blog11Acaba el 2016…

El año 2016 se ha cerrado con los mismos problemas para los de siempre. Los y las trabajadoras, los y las pensionistas, la juventud seguimos padeciendo la crisis del sistema capitalista que cumple ya 10 años. Ni el 2016, ni el 2015, ambos años inmersos en el ciclo electoral han cambiado nuestras vidas. Volvemos a encontrarnos con un gobierno del Partido Popular encabezado por Mariano Rajoy. Ni los recortes, ni el paro, ni los desahucios, ni la corrupción han hecho que Mariano Rajoy y el Partido Popular dejen la Moncloa. Las clases populares no han echado mediante las urnas a las políticas de austeridad. Al contrario, conforme se iban sucediendo las contiendas electorales la abstención no dejaba de aumentar fruto de la desilusión generada por los políticos de siempre que, aunque quieran aparecer como alternativa, no lo son y por eso no han dejado de llevar a cabo las mismas políticas económicas en periodo de crisis. Cabe destacar ahí la política llevada a cabo por el PSOE o el PP en beneficio de los capitalistas: recortes a los servicios públicos, desahucios, dinero para los bancos, pago de la deuda, reformas laborales que facilitan y abaratan el despido, ataque a las pensiones y a la edad de jubilación y un alto etc. Pero desilusión también por los mal llamados partidos del cambio que han demostrado como estaban dispuestos a edulcorar hasta límites insospechados sus programas con tal de llegar a gobernar…hasta el punto de defender un gobierno junto al PSOE. Esa ha sido la orientación de PODEMOS o de IU.

Sin embargo, durante esos años, ninguna de esas organizaciones ha defendido la necesidad de imponer mediante la movilización un programa que verdaderamente responde a las aspiraciones de los y las trabajadoras. Un programa que señale a los responsables de la crisis capitalista y que exponga a las claras que para repartir las riquezas es necesario enfrentarse a aquellos que año tras año siguen enriqueciéndose a pesar de la crisis y a costa de la inmensa mayoría. A la vez que señale los límites de las instituciones y de que sólo se puede acabar con las políticas de austeridad mediante la movilización sostenida de los y las trabajadoras y de la juventud. Esa política ha contribuido a la desmovilización durante esos dos años de ciclo electoral.

Empieza el 2017…

Sin embargo y a pesar de esas orientaciones a las que hay que sumarle las de las direcciones de los sindicatos mayoritarios, también se han dado luchas y resistencias importantes por parte de los de abajo. Por solo nombrar algunas podemos citar la lucha por la defensa de los servicios públicos en la sanidad o en la educación, las huelgas en empresas por los salarios y los convenios en sectores como el telemarketing, la limpieza, los transportes o la hostelería, así como las movilizaciones estudiantiles contra la reválida.

Existen por tanto resistencias. El problema es que las direcciones sindicales no tratan de unificar dichas resistencias. Al contrario, llevan a cabo una orientación de luchas aisladas y de defensa del pacto social que no puede permitir ganar a nuestro bando social.

Hay que tratar de unificar las luchas y construir una huelga general…

Las Marchas de la dignidad han convocado varias movilizaciones a nivel estatal contra la reforma de las pensiones, contra el paro, por el aumento de los salarios, por el no pago de la deuda, por la defensa de los servicios públicos y la lucha contra los recortes. El objetivo de dichas movilizaciones es proponer una perspectiva a todos aquellos sectores en lucha que pelean de manera separada por lo mismo y contra los mismos.

Esas convocatorias tendrán lugar de manera descentralizada en cada territorio el 25 de febrero (28 en Andalucía) y de manera centralizada en Madrid el 22 de mayo. No hay atajos. La única forma de parar las políticas de austeridad que están por venir es mediante la movilización de los y las que padecemos las consecuencias de la crisis capitalista. Solamente mediante el compromiso y la auto organización estaremos en disposición de hacer frente a este gobierno y a los que puedan venir en el futuro. Las fechas de movilización de las Marchas son un primer paso. Hay que construir esas fechas a la vez que debemos de ir preparando desde ya una huelga general. Sigue siendo a día de hoy nuestra mejor herramienta, la que más temen los capitalistas dado que es la única que consigue paralizar la producción y demostrar por la práctica que los que producen las riquezas y hacen funcionarlo todo son los mismos que sufren la crisis y que por tanto tienen interés en echar a este gobierno y en acabar con sus políticas.