IMG-20170222-WA0014La marea blanca ha inundado las calles de Andalucía, este movimiento se ha extendido como la pólvora por todas las provincias andaluzas como respuesta al deterioro progresivo de la sanidad y su clara dirección hacia una sanidad privada. La Junta ha creado una red de agencias públicas empresariales para gestionar hospitales o “empresas públicas”(Hospitales de Alta Resolución) con personal que no pertenece al SAS, 26 en total en Andalucía, además de esta creación de hospitales concertados, a día de hoy en Andalucía el 57% de los hospitales son privados, el 28% de las camas son privadas, cada vez se interviene quirúrgicamente más en centros privados, centros que ya han superado al SAS en realización de pruebas diagnósticas como las resonancias magnéticas, mamografías y TAC , hecho que se corresponde con la llegada de los recortes presupuestarios en los centros hospitalarios públicos y que coincide con un aumento en los seguros médicos privados.

Los presupuestos de Andalucía en materia de Sanidad en 2016 han supuesto un recorte del 10.18% respecto a 2010, y donde la mayor parte del recorte recae en gastos de personal, con una destrucción de más de 5.591 puestos de trabajo y una reducción de camas del 4% y en Granada más concretamente han sido 1.185 puestos en personal sanitario. El gasto sanitario de las familias ha aumentado un 33% por persona, hecho de especial gravedad por la situación económica y social de Andalucía, el nivel de desempleo y precariedad laboral. El momento actual de la sanidad andaluza sigue siendo el mismo desde el comienzo de las políticas privatizadoras de los gobiernos conservadores en el SAS, con cierre de centros sanitarios, aumento de listas de espera, destrucción de empleo, contratos basura y falta de recursos tanto profesionales como materiales, reflejo del actual sistema donde los nuevos líderes de la sanidad pasan a ser cargos de confianza, responsables políticos con un modelo crecientemente autoritario sobre los profesionales, los pacientes y la calidad del sistema sanitario. La última medida ha sido la fusión de los hospitales dentro de cada provincia y de otros centros sanitarios. Lo estamos viviendo en Granada con la fusión hospitalaria que ha supuesto una clara disminución en calidad asistencial, una precariedad laboral aun mayor de la ya existente y que ha hecho que se inicie una lucha de l@s trabajador@s de la sanidad organizados en torno a la Plataforma de Trabajadores y apoyada por la plataforma Granada por su Salud (trabajador@s, sindicatos, movimientos y algunos partidos políticos) que desde la primera manifestación están reivindicando dos hospitales finalistas, integrales y seguros y la dimisión de los “ideólogos” de la fusión hospitalaria. En estos momentos y tras 7 meses en la calle y negociaciones sin éxito, parece que se empieza a ver el resultado de la lucha con la dimisión de altos cargos de la Junta y un nuevo acuerdo firmados entre plataformas y el sistema andaluz de salud donde se comprometen a elaborar una hoja de ruta en un plazo de 4-6 semanas para resolver el caos sanitario actual y vuelta a la recuperación de los dos hospitales completos con derogación de la fusión hospitalaria en primer lugar, y la recuperación de todos los puestos de trabajo que han sido suprimidos con esta fusión, en total unos 1150 y 600 camas en los últimos 4 años.

Podemos hablar de victoria (aunque ya se ha vuelto a convocar una nueva manifestación para el 5 de marzo para que la Junta haga ya efectiva la derogación de la fusión hospitalaria) pero algo se nos ha escapado en todo este movimiento y ha sido la poca cohesión con otros sectores en lucha como es la educación, las pensiones, la dependencia o incluso dentro del sector de sanidad la mala coordinación para consolidar una verdadera marea blanca, no se ha conseguido canalizar esa indignación y nos hemos quedado en una reivindicación concreta sin ir más allá. Una movilización tan importante debería de seguir trabajando en la línea de la defensa por la sanidad pública y no solo ceñirse a los dos hospitales completos, crear una base que dé respuestas a los problemas que hay en cada provincia, hospital, centro de salud, servicios que están siendo privatizados como por ejemplo Salud Responde, cuyos trabajadores de los servicios telefónicos de emergencias de Andalucía del 061, 112 y Salud Responde convocaron huelga en pasado mes de diciembre en todos los días festivos exigiendo una mejora de sus condiciones laborales, pidiendo pasar a ser plantilla de un servicio con gestión pública, petición que el Gobierno no ha respondido aún. Si cada provincia lleva su lucha independiente no podremos avanzar ni ser una verdadera amenaza para el Gobierno y sus políticas de recortes y privatizadoras.

En estos momentos es importante seguir luchando por estas cuestiones concretas en Granada, y por otras diferentes en las demás provincias, el aumento de la toma de conciencia social y política de l@s trabajador@s del sector público es lo que ha caracterizado el surgimiento de las diferentes mareas, estamos viendo la importancia de la movilización, y en este caso para defender nuestra sanidad pública. Vemos la necesidad de crear una verdadera marea blanca en Andalucía, pero para tener fuerza debemos ser conscientes de que el principal problema es el aislamiento de las luchas y los conflictos de distintos sectores, la necesidad de aunar y converger consignas es fundamental para conseguir victorias. Tenemos el ejemplo de la lucha de la sanidad en Madrid con movilizaciones muy importantes que han conseguido implicar a trabajadores y usuarios y que aun siguen en la calle denunciando la privatización y el resquebrajamiento de la atención sanitaria mediante la reducción y precarización de la plantillas. Nos encontramos en un momento en Andalucía donde el surgimiento de la marea blanca, y las ya existentes mareas, en coordinación con organizaciones sindicales pero con cierta autonomía para crear un marco de maniobra mediante asambleas, calendarios y herramientas de lucha, sea la clave para la autoorganización de l@s trabajador@s. En este sentido la unificación de las mareas puede ser un elemento central a la hora de dar visibilidad y fuerza a los diferentes conflictos que vayan surgiendo en diferentes sitios y sectores. En ese sentido, la movilización convocada por las Marchas de la dignidad el próximo 28 de febrero en Sevilla puede y debe ser un primer paso para dicha convergencia. La Marea Blanca de Sevilla ya ha manifestado públicamente su apoyo. Esperemos que l@s trabajadoras de la sanidad de Sevilla muestren el camino a seguir.