Este pasado fin de semana del 16-17 de noviembre, en el 1º aniversario del movimiento de los chalecos amarillos, miles de manifestantes se reencontraron en las rotondas y las calles del país. En París una manifestación no autorizada iba a tener lugar el sábado por la tarde. Pero mientras much@s acudían en masa a la Plaza de Italia, la prefectura de repente decidió cerrar el lugar, bloqueando cualquier salida. ¡Una verdadera trampa para miles de personas atrapadas entre los gases lacrimógenos y los golpes de porra de la policía! El gobierno Macron y sus medios se divierten denunciando la “violencia” mientras la policía tiende su emboscada.

La rabia cada vez más fuerte contra un gobierno feroz

Pero el verdadero balance del fin de semana no es que hubiera disturbios o violencia en París. Más bien, un año después, todavía hay más razones para rebelarse contra el gobierno. Mientras un estudiante de Lyon se prendió fuego porque ya no podía soportar más la precariedad, la contestación social golpeó a las universidades la semana pasada y no se detendrá ahí. Los hospitales, en crisis y en lucha desde hace meses, también han tenido una gran jornada de movilización y manifestaciones.

Y son muchos los sectores de la sociedad que están empujando en la misma dirección, elevando el mismo grito de revuelta, contra unas políticas de gobierno que siempre atacan a los servicios públicos y a l@s más pobres para entregar todo el pastel y ponerse del lado quienes detentan toda la riqueza y las empresas privadas.

El balance de este 1º aniversario también es el de un gobierno sabe en qué punto de debilidad está su su legitimidad, que se sitúa incluso en cero. Pero está decidido a continuar sus ataques. Su única solución es atacar a aquell@s que se atreven a levantar la cabeza y luchar. Los ministros tardaron mucho en conmoverse por la tragedia del estudiante de Lyon…pero las manifestaciones estudiantiles fueron criticadas al momento porque una de ellos pasó cerca del ministerio de Educación Superior y una reja de la entrada se cayó. ¡Pareciera que valía más que la vida de un joven!

Respecto a la represión de la manifestación del sábado en París, hizo honor al aniversario al convertirse en escenario de violencia policial, disparos y arrestos arbitrarios, algo a lo que el Macron y su policía ya nos tienen acostumbrad@s.

Macron y sus ministros creen quizás que pueden llegar al final de su mandato haciendo tal demostración de fuerza. Su próxima obra pone todo el foco del ataque sobre las pensiones, con un proyecto de un “sistema de puntos” que significará lo mismo para tod@s, tanto trabajador@s del sector público como del privado, precari@s, desemplead@s o jóvenes en formación: trabajar más tiempo para recibir menos si alcanzas la edad de jubilación.

El día de la huelga interprofesional convocada para el 5 de diciembre promete ser un éxito en muchos sectores, especialmente en el transporte. Much@s trabajador@s se están preparando para renovar su movimiento al día siguiente y los posteriores, tanto tiempo como se necesite hacer retroceder al gobierno y sus ataques antiobreros.
Es a través de esta arma de la huelga, bloqueando el país y la economía, que haremos respetar nuestros derechos e intereses. Todas nuestras conquistas sociales se han obtenido únicamente de esta forma. Es la gran mayoría social y nuestra clase la que ya no puede sufrir más ataques y sacrificios y dice basta. ¡A partir del 5 de diciembre, hagamos converger todas nuestras rabias!