El pasado mes de mayo comenzó una importante lucha sindical en Vizcaya de l@s trabajador@s del sector metalúrgico, cuya principal reivindicación era la renovación del convenio colectivo, sin ninguna modificación desde el año 2011. A finales de noviembre era la última oportunidad para encauzar el diálogo antes del comienzo de 8 nuevas jornadas de huelga, la parte empresarial movió ficha tras mucha resistencia en los puntos clave de la negociación, salarios y subrogación del empleo en las contratas de mantenimiento.

En dicha renovación se incluía una mejora de las condiciones laborales de l@s trabajador@s, entre las que destacaba una subida del salario, reducciones de la eventualidad y ETTs, reducciones de jornada laboral, garantías en cuanto a la salud laboral y el derecho a la subrogación. A esto hay que añadir que el sector del metal es uno de los que más riesgos laborales cuenta en su haber en la industria dele estado español para sus trabajador@s y no cumple con las condiciones básicas de seguridad laboral.

Todas estas condiciones en el puesto de trabajo llevaron a los sindicatos del metal en Euskadi (que abarcan un abanico amplio que va desde CCOO y UGT hasta CNT y CGT pasando por ELA, LAB, ESK y USO) a seguir convocando jornadas de huelga entre los meses de octubre, noviembre y diciembre que han desembocado en una mesa de negociación con la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM), la cual ha tenido que recular en sus posturas iniciales hasta llegar a un acuerdo que se plasmó finalmente con la firma del nuevo convenio el pasado 2 de diciembre.

A pesar de que organizaciones sindicales como ELA han decidido no firmar el acuerdo alcanzado en la mesa de negociación por parecerle insuficiente en muchas materias, hay que subrayar el carácter sin duda positivo de que desde la patronal no hayan conseguido rebajar, como pretendían y por lo que inicialmente no cedían pese a los paros convocados, las reivindicaciones unitarias del bloque sindical, y que la FVEM se haya visto obligada a renovar un convenio colectivo obsoleto y que perjudicaba las condiciones laborales de más de 50.000 trabajador@s.

Cabe destacar que la patronal del metal nunca habría dado su brazo a torcer si no hubiera llegado a verse sometida a una gran presión por parte de muchas jornadas de lucha, a pesar intoxicación del gobierno vasco y los medios, del conjunto de l@s trabajador@s movilizad@s y prolongadas durante casi un año. Dicha lucha se ha basado en una unidad sindical de acción y en una oleada de solidaridad por parte de las familias y de la clase trabajadora de Bilbao, independientemente de los distintos sectores laborales por la que ésta ha estado compuesta.

Según fuentes del sindicato LAB, éstas son las principales medidas que han acordado los sindicatos CCOO, LAB y UGT con la patronal FVEM para renovar el convenio del sector del metal en Vizcaya y poner fin así al conflicto laboral que se ha prolongado durante meses:

  • Subrogación para l@s trabajador@s de mantenimiento. Se trata del primer convenio que la recoge en el sector de la Industria.
  • Hacer frente a la discrminación hacia las mujeres: medidas para avanzar en la igualdad de oportunidades, algo imprescindible para acabar con la brecha salarial. En este ámbito, también se han dado pasos importantes como el compromiso de crear una comisión de igualdad, la realización de planes de igualdad en las empresas y la contratación de personal sin tener en cuenta el sexo. Estas medidas posibilitarán una mayor presencia de la mujer en el sector. No fueron en balde las 2 huelgas feministas realizadas por las mujeres trabajadoras de Vizcaya en el contexto del 8 de marzo.
  • Acabar con la amenaza de la dualidad y la estatalización: l@s trabajador@s del metal llevaban años sin convenio, al tiempo que las nuevas incorporaciones sufrían las consecuencias de la dualidad (diferentes condiciones de trabajo por realizar el mismo trabajo). Además, la amenaza de la estatalización afectaba a tod@s l@s trabajador@s. Con la renovación del convenio, se logra que desaparezcan del sector estas 2 situaciones que promueven la precariedad.
  • Flexibilidad y temporalidad van de la mano por primera vez en el sector. Si la patronal quiere recurrir a la flexibilidad, debe respetar unos límites porcentuales de temporalidad. De esta manera, se ponen límites a la flexibilidad y se promueve la estabilización de l@s trabajador@s.
  • Impulso de la contratación directa y vía libre a la desaparición de la contratación por medio de ETT, todo ello con el fin de acabar con las situaciones que sufren l@s trabajador@s en estas empresas temporales.
  • Nuevos pasos en materia de salud laboral con el fin de avanzar en la eliminación de situaciones que ocasionan pérdida de salud. En los últimos años, much@s trabajador@s del metal de Vizcaya han fallecido o enfermado. En 2018, por ejemplo, 3 personas fallecieron en la provincia en el ámbito de la Industria, un 7,31% de l@s trabajador@s fallecid@s en Euskal Herria; en ese mismo ámbito, y en ese mismo año, se registraron 892 enfermedades profesionales.
  • Incremento de los salarios: el salario es algo fundamental para tener una vida digna”. El acuerdo garantiza una subida del IPC +1,75 para 2019, y una subida de IPC +1,5 para 2020 y 2021.

Este acuerdo supone un gran ejemplo de la capacidad que tiene la clase trabajadora, de forma organizada, de conseguir grandes victorias sindicales que ataquen los intereses de los grandes capitalistas, sostenidos por los gobiernos de turno que solo querrán proteger los intereses de la clase dominante. Contra estas condiciones laborales adversas, la huelga se constata como la principal herramienta para tomar conciencia de la realidad del sistema capitalista y poder acabar con la explotación laboral ejercida por sus máximos exponentes.

La victoria de l@s trabajador@s del sector del metal vizcaíno nos debe de servir como ejemplo para los revolucionari@s, en nuestro camino de seguir apostando por una unificación continuada de las luchas, que converjan en grandes movilizaciones unitarias por las mejoras de las condiciones de vida de la clase trabajadora, reforzando la idea de que somos una misma clase, con intereses comunes, que seguirá siendo atacada por los patrones. En este sentido, se hace cada vez más evidente la necesidad de un sindicalismo obrero combativo que ponga de manifiesto esta lucha de intereses.

Desde Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR damos la enhorabuena a tod@s l@s trabajador@s del metal en Vizcaya que han conseguido esta importante victoria, después de muchos meses de jornadas de huelga y de animarles a que sigan organizad@s y luchando por seguir mejorando sus condiciones laborales en sus centros de trabajo.