El escenario distópico de la propagación del coronavirus dentro de los campos de refugiad@s se ha hecho realidad. En los últimos días, los casos que se localizan dentro de los campamentos son anunciados por el estado griego por separado del resto de casos, recordándonos que las vidas de l@s refugiad@s son de menor valor. Ésta fue la razón por la que la policía rodeó el campo de Ritsona y no permitió que l@s refugiad@s salieran fuera. Lo mismo sucedió en Malakassa y además el gobierno dio la orden de que todos permanecieran cerrados, es decir, no dar al posibilidad de salir y reducir la asistencia de l@s trabajador@s de las ONGs.
Por supuesto, los medios de comunicación confirman que l@s pacientes permamanecerán en áreas separadas y que todo está bajo control. Sin embargo, no puede haber una asistencia real desde el momento en que los campamentos conviven el doble y el triple de personas de lo que marcan las recomendaciones y sin condiciones básicas de higiene y de acceso a agua. No puede haber protección de su salud cuando a estas personas se les priva del acceso a la Segurdad Social y cuyos beneficios para éstas han sido asumidos por el sistema privado de las ONGs junto con los escasos beneficios de la ONU.
Como reacción a esta situación, l@s inmigrantes dan el paso a movilizaciones debido a las condiciones de vida que hay dentro de los centros. Los detenidos en el PROKEKA (centro de detención previo a la deportación) en Moria iniciaron una huelga de hambre, exigiendo su liberación del régimen de detención administrativa en el que se encuentran, sin haber cometido ningún delito. Han sido arrestados sólo en base a su estatus legal como inmigrantes, es decir, de una manera completamente racista. Sus solicitudes de asilo son rechazadas sin haber pasado entrevista porque no son (supuestamente) “cooperadores”, es decir, no había intérpretes disponibles. Están aislados sin ninguna comunicación con sus familiares y sin que se les ofrezca la oportunidad de asistencia legal, así como atención y apoyo psicológico y médico.
También hay detenid@s en régimen PROKEKA para quienes la deportación a Turquía está pendiente ya que los procedimientos están actualmente congelados. Hay personas procedentes de países en los cuales el estatuto de refugiado apenas se reconoce, otras que violaron la restricción geográfica en las islas, cuya solicitud de asilo ha sido rechazada en segunda instancia, por lo que su deportación a Turquía está pendiente. Lo mismo se aplica a aquellas que han declarado “repatriación voluntaria”. Además, hay informes de frecuentes denuncias por violencia y abuso policial, con diversas formas de humillación.
No toleremos este crimen de gobierno y empresarios
El encarcelamiento de refugiad@s en campos de retención es un crimen continuo. Es la política que l@s condena a muerte una vez más y está legitimada por el nacionalismo desenfrenado imperante. Durante muchos años, l@s refugiad@s se han ahogado en el Egeo o han muerto por el frío y los incendios en los campamentos. Ahora el estado griego les está disparando en Evros, con Muhammad al-Arab y Muhammad Gulzar como los 2 primeros muertos confirmados, y l@s abandona a merced de un virus mortal encarcelándol@s en míseros campamentos, incluso restringiendo sus pocos derechos. Al mismo tiempo, el gobierno de Nueva Democracia busca la oportunidad de implementar su política racista anunciada en los centros de detención cerrados aplicando medidas restrictivas. Así se enfrenta a esta “amenaza” asimétrica, a l@s miles de perseguid@s que parecen excedentes para el sistema.
Nosotr@s no contamos los números por superado. Todas las víctimas decl coronavirus son víctimas debido a las deficitarias infraestructuras sanitarias que causaron los memorándums y recortes de todos los gobiernos. L@s refugiad@s son nuestr@s herman@s de clase y les debemos la lucha a su lado por los derechos de la clase trabajadora y por la sanidad pública y gratuita. Es una cuestión de vida o muerte qeu sean evacuados inmediatamente los campos de refugiad@s de todo el país. Queremos a l@s imigrantes en nuestros barrios.
Es cuestión de vida o muerte evacuar inmediatamente los campos de concentración en todo el país. Queremos que los inmigrantes en nuestros vecindarios puedan establecerse, que puedan establecerse libremente en el tejido urbano. Exigimos su plena integrración en el sistema público de salud, educativo y laboral.
- Retirada de las fuerzas militares, de FRONTEX y la policía de Evros. Por la apertura de las fronteras a tod@s l@s inmigrantes.
- Legalización inmediata de tod@s l@s inmigrantes. Cierre de los hot-spots. Concesión de plenos derechos sociales y políticos e integración en todas las infraestructuras sanitarias, educativas y de prestaciones sociales.
- Cancelación de todas las expulsiones bajo cualquier pretexto. L@s inmigrantes perseguid@s son tod@s bienvenid@s.
- Ningún gasto en armamento militar. Todo el dinero para fortalecer el sistema de salud pública.
- Ningún consenso nacional, ninguna paz social. Solidaridad internacionalista y de clase