
Traducimos el texto interno impulsado por la corriente Anticapitalisme et Révolution del NPA pero firmado por militantes de diferentes sensibilidades en plataformas congresuales anteriores en el debate previo al próximo congreso del NPA a primeros de diciembre.
En el marco de la preparación del próximo congreso del NPA, su minoría más fuerte, la “posición U”, quiere poner en entredicho el derecho de expresión pública de las corrientes y fracciones, incluso su propia pertenencia al partido. Publicamos aquí un texto interno firmado por activistas (aquí l@s primeros 50) de diferentes sensibilidades, que votaron por distintas plataformas en anteriores debates internos.
Arraigar y rearmar al NPA, pasar página de una política polarizada por la interpelación de los reformistas. ¡Asumir el programa, construcción e intervención de un partido revolucionario!
Construimos el NPA en diferentes federaciones y sectores, no hemos votado los mismos textos en los últimos congresos ni en la última conferencia nacional sobre la elección presidencial, simplemente somos parte de la historia del NPA, de toda su historia: sus diferentes mayorías y minorías que demuestran que somos una organización democrática y viva. Es consciente de la urgencia del momento -interno y externo-, de nuestras diferencias pero sobre todo de lo que nos es común que firmamos este texto juntos.
Nos negamos a ver que el próximo congreso del NPA se salde en una separación
No, ¡el NPA no es un fracaso! Es primeramente todo un logro para nuestro campo social, es su implosión lo que sería un fracaso. El NPA ha permitido reagrupar en una misma organización a militantes anticapitalistas y revolucionari@s de tradiciones diferentes y sobre todo ganar a nuev@s. Ha servido de referente a sindicalistas de “la lucha de clases”, a trabajador@s que se han movilizado desde el año 2016 con las huelgas contra la Ley trabajo.
Es una herramienta para compartir experiencias e intervenir en las luchas LGTBI, feministas, antifascistas y ecologistas. Sin olvidar la juventud, como muestra el fortalecimiento y renovación de su sector juvenil que todo el mundo pudo comprobar durante la última universidad de verano de NPA.
Para salir del enfrentamiento corrientes/dirección: hace falta tiempo suficiente para el debate democrático
Defender los logros del NPA no significa que estemos content@s con la situación actual. Lo asumimos: queremos cambiar la orientación y el rumbo del NPA. Pero no queremos un congreso que oponga las corrientes/fracciones a la dirección actual, dejando de lado a tod@s aquell@s que dicen pertenecer al NPA y no se reconocen en ninguna corriente/fracción de la mayoría o de las minorías.
Tampoco queremos un congreso que juzgue a las corrientes/fracciones esquivando debates programáticos y estratégicos. Las apuestas del próximo congreso, que se desarrolla en un contexto de crisis del capitalismo, van más allá de estos desacuerdos. La urgencia es poner en el centro la mezcla de experiencias, los debates entre sectores, federaciones, comités y comisiones. Todos los militantes del NPA deben apropiarse del debate democrático sin a priori. Por eso lamentamos que este debate se acorte a un mes con respecto a los congresos del NPA, con las Asambleas Generales de votos que son pocas semanas después de la adopción de los textos sometidos a voto de los congresos locales, en medio de las elecciones profesionales de la función pública.
Tod@s queremos que la situación política del NPA se clarifique. La realidad política del NPA hoy efectivamente ha cambiado mucho desde el congreso de febrero de 2018. Pero nada obliga a forzar los ritmos habituales del debate democrático de nuestros congresos. Es hacer más difícil la mezcla de puntos de vista y su elaboración, es reproducir mecánicamente los debates que ya han cristalizado.
Rearmar al NPA…
Este congreso debe, sin embargo, resolver cuestiones programáticas, estratégicas y de intervención cruciales para permitir al partido y sus militantes enfrentar y jugar un papel en la guerra social que los capitalistas libran contra nosotr@s. ¿Qué NPA queremos realmente? Para nosotr@s siempre hay que construir organizaciones independientes del resto de la “izquierda institucional” y obviamente de la burguesía. Preservar nuestra independencia de clase política y organizativa no significa cultivar nuestro aislamiento, sino todo lo contrario: es “caminar separados, pero golpear juntos”.
“Golpear juntos” en todas las cuestiones que permiten a nuestro campo ponerse en movimiento, mover nuestro campo, que le hacen tomar consciencia de su existencia y de sus propios intereses, como por ejemplo la lucha contra el Parcoursup, por el aumento general de salarios o por la defensa de las pensiones. Por eso siempre concebimos al NPA como una organización útil a las luchas, útil para construir la unidad en estas luchas, pero que no pierde de vista la perspectiva estratégica de la toma del poder por parte de l@s trabajador@s. Que no renuncia a la construcción de una sociedad comunista ni a debatirlo con todo el mundo.
Pero para eso queremos pasar página de la política llevada a cabo por la dirección actual polarizada exclusivamente por la interpelación a esta “izquierda institucional” no para construir las luchas sino para construir un frente social y político permanente con ella, en particular “proponiendo participar en todas partes en los parlamentos populares locales de la NUPES” (Nueva Unión Popular Ecológica y Social).
Y asumir un programa revolucionario
Sin embargo, la brecha “reforma o revolución” está lejos de ser superada, más bien al contrario, cobra aún más actualidad en un contexto de crisis del capitalismo, deriva autoritaria y fortalecimiento de la extrema derecha. Pero para acabar con el capitalismo, hacen falta militantes capaces de plantearse el problema de su destrucción, capaces por su implantación en el mundo del trabajo y de la juventud y por sus experiencias para jugar un papel en la lucha de clases.
Siempre hace falta un partido anticapitalista y revolucionario que concentre y actualice lo mejor de las experiencias del movimiento obrero y de la lucha de clases y revolucionaria. Este partido se construye antes de períodos de crisis revolucionarias. No hay revolución comunista sin partido revolucionario, pero tampoco hay partido revolucionario sin programa y estrategia revolucionarias, y no hay verdadero programa y estrategia revolucionarias sin implantación en las empresas y la juventud. Casi 15 años después de la fundación del NPA, si bien no hemos sido capaces de adoptar unos estatutos definitivos que deberían ser un concentrado de todo esto, parece imprescindible redactar un manifiesto para el NPA que redefina una base programática y estratégica común. El taller del comité ejecutivo de la última universidad de verano muestra nuevamente que sería posible.
¿Cómo plantear el problema del centralismo democrático?
De esta manera es como hay que encarar el debate en torno al centralismo democrático. Difícil aplicar tod@s la misma política si no somos capaces de asumir el carácter revolucionario de nuestro partido, de nuestro programa, de nuestra estrategia. En lugar de discutiendo nuestra relación con la “izquierda institucional”, es formulando y asumiendo un programa, una estrategia y una intervención independiente de l@s revolucionari@s como podremos debatir la aplicación del centralismo democrático, principio político que no aparece en nuestros estatutos provisionales.
Pero en el “centralismo democrático” está el “democrático”: esto significa que discutimos democráticamente juntos, por supuesto en los congresos, pero también significa que se puede romper la disciplina constituyendo una corriente, una tendencia pública o una fracción si se hace en bases políticas identificadas. Aquí también debe garantizarse este derecho democrático de poder romper la disciplina de partido. La aplicación del centralismo es inseparable del derecho democrático de expresión minoritaria y de ruptura de la disciplina: es un logro democrático en nuestra tradición política.
Aceptar los resultados del congreso y construir una organización común
La cuestión del centralismo democrático es demasiado seria como para que sirva de pretexto para no asumir los debates políticos contradictorios, o más grave, para negarse a ser minoritarios dentro del NPA. Las amenazas de escisión, separación, de irse con dinero y locales en enero, aunque sean una expresión de debilidad política, siguen siendo inaceptables. La cuestión de los métodos democráticos tendrá que ser debatida en el próximo congreso, en particular cuando se discutan acuerdos de gobierno o cuando nos desvinculemos centralmente de candidaturas decididas por comités y/o federaciones. Apuntar contra corrientes y fracciones como responsables de todos los males del NPA sirve sobre todo para no discutir la política de la fracción mayoritaria.
¿Porque quién puede creer que son las tendencias o fracciones las que impiden a la actual dirección llevar a cabo su política, invertir masivamente en los parlamentos populares locales de la NUPES o construirse en el mundo del trabajo y la juventud? Cuando mantenemos todos los hilos del aparato del NPA (periódico, portavoz, tesorería, etc.) y nos negamos a realizar un CE semanal, esto simplemente no es creíble.
L@s camaradas de la actual dirección tienen derecho a profundizar en la ambigüedad política que existe desde la fundación del NPA de no asumir el carácter revolucionario del partido, polarizado por la interpelación sistemática a la “izquierda institucional”. También es su deber aceptar el debate democrático que implica un congreso, sin amenazar con volar por los aires el NPA y por supuesto reconocer los resultados del congreso, aunque les sean desfavorables. Por nuestra parte, garantizaríamos su derecho a la autoexperimentación si est@s camaradas se convirtieran en minoría.
La política de la Unión Popular no es la nuestra
Creemos que hay una alternativa al supuesto “reformismo institucional”, una alternativa a la adaptación al sistema capitalista, a su aceptación, incluso a nivel electoral. Esto deberá plantear inevitablemente la cuestión de la unidad de anticapitalistas y revolucionari@s. ¡Hay una emergencia, el planeta está ardiendo y nuestras vidas con él! El sistema capitalista es incapaz de satisfacer las necesidades de la humanidad: ni “días felices” ni “un futuro común” son posibles bajo su dominación. La razón es simple: ¡es el capitalismo el responsable de los desastres que sufre la gran mayoría de la humanidad! Es este sistema económico y social la causa de la explotación y de toda opresión. No hay solución duradera sin expropiación de los capitalistas.
Aquí varios ejes de una política para el NPA, ahora hay que debatirlos ampliamente
En los comités, comisiones, sectores y federaciones, en todas las corrientes (3-4 octubre, DR, A&R, l’Étincelle, SOB, l’ARC, A2C) del NPA, invitamos a l@s camaradas a discutir puntos presentados en este texto para profundizar, completarlos y así poder proponer una política para toda la organización y participar en el arraigo y rearme del NPA. Estamos convencid@s de que hay una mayoría de camaradas en la organización para defender esta perspectiva. Creemos que esta mayoría debe expresarse en el próximo congreso.
Esto no significa que fusionemos u ocultemos nuestros debates y/o desacuerdos que pudieran expresarse mediante mociones o contribuciones. Pero como hay urgencia, asumimos defender en la misma plataforma esta política para el próximo congreso. Asumimos darnos los medios para lograr una mayoría de dirección plural para que el NPA pueda ayudar en particular a construir los comités, sectores y federaciones del NPA, que sea capaz de realizar campañas electorales, políticas, la difusión de un periódico o un folleto semanal. Sabemos que es fijándonos este tipo de objetivos como se podrán formar nuevas mayorías que superen las delimitaciones políticas actuales.
El congreso a “marcha forzada” no nos da opción, hay que debatir sin a priori. Es por eso que ofrecemos esta contribución a l@s activistas y militantes del NPA que deseen unirse a este proceso firmándolo, un proceso que inevitablemente sería solo un primer paso en la discusión de una futura plataforma con otros, o simplemente para alimentar el debate entre camaradas del mismo partido en la perspectiva del próximo congreso.
Esto no significa que fusionemos u ocultemos nuestros debates y/o desacuerdos que pudieran expresarse mediante mociones o contribuciones. Pero como hay urgencia, asumimos defender en la misma plataforma esta política para el próximo congreso. Asumimos darnos los medios para lograr una mayoría de dirección plural para que el NPA pueda ayudar en particular a construir los comités, sectores y federaciones del NPA, que sea capaz de realizar campañas electorales, políticas, la difusión de un periódico o un folleto semanal. Sabemos que es fijándonos este tipo de objetivos como se podrán formar nuevas mayorías que superen las delimitaciones políticas actuales.
El congreso a “marcha forzada” no nos da opción, hay que debatir sin a priori. Es por eso que ofrecemos esta contribución a l@s activistas y militantes del NPA que deseen unirse a este proceso firmándolo, un proceso que inevitablemente sería solo un primer paso en la discusión de una futura plataforma con otros, o simplemente para alimentar el debate entre camaradas del mismo partido en la perspectiva del próximo congreso.