huelga d la bananaLa huelga arrancó el 18 de mayo, tras la victoria obtenida por l@s trabajador@s de la SA Bois Debout (la plantación de plátanos más grande de Guadalupe). Ést@s últim@s obtuvieron de los tribunales, después de un largo proceso judicial y muchas huelgas, inclusive pagos atrasados de entre 10 mil y 20 mil euros que los plantadores les habían indebidamente retenido. Como la situación era la misma en todas las plantaciones, esto dio moral a l@s trabajador@s para adentrarse de lleno en la lucha.

Hay que decir que además de problemas salariales, los patrones-verdugos del plátano hacen trabajar a sus obrer@s en condiciones indignas. La CHSCT de la plantación Bois Debout había mandado a un experto para redactar un informe sobre las condiciones de trabajo: el informe escrito era tan contundente que la jerarquía de experto no quería creer que se tratase de realidad, ¡y había pedido comenzar de nuevo! El resultado llevó a las mismas conclusiones.

El trabajo en los platanales es agotador y entraña daños a la salud considerables, como hernias discales, artrosis, tendinitis o insuficiencia venosa. Sin hablar de accidentes laborales frecuentes, máquinas vetustas y mal mantenidas, falta de agua potable, presencia de ratas y el uso sin suficiente protección de productos químicos altamente peligrosos. L@s obrer@s sufren problemas musculo-esqueléticos en el codo, la muñeca o los hombros. Según los puestos de trabajo, las cargas transportadas son increíbles, mucho más allá de las recomendaciones oficiales. Cada transportador levanta más de 5000 kilos al día, el equivalente al peso de 6 coches.

Los plantadores reciben subvenciones generosas de la Unión Europea desde hace años. Pero este año, casi un millón de euros anuales de la región, prometidos hasta 2021. A partir de 2022, ¡la región se ha comprometido a pagar más de 4 millones! Esto no impide a sus dependientes a comportarse como ladrones no aplicando la ley de mensualidad de los salarios, que les permite pagar sueldos por debajo del SMIC (salario mínimo interprofesional), por ejemplo.

En estas condiciones, las razones para el estallido de rabia no faltaban. La victoria obtenida por l@s trabajador@s de Bois Debout fue el desencadenante, mostrando que era posible ganar contra los plantadores. Fue así que progresivamente una veintena de plantaciones se pusieron en movimiento. Los patrones intentaron por todos los medios de disuadirlos: llamadas de teléfono, amenazas de despido, etc. Pero esto no funcionó. L@s huelguistas marcharon de plantación en plantación y esta huelga ambulante hizo ganarse a más trabajador@s, que se reencontraban entre 150 y 250 todas las mañanas para visitar las plantaciones.

A mediados de junio, la huelga y las diversas acciones ya se habían instalado en Guadalupe. L@s trabajador@s pusieron en marcha un comité de huelga para organizar su movimiento, llevado a cabo democráticamente, dándoles de esta manera la fuerza de llegar hasta el final. Y pasadas 42 días, golpeados en su monedero y viendo que la determinación de l@s huelguistas no de debilitaba, los patrones se dieron por vencidos el 28 de junio.

Se firmó un acuerdo en presencia de 300 obrer@s agrícolas que preveía la aplicación de la ley de mensualidad y el reembolso de las sumas robadas a lo largo de los últimos años, así como la mejora de las condiciones de trabajo y el pago de los días de huelga. El 3 de julio tod@s l@s trabajador@s se presentaron en sus plantaciones respectivas y recibieron un anticipo de 700 euros prometidos por el pago de los días de huelga. La vigilancia en el cumplimiento de los acuerdos se sigue de cerca, pues es una constante en SA Bois Debout no respetar los acuerdos. Se han acostumbrado a no dejarse desposeer de una victoria tan duramente lograda.