Con una abstención récord, la segunda vuelta de las elecciones municipales confirma una vez más el rechazo de la mayoría de la población a estas instituciones presentadas como “democráticas” pero que sólo sirven a los ricos y poderosos. La bofetada electoral recibida por los candidatos macronistas (exceptando Edouard Philippe en Le Havre) se une a la rabia contra todo un sistema y contra quienes lo defienden. Las duras semanas de la pandemia que siguieron a un movimiento social contra la reforma de las pensiones, la gestión desastrosa por parte de este gobierno, su desprecio verificado hacia las clases trabajadoras es todo lo que ha impulsado la sanción contra Macron y sus amigos, en la primera y segunda ronda.
Para acabar con este sistema, no contamos más que con nuestras propias fuerzas
Nadie debe pensar que una solución a nuestros problemas podría venir de otros partidos institucionales, ya sea la derecha, izquierda del PS, “los ecologistas” y obviamente tampoco la extrema derecha. A pesar de que una crisis mayor de la economía capitalista está barriendo todo el planeta, no ha hecho falta mucho tiempo para que todos nuestros enemigos de clase piensen en cómo podrían aprovecharse de la crisis de sanitaria. Al igual que las aves carroñeras, ven la situación como una verdadera bendición para atacar una vez más los logros del mundo del trabajo y la juventud: aumento del tiempo de trabajo, salarios más bajos, robo de vacaciones, despidos, supresión de plazas, reestructuraciones.
Cuando, por el contrario, haría faltaun aumento general de los salarios y los ingresos mínimos, una masiva creación de empleos en salud y servicios públicos y la prohibición de los despidos. En las universidades, se están preparando para ofrecer cursos on line para recortar más empleos y ahorrar dinero. Continúan cerrando camas de hospitales con el pretexto de la rentabilidad. ¡Y ahora quieren volver a poner la reforma de pensiones en la alfombra!
Frente a la rabia social, la represión del estado
Manifestaciones contra el racismo y la violencia policial, concentraciones en apoyo a l@s sanitari@s, manifestaciones por a regularización de l@s inmigrantes indocumentad@s, contra los despidos en Renault y en otros lugares, contra el proyecto de ley de los directores de las colegios en el secto educativo, contra la reforma del seguro de desempleo…Sí, la ira sigue intacta pero la determinación se multiplica por diez a pesar de la represión y la violencia policial que despliegan para silenciarnos.
Intento de despido a Eric Bezou en el SNCF, 8 meses de suspensión para l@s maestrs de Melle que habían participado en la huelga contra los E3C, juicio a 4 estudiantes universitarios de Nanterre cuyo único crimen es haber luchado por el derecho a estudiar, juicio a Marc y Sonia de la Asamblea General Interprofesional 57, decretos disciplinarios contra el inspector del trabajo Antony Smith, sentencia de prisión para el activista y empleado Kamel de Mac o en Marsella, etc. Farida, enfermera, detenida violentamente durante la manifestación del 16 de junio, encarna la ira que nos impulsa a tod@s contra esta represión.
Reagrupemos nuestras fuerzas para frenarlos
Tratan de retomar la ofensiva, pero tod@s junt@s tenemos la fuerza para detenerlos. Para eso, necesitamos un plan de batalla. Como lo hicimos durante la huelga contra la reforma de las pensiones, debemos dejar de dispersarnos y unir fuerzas, ahora y en las próximas semanas. Debe haber una respuesta igual a los ataques. Desde el comienzo del nuevo año escolar en septiembre, debemos prepararnos para la huelga para rechazar a pagar su crisis: ¡salgamos a las calles al mismo tiempo y permanezcamos allí hasta que hayamos doblegado a los de arriba! Las fechas de movilización del 30 de junio, 14 de julio y 18 de julio en Beaumont (con el comité Adama) serán buenas ocasiones para llevar este mensaje.