greece-general-strike-3Toda organización revolucionaria que quiera jugar un papel activo en la lucha de clases debe reflexionar constantemente sobre cómo llegar de la forma más amplia posible a la clase trabajadora, así como a la juventud. En números anteriores de esta revista se pueden encontrar artículos que tratan sobre el papel de la juventud en la lucha de clases y por qué es necesario plantear una política específica a este sector. Por lo tanto, aquí intentaremos, partiendo de ese estudio previo, señalar la forma que entendemos más adecuada de hacer esto último.

Lo primero es saber dónde se encuentran. L@s jóvenes se concentran en dos ámbitos bastante definidos: el educativo y el laboral. Nuestra corriente ha acumulado bastante experiencia a través de una intervención correcta y sistemática en los centros de estudio. Nuestra voluntad es hacer lo propio en el segundo ámbito porque bien sea en una universidad o en una empresa, el objetivo es el mismo: organizar a l@s jóvenes en torno a la fuente material de sus opresiones. Por eso debemos defender que al igual que hacemos sindicalismo estudiantil combativo en los centros de estudio, la tarea central en nuestros empleos es hacer sindicalismo.

Esta cuestión es básica y responde a la realidad que es que el centro de trabajo puede ser un lugar de enorme politización, donde además se sufre la principal contradicción capital – trabajo de una forma más evidente y donde se puede plantear, a su vez, de manera más clara como superar dicha contradicción. Habrá que reflexionar, claro está, sobre como logramos adaptar las estructuras sindicales a las necesidades y la realidad de la juventud, pero eso sólo se puede hacer haciendo sindicalismo en tu puesto de trabajo.

Sin embargo, no podemos detenernos en la lucha económica (la que se hace para mejorar las condiciones de venta de nuestra fuerza de trabajo), sino que debemos profundizar para entender que es aún más necesaria la lucha política; aquella que señale como elemento central la necesidad de enfrentarse al capitalismo y a su muleta patriarcal para cambiar de verdad nuestras vidas y, que no dude en señalar que es la clase trabajadora, con el apoyo de la juventud, quien tiene la capacidad de hacerlo con éxito por el lugar que ocupa en el modo de producción capitalista.

Debemos marcarnos la tarea a nivel de partido de ir dando los pasos hacia la elaboración de una campaña que ponga todos estos elementos encima de la mesa. Una campaña señale a las claras que no hay futuros para l@s jóvenes bajo el capitalismo, que sea útil para las luchas de la juventud en su conjunto y que plantee una salida basada en la movilización y en la auto – organización frente a la salida institucional de los reformistas.

Una campaña que parta del nivel de conciencia de l@s jóvenes para elaborar medidas que sean justas a sus ojos y que permitan mejorar sus vidas a la vez que se demuestra que estas medidas justas, urgentes y necesarias son incompatibles con la supervivencia del propio sistema capitalista. Cuestiones como la prohibición de los despidos, el reparto del trabajo, el aborto libre y gratuito, la apropiación bajo control obrero de los medios de producción, la igualdad salarial, la gratuidad de la educación en todos sus niveles, la apropiación de las viviendas en manos de los bancos o la lucha contra el fascismo y la opresión son elementos imprescindibles para que l@s jóvenes puedan construir su propio futuro.