concretamente, del colectivo andaluz de interin@s. La construcción de una coordinación mediante asambleas andaluzas, el nombramiento de un Comité de huelga, la autoorganización en los centros mediante asambleas de trabajador@s, las experiencias incipientes con cajas de resistencias y las asambleas de huelguistas han sido logros importantes que adquieren aún más significancia si tenemos en cuenta el hecho de haber tenido enfrente a las direcciones sindicales de la mayoría de los sindicatos representados en la mesa sectorial (con la excepción de USTEA).

Todo esto solo se puede traducir en un balance positivo de un proceso que ha puesto el problema sobre la mesa y ha obligado a Administración y sindicatos a tener que posicionarse de una forma u otra. En consecuencia, de no conseguirse el plan de estabilidad ahora en junio, deberemos de seguir movilizándonos el curso que viene a favor de ese plan, de un sistema de acceso justo y exigir la reintegración de los y las compañeras que hayan podido ser despedidos.

La huelga indefinida ha servido además de para iniciar una lucha por la estabilidad de l@s interin@s, para consolidar equipos sindicales combativos que se han movilizado durante estos meses sacando experiencias comunes. Tod@s l@s compañer@s que nos hemos movilizado este curso debemos seguir haciéndolo los años venideros mediante estructuras sindicales que nos permitan desarrollar nuestra actividad de manera coordinada. Seamos o no liberados de miércoles, tod@s debemos de implicarnos en la construcción de redes que permitan reforzar a nuestro sector frente a una administración, ya sea andaluza o central, que va a seguir golpeando con fuerza los derechos de los docentes y la calidad de la Educación pública.

Redes que tienen que superar a la educación, desarrollando lazos de solidaridad tanto con otros sectores de la administración pública que están en la misma situación (trabajador@s de la dependencia, de justicia, PDI de las universidades…) como con trabajador@s de la empresa privada que se encuentran peleando por sus puestos de trabajo. Esta lucha que hemos desarrollado en estos momentos deberá permitir reforzarnos para arrancar victorias en el futuro.