El pasado 7 de septiembre, el consejero de Sanidad de la Junta de Andalucía anunciaba que haría público el servicio de emergencias sanitarias 061, aprobando varias Proposiciones No de Ley (PNL) con la oposición del PSOE. De cumplir sus promesas, los y las trabajadoras del 061 pasarán a formar parte del Servicio Andaluz de Salud, reivindicación que se ha convertido ya en casi histórica en Andalucía, gracias a la lucha que han llevado durante alrededor de 5 cinco años, que ha permitido que hoy podamos estar hablando casi de victoria.

Aunque no se pueden tener ilusiones en el gobierno andaluz y habrá que seguir presionando con la lucha para que cumpla sus compromisos y los amplíe, lo que está claro es que la presión sostenida que estas, fundamentalmente, trabajadoras han ejercido con su lucha es un ejemplo de cómo obtener victorias. Y es que verdaderamente han desarrollado un sindicalismo combativo en la empresa y una lucha sostenida para lograr sus reivindicaciones, además de la vía judicial siempre complementaria.

La lucha comenzó principalmente en la sede del 061 situada en el Parque Tecnológico de la Salud de Málaga. Una de las primeras acciones: un encierro indefinido en dicho edificio, donde las trabajadoras se organizan para lograr una permanencia completa en el centro de trabajo durante meses. La represión llega por supuesto por parte de la empresa y varias trabajadoras son despedidas. Las acciones se continúan: paellas solidarias, caravanas de coches reivindicativas, verbenas de apoyo a la asamblea permanente… La huelga indefinida se convierte además en una herramienta central para poder seguir la lucha, así como la solidaridad efectiva con otros sectores, la participación en movilizaciones más amplias…

Acompañando estas acciones, las sindicalistas, organizadas en CGT (sindicato que ha liderado la lucha), pusieron en marcha una campaña andaluza para conseguir acreditaciones profesionales del colectivo de teleoperación y gestión de emergencias, logrando el reconocimiento profesional del colectivo, al conseguir dichas acreditaciones. Pusieron múltiples denuncias ante la inspección de trabajo y ante el juzgado de lo social a las empresas y administraciones gestoras (Empresa Pública de Emergencias Sanitarias 061, Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, empresa Konecta BTO e Ilunion Emergencias, de la fundación ONCE), de manera que han logrado condenas para legalizar contratos en fraude de ley y mejorar las condiciones laborales en diversos casos. En 2017, lograron reducir la jornada anual de toda Andalucía a 1600 horas al año. Además, con su lucha han conseguido que empiecen a movilizarse trabajadores/as de otras comunidades autónomas del estado.

Sin embargo, la lucha no acaba aquí. Hay que pelear para que efectivamente se desprivatice el servicio de emergencias del 061. Además, el 112 y Salud Responde son dos servicios que se sumaron a la lucha poco a poco y aún no se ha logrado ningún compromiso para convertirlos en públicos. Es necesario seguir luchando para lograrlo, así como para conseguir la readmisión de las trabajadoras despedidas por la represión de la empresa.

Aún y así, esta victoria es un ejemplo de cómo es la lucha y no la batalla institucional la que ha logrado hacer efectiva una desprivatización de un servicio público esencial. Otros muchos sectores se encuentran en una situación similar, normalmente además son sectores feminizados: las monitoras de lengua de signos en los centros educativos, las limpiadoras de instalaciones públicas… Hay que unificar todos estos conflictos y plantear una estrategia global de recuperación y ampliación de los servicios públicos, que sólo se logrará con la presión de los y las trabajadoras, mediante sus herramientas de lucha, fundamentalmente la huelga.