Con la aprobación de la reforma laboral del gobierno del PSOE-UP y, por tanto, la publicación de los elementos que siguen atacando a la clase trabajadora y la demostración de que las políticas del «gobierno más progresista de la historia” siguen siendo totalmente insuficientes para mejorar nuestras condiciones laborales, los sindicatos alternativos de prácticamente todo el Estado se han puesto en marcha y han convocado movilizaciones en distintos territorios.

Así pues, durante los últimos días de enero y los primeros de febrero tuvieron lugar manifestaciones y otro tipo de movilizaciones en ciudades de Cataluña, Galicia, Euskadi o Andalucía, entre otros. En estos lugares, los espacios de unidad sindical alternativa, impulsados por organizaciones como CGT, Cobas o COS y sindicatos propios de cada territorio (ELA, LAB, Intersindical Gallega, IAC…) promovieron un inicio de lucha contra distintos aspectos de la reforma laboral: la permisividad respecto a la temporalidad o la indemnización por despido son algunas de las claves criticadas por estos sindicatos.

Por ejemplo, en Cataluña, la Mesa Sindical, compuesta por CGT, IAC (Intersindical Alternativa de Cataluña), CNT, COS, Cobas y Solidaridad Obrera, convocaron movilizaciones el 29 de enero y el 3 de febrero en ciudades como Barcelona, Lleida, Tarragona o Sabadell. Por su parte, los sindicatos ELA, LAB, STEILAS, HIRU, ESK y ETXALDE convocaron manifestaciones en las principales ciudades de Euskadi el día 30 de enero; el mismo día que las Confederaciones Intersindicales Gallega y Catalana lo hicieron en A Coruña, Pontevedra, Lugo o Barcelona, entre otras. Así pues, los territorios con realidad nacional presentaron movilizaciones con un relativo grado de coordinación en lo que respecta a las fechas, aunque también con el resto del Estado. Así se pudo ver en las distintas convocatorias del día 3 de febrero, que tuvieron también realidad en Madrid, donde ya se iniciaron las protestas el 15 de enero con una manifestación en Vallecas convocada por parte del Bloque Combativo y de Clase.

Sin embargo, no solo los sindicatos alternativos están impulsando o apoyando estas movilizaciones, sino que los movimientos sociales y las organizaciones políticas de la izquierda radical están impulsándolas e intentando generar una lucha que no acabe en estas próximas convocatorias. Así lo demuestra, por ejemplo, la suma a las movilizaciones vascas del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria (MPEH).

No obstante, no debemos esperar ni esperamos el apoyo o la presencia de las organizaciones sindicales de CCOO y UGT en esta lucha, más aún después de haber firmado el acuerdo de la reforma laboral junto al gobierno y la patronal, que ha aceptado sin problemas las propuestas de Yolanda Díaz y que sigue sin ver afectados sus privilegios y facilidades para continuar explotando a l@s trabajador@s en todo el estado. Por tanto, seremos nosotr@s quienes debamos tumbar esta nueva reforma y todas las anteriores a través de movilizaciones sostenidas en el tiempo y de carácter unitario, apoyando las que ya están convocadas, e impulsando luchas de este tipo que muestren quién tiene la fuerza en las calles y en los centros de trabajo.