La “Nueva Unión Popular Ecológica y Social” (NUPES) creada para las elecciones legislativas por la Francia Insumisa, el Partido Comunista Francés, Europa Ecología Los Verdes y el Partido Socialista promete cambiar nuestras vidas ganando las elecciones…¡la historia no ha hecho más que demostrarnos que no hacía falta caer en tales ilusiones!

Entre 1997 y 2002, el gobierno llamado de la Izquierda plural, encabezado por Lionel Jospin, reunía a los principales partidos políticos de la izquierda de la época. ¿Su balance? El desarrollo de empleos precarios, más privatizaciones que los gobiernos precedentes de derechas (Crédit lyonnais, CNP, GAN,  France Télécom, Air France, Autoroutes du Sud), las leyes Chevènement y la expulsión de inmigrantes indocumentad@s, o 2 guerras guerras imperialistas más con la OTAN, en Kosovo y Afganistán. Y como final, la primera entrada de la ultraderecha en la 2ª vuelta de las presidenciales.

En cuanto a Hollande, con el Partido Socialista y Europa Ecología Los Verdes, no hace falta recordar los brutales ataques al mundo del trabajo, desde la Ley Macron a la Ley del Trabajo, contra derechos democráticos elementales, con el estado de emergencia permanente y la represión de las manifestaciones, contra l@s inmigrantes y la amenaza de privación de la nacionalidad o contra los pueblos con las guerras de Mali, en África central o en Siria…Y allí también su tiempo de poder concluyó con la entrada de Le Pen en la 2ª vuelta.

Jean Luc Mélenchon y sus compañer@s bien pueden decirnos que esta vez será diferente…pero además de que han optado por integrar al Partido Socialista y a Europa Ecología Los Verdes en su alianza, l@s amig@s de la Francia Insumisa y el PCF están o han estado recientemente en el poder en otras partes de Europa. En Portugal, el Partido Socialista gobierna desde 2015, apoyado hasta hace poco por el Partido Comunista y el Bloco de Esquerda, un partido de la “izquierda radical”. Hoy la jubilacion allí es de 66 años y medio. En el Estado Español el Partido Socialista gobierna desde 2018, desde finales del año siguiente con el PCE y Podemos, el equivalente a la Francia Insumisa. La edad de jubilación está en 65 años y medio. En Grecia Syriza, que había roto totalmente con el PASOK, estuvo en el poder hasta 2019 y la jubilación está entre 65 y 67 años, según los años de cotizacion. Y son solo algunos ejemplos de las políticas llevadas a cabo por los gobiernos de izquierda.

Los verdaderos dirigentes no dependen de las elecciones

Si estos partidos han traicionado sus programas, no es por casualidad. Esto porque ninguno de ellos tenía la pretensión de acabar con la propiedad privada de las empresas y con el poder de los patrones, los que no son elegidos. Ninguna ley, ningún decreto ministerial puede poner fin al chantaje del empleo y los despidos, por lo tanto a la dictadura de los capitalistas.

Un gobierno de Mélenchon que quiera volver a la jubilación a los 60 años inevitablemente se verá presionado por la MEDEF (patronal) para que lo abandone. Como mucho, podrá negociar algunos ajustes, pero en los que l@s trabajador@s serán l@s perdedor@s.

El gobierno de Jospin había implementado la reducción del tiempo de trabajo, las 35 horas. Pero lo compensó con más “flexibilidad”: l@s emplead@s desde entonces pueden trabajar muchas más horas ciertas semanas con el pretexto de que otras están menos ocupadas, o se les imponen jornadas partidas, con finalmente una presencia en el lugar de trabajo más importante. Lo que la patronal concedíancon una mano, lo retiraba con la otra…

La “Nueva Unión Popular Ecológica y Social” (NUPES) tiene un programa muy por debajo de por el que luchan much@s trabajador@s. No pretende prohibir los despidos, sino sólo los despidos “bursátiles”: ¡como si los patrones no fueran capaces de transferir sus ganancias de una filial a otra, para hacer creer a la gente que los recortes de empleo están justificados por las dificultades de su negocio! La NUPES propone un SMIC a 1400 euros, es decir, 100 más que ahora, como si con una inflación galopante tal aumento no se recuperaría muy rápidamente.

El programa compartido no planea poner fin a las guerras libradas por Francia, ¡incluso varios de sus miembros han lanzado algunas de ellas!, ni para regularizar a l@s inmigrantes indocumentad@s que llegaron a Francia por la miseria generada por el imperialismo francés… Tampoco toma en cuenta las reivindicaciones de los movimientos contra la violencia policial en los barrios populares, sino que pretende defender una policía mejor, como si esta no tuviera el papel primordial de defender la propiedad privada de los medios de producción y el orden establecido, en perjuicio de l@s explotad@s y oprimid@s.

El capitalismo no es ni reformable ni adaptable

Los únicos repliegues que se han impuesto a los ricos y poderosos han sido por la correlación de fuerzas. Cuando l@s trabajador@s dejan de hacer girar la economía haciendo huelgas, ocupando, bloqueando, manifestándose, cuando las ganancias están paralizadas, entonces la clase dominante se ve obligada a hacer concesiones.

Y de nuevo, allí también, quienes ceden son los empresarios cuando se ven acorralados, tratan de recuperarlo lo antes posible. Si las pensiones de l@s trabajador@ss en Francia aún no han sido saqueadas como en otros lugares, es porque cada ataque ha dado lugar a resistencias, como en el invierno de 2019-20. Así que más que estar horas y días negociando sus hipotéticos puestos en la Asamblea, los partidos que verdaderamente están del lado del mundo del trabajo, el de l@s de abajo, deberían discutir el apoyo a las huelgas que estan teniendo lugar actualmente en las empresas o los servicios públicos, y montar un programa de lucha contra los empresarios.

Una lucha de resistencia, por supuesto, pero también una contraofensiva para poner fin definitivamente al capitalismo y hacer realidad una sociedad libre de toda forma de explotación y opresión, una sociedad comunista.