L@s trabajador@s del manipulado agroalimentario de Almería se hallan peleando por sus derechos laborales debido a la huelga convocada los días 23, 24, 26 y 28 de diciembre contra el bloqueo del convenio del sector por la patronal Coexphal, quien lo quiere a coste cero, que afecta a más de 25000 trabajador@s del campo en la provincia y que lleva caduco 2 años, con el que buscan consolidar el SMI que los empresarios se niegan a asumir. El detonante de la protesta y el fin de las negociaciones fue la propuesta de una cláusula covid con el que pretendían alargar la jornada y no pagar esas horas como extraordinarias.

Estamos ante una patronal de carácter inflexible y violenta, acomodada en el despotismo y la explotación sin complejos en estos centros, con horarios infinitos en los que “se sabe a qué hora se entra pero no a la que se sale”, que como denuncian los sindicatos está amenazando con el despido de l@s eventuales para frenar la invidencia de los paros, y que ha puesto estos días horario libre para que l@s trabajador@s, a quienes han llamado previamente por teléfono, acudan a trabajar. Desde la madrugada de 23 de diciembre cientos de trabajador@s ejercen de piquetes informativos en los Campos de Níjar y El Ejido, a las puertas de los principales centros, a los que la gran mayoría de trabajador@s no acude y donde sí lo hacen es visiblemente notable el miedo y la falta de información, sobre todo el de las trabajadoras inmigrantes.

Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR nos solidarizamos con esta huelga más que justificada que suponen un auténtico jaque mate a las condiciones laborales del siglo XIX en el campo que la patronal caciquil pretende a toda costa mantener y apoyamos todas las reivindicaciones de sus trabajador@s. El campo almeriense no puede seguir siendo el coto de caza de unos empresarios que han hecho su razón de ser en exprimir en jornadas extenuantes a trabajador@s que impiden conciliar y la huerta de abuso y explotación de Europa.

La huelga de l@s trabajador@s del manipulado hortofrutícola es la legítima herramienta para forzar el inmovilismo de la patronal y para devolver toda la dignidad a l@s miles de trabajador@s del manipulado y envasado almeriense, además de otras categorías profesionales, que en situaciones muy adversas como la pandemia están dando lo mejor de sí mism@s en unas condiciones precarias y pelean por avanzar en derechos esenciales y en el reconocimiento salarial que se les niega desde hace muchos años.

¡Viva la lucha de la clase obrera!