Discurso interminable en modo monarca absoluto ante los diputados y senadores el lunes 3 de julio, frase despreciativa contra “los que no son nada” en relación a “los que tienen éxito”, invitación de Trump a participar en las ceremonias del 14 de julio en París, reforzamiento de la presencia militar en África… ¡Qué festival para Macron, amigo de los patrones, del ejército y de los dictadores!
Macron, jefe de la guerra social
Antes del final de verano, el gobierno quiere cerrar su reforma del código del trabajo, yendo incluso más lejos de lo que fue con la “ley El Khomri”. Quiere dar a la patronal el derecho de negociar empresa por empresa los horarios de trabajo, los salarios y las condiciones de trabajo a condiciones inferiores a las de los convenios colectivos y del código del trabajo. Quiere agravar la precariedad con un recurso extendido al CDD (contrato temporal) en lugar de al CDI (contrato de larga duración) y generalizar el CDI “de obra” a otros sectores distintos de la construcción. Quiere facilitar los despidos permitiendo a las multinacionales despedir en sus filiales, incluso si obtienen jugosos beneficios a nivel de grupo. Quiere poner un techo a las indemnizaciones por despido abusivo y limitar las posibilidades de aprovechar los tribunales laborales.
Legislando a través de decretos, Macron espera ponerse tomar la delantera a todo intento de organizar una movilización contra su “Loi travail”. El gobierno ha presentado la última semana la ley de autorización para legislar por decretos, que hará votar en el parlamento a finales de julio. Todo esto para que el 20 de septiembre, el consejo de ministros adopte estos decretos con efecto inmediato. Es una guerra que quiere llevar a cabo Macron contra el conjunto del mundo del trabajo.
Macron, defensor del orden capitalista mundial
Pero el presidente Macron no solamente ha declarado la guerra al mundo del trabajo, sino que va a continuar las guerras de Francia en el extranjero. Desde su llegada al Elíseo, multiplica los gestos y declaraciones en favor del ejército y ha anunciado que la intervención militar francesa en Mali será más que nunca reforzada. El pretexto de la lucha contra el terrorismo da toda libertad al gobierno francés: intervenciones militares exteriores (África, Oriente Medio) y puesta en práctica en el derecho común del estado de emergencia permanente…
Y como si esto no fuera suficiente, ¡hay que añadir dos tazas con la invitación de Trump el 14 de julio! El espantoso presidente de los EEUU, racista y misógino, estará al lado de Macron para el desfile militar. Graciosa forma de celebrar la toma de la Bastilla, la revolución y la igualdad de derecho…Así que manifestémonos en París el 14 de julio en la convocatoria del Front Social contra el conjunto de la política antisocial, liberticida y guerrera de Macron.
Acumular fuerzas para el enfrentamiento en septiembre
Las manifestaciones que han tenido lugar desde la elección de Macron (el 8 de mayo y el 19 de junio) por la convocatoria del Front Social y todas las resistencias obreras contra la liquidación de puestos de trabajo (GM&S, Tati, Ouibus) o contra la represión patronal (en Correos, PSA) muestran que son much@s l@s trabajador@s, militantes obrer@s, sindicalistas, jóvenes que no quieren dejar el arma en los pies frente a este gobierno de combate.
Durante ese tiempo las grandes confederaciones sindicales siguen discutiendo tranquilamente con el gobierno. ¡Pero no hay nada que negociar! Hay que acabar con este pseudo “diálogo social”. La CGT (por fin) ha anunciado una jornada de movilización el 12 de septiembre. Ésta debe ser un día de huelga interprofesional, de los sectores público y privado juntos. Esto quiere decir que hay que popularizar esta fecha desde ahora en todas las empresas, en todos los centros de trabajo. Porque no será posible esquivar la construcción de la huelga…¡el 12 de septiembre debe ser el inicio del enfrentamiento prolongado para hacer ceder a Macron y los patrones!