El adelanto electoral de Pedro Sánchez y el balance de su gobierno

La legislatura de Pedro Sánchez no habrá durado finalmente más de 9 meses. El adelanto electoral se hacía efectivo el pasado 15 de febrero y ponía así fin a un gobierno del PSOE que prometía un cambio radical con las políticas de Rajoy y que sin embargo se quedó en agua de borrajas ya que se trataba más de “vender humo” que de llevar a cabo medidas que cambiasen verdaderamente la vida de la gente trabajadora, de nuestr@s mayores y de la juventud.

Después de 9 meses gobernando, queda claro que no sólo no han derogado leyes claramente perjudiciales para los y las trabajadoras como las reformas laborales o el pensionazo sino que hasta sus promesas electorales han resultado ser sólo unos cantos de sirenas. Nada se sabe de derogar la ley Mordaza, ni la LOMCE, ni del diálogo con Catalunya, ni de retirar las medallas a “Billy el Niño” por torturar durante el franquismo. Ni lo que a principio de junio pasado, recién aprobada la moción de censura, fueron grandes declaraciones sobre la cuestión de la inmigración o la cuestión de la memoria histórica han ido más allá que las simples declaraciones.

Tal y como ya decíamos entonces, la cuestión de la acogida del Aquarius era una simple acción de marketing político que ha quedado a día de hoy más que clara con el mantenimiento de las devoluciones en caliente, de las concertinas, el anuncio de apertura de nuevo CIE’s o el bloqueo en el puerto de Barcelona del barco de rescate de laONG Proactiva Open Arms. Ni la tan anunciada inminente exhumación del dictador Franco se ha llevado a cabo a día de hoy.

En junio, afirmábamos desde Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR que no había que tener ninguna ilusión en este gobierno y que la única forma de imponer un programa de urgencia social pasaba por la movilización sostenida de la clase trabajadora y de la juventud. El tiempo nos ha dado la razón. Algunos dirán que al contar Pedro Sánchez con tan sólo 84 diputad@s no han podido desarrollar su política. Nosotr@s pensamos que es un grave error confiar en el PSOE y en sus gobiernos.

A eso ha contribuido Unidos Podemos durante todo este periodo postulándose incluso para gobernar conjuntamente con el PSOE que hasta no hace mucho ellos mismos denominaban una pata del régimen del 78. Pareciera como si de repente nos tuviésemos que olvidar de la política llevada a cabo por los anteriores gobiernos del PSOE que cuando estuvo en el poder no tuvo ningún pudor en recortar, rescatar a los bancos con dinero público, reformar la Constitución para privilegiar el pago de la deuda sobre el gasto público, facilitar y abaratar los despidos con la reforma laboral de ZP de 2010 o aumentar la edad de jubilación a los 67 años.

¿A qué juegan Unid@s Podemos?

Que nadie se llame a engaño, el social-liberalismo del PSOE ni cambiará nuestras vidas ni será un muro de contención contra las políticas de las derechas y contra el auge de la extrema derecha. Al contrario, tarde o temprano, las políticas llevadas a cabo por el PSOE son las que propician los gobiernos de las derechas y el surgimiento de organizaciones como Vox. El caso andaluz así lo demuestra a las claras.

Las políticas llevadas a cabo por los diferentes gobiernos andaluces ya sean de Chávez, de Griñan o de Díaz son en gran parte las responsables de que en los 10 últimos años los votos sumados de PSOE, PODEMOS (desde 2014) e IU hayan disminuido en más de 900 000 votos mientras que lo que podría denominarse bloque de las derechas (PP, C’s, UpyD y Vox) sólo hayan aumentado en este mismo periodo de 55 000 votos. ¿Dónde han ido a parar esos votos de la “izquierda”? En la abstención claramente, lo cual parece normal visto las políticas que llevan a cabo esas organizaciones de la supuesta “izquierda” cuando llegan al poder.

Todo aquel que trate de difuminar la responsabilidad de las políticas del PSOE hablando de la necesidad de la unidad de la “izquierda” para hacer frente al auge de la extrema derecha acabará reforzando a ésta a medio plazo. Hay que denunciar por tanto la política de Unidos Podemos de ofrecerse insistentemente a cogobernar con el PSOE a nivel estatal así como hacer balance de las políticas llevadas a cabo cuando IU o PODEMOS han gobernado con el PSOE. Esa política de supeditación y de muleta del PSOE lo único que hace al final es reforzar al PP, C’s y Vox ya que hastía a los y las trabajadoras y a la juventud que no ven en ellos una alternativa creíble para cambiar sus vidas. Así ocurrió en Andalucía después de que IU gobernara con el PSOE y aplicara políticas de recortes por “imperativo legal” y así está ocurriendo en la actualidad en Castilla-La Mancha con el cogobierno PSOE-PODEMOS.

Unidos Podemos tiene por tanto una gran responsabilidad en la situación actual de repunte de las derechas. Su único horizonte de gestión más amable del sistema capitalista y de cogobiernos junto al PSOE no ofrece alternativas a nuestra clase a la vez que abandona la perspectiva de la movilización como herramienta de cambio debido a intereses electoralistas. El caso de Catalunya y de la solidaridad con la defensa de un derecho democrático es un ejemplo muy claro pero no el único.

El acuerdo por los presupuestos es una demostración más de lo dicho anteriormente. Por mucho que Unidos Podemos haya intentado venderlos como los más a la izquierda de todos los tiempos, la verdad es muy diferente y muestra de nuevo el abandono de la mejora de la vida de las clases populares mediante la construcción y el reforzamiento de una correlación de fuerzas que permita imponer un programa de urgencia social a cualquier gobierno. En lugar de eso prefieren pactar unos presupuestos con el PSOE que, aunque se empeñen en decir lo contrario, no recuperaban ni siquiera el gasto social previo a los recortes a la vez que no dejaban de enmarcarse en los márgenes impuestos por Europa para garantizar el pago de la deuda. No es de extrañar así que estos presupuestos renunciaran incluso en derogar contrarreformas como la laboral o la de las pensiones o en tomar medidas serias sobre la cuestión de la vivienda y de los alquileres.

Frente al fortalecimiento de las derechas y de sus políticas, ¿qué alternativa?

En ese contexto no es de extrañar que se refuercen las derechas. En una situación de inacción y de negación, por parte de la izquierda tradicional reformista ya sea sindical o política, de construir y organizar una respuesta de solidaridad en el conjunto del estado español a favor del derecho democrático del pueblo catalán, no es de extrañar que el nacionalismo español más rancio y reaccionario sea el que se refuerce a la vez que sus organizaciones.

Del mismo modo que no es de extrañar que eso suceda cuando el conjunto de la izquierda tradicional reformista y sus direcciones sindicales asumen como orientación política y sindical la de la concertación social en lugar de la movilización sostenida o cuando asumen las políticas social liberales o como un mal menor en lugar de asumir un programa de urgencia social que se enfrente a los intereses de los capitalistas haciendo suyos los métodos de lucha tradicionales de nuestro bando social: la movilización, las huelgas y la autoorganización de los y las trabajadoras y de la juventud.

Precisamente eso es lo que necesita nuestro bando. No estar siempre a la espera de qué harán los que defienden el posibilismo político. Hay que ir más allá de los márgenes impuestos por este sistema económico. De lo contrario no se cambian las vidas de la gente trabajadora. Es imposible defender los servicios públicos sin oponerse al pago de la deuda, de la misma forma que es imposible asegurar viviendas para los y las desahuciadas sin enfrentarse a los intereses de los bancos, al igual que es imposible mejorar nuestros salarios sin enfrentarse a la patronal, como lo es luchar por la emancipación de la mujer sin enfrentarse al sistema capitalista que se beneficia de dicha opresión.

Esa política es la que hay que asumir de una vez. Eso es lo que no hacen los gobiernos y ayuntamientos del “cambio”. Los y las que estamos de acuerdo con ese análisis tenemos la responsabilidad de dejar de estar pendientes de esas organizaciones y hacer un llamamiento para aquellos sectores políticos, sociales y sindicales que asumen que para cambiar nuestras vidas es imprescindible enfrentarse a los intereses de los ricos y que eso pasará necesariamente por la movilización sostenida de nuestra clase.

Es hora de levantar un programa de urgencia social que defienda los derechos democráticos de los pueblos (derecho a decidir) y de la gente más humilde (derecho a expresarse, manifestarse y a movilizarse sin ser perseguida y reprimida por esta justicia o derecho a decidir sobre su cuerpo) a la vez que defienda medidas sociales y métodos de lucha para imponerlas que hagan real otro reparto de las riquezas: expropiación de las viviendas vacías de los bancos, reforma agraria integral, reparto del trabajo sin disminución salarial, aumento de los salarios al mismo nivel del coste de la vida, nacionalización de la banca y de las grandes empresas bajo control de l@s trabajador@s, prohibición de los despidos, el no pago de la deuda, pensiones dignas, etc.

A día de hoy eso pasa inevitablemente por hacer un llamamiento al conjunto de las organizaciones anticapitalistas y revolucionarias del conjunto del estado y de las naciones oprimidas a levantar una candidatura unitaria de cara al 28 de abril a la izquierda del reformismo que asuma esa política desde una perspectiva de independencia de clase. Desde Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR pensamos que esa iniciativa permitiría conectar con los sectores sociales y sindicales que comparten ese análisis y que llevan tiempo enfrentándose a las políticas antisociales vengan del gobierno que vengan. De no ser posible dicha candidatura, IZAR intentará presentar listas en aquellas provincias en las que se consiga en el tiempo establecido recoger las firmas necesarias para poder concurrir a los comicios del 28 de abril.